Análisis de Mafia II (Xbox 360)
Fecha de lanzamiento: 27 de agosto del 2010
Características: Xbox 360-Acción-Coches-Años 50
Distribuidor: Take 2 España
Productor: 2K Games
Desarrollador: 2k Czech (Illusion Softworks)
Precio: 65,95€
Manual: Español.
Textos: Español.
Voces: Español.
Código PEGI: +18
Web oficial: Disponible
Análisis publicado el 27-09-2010 por HDLL.
Mafia: The City of Lost Heaven, el primer gran juego que se centraba en el paraíso de la tiranía mafiosa en la anterior generación, llegaba al mercado con unas altísimas expectativas fomentadas por los desarrolladores y la avidez de los jugadores más experimentados del universo del ocio digital. No ocurrió así con el gran público, más condescendiente y propenso a quedar encandilado con los Grand Theft Auto que por entonces arrasaban los mercados sin piedad. Pese a las esperanzas depositadas en el juego y al notable resultado, nos quedamos con un sabor de boca agridulce, a medio camino entre la satisfacción de haber disfrutado con una obra singular y la decepción de que aquella satisfacción no hubiera ido más allá. El anuncio de una segunda parte sería la única manera de pulir los detalles de la primera.
En agosto de 2008 se anunció el desarrollo de Mafia II, y en él comenzaba a depositarse la ilusión que otrora había levantado su predecesor, pero multiplicada por tres. Haciendo uso del avance tecnológico, los desarrolladores de 2K Czech pretendían llevar a un nuevo nivel la experiencia jugable así como la espectacularidad visual; el sucesor debía superar todo lo concebido hasta entonces, igualándose sin complejos a las más asombrosas producciones de Hollywood. Veamos si lo han logrado.
Historia
La historia de Mafia II nos mete en la piel de Vito Scaletta, un muchacho llegado desde Italia a Empire Bay (ciudad ficticia ubicada a Estados Unidos) cuando era muy joven junto con su familia a principios de siglo. Allí conoce a Joe Barbaro con quien comienza a introducirse en el mundo delictivo. Por desgracia para él, acaba siendo arrestado para la policía y es enviado a la Segunda Guerra Mundial, más específicamente a la “Operación Husky”. Vito consigue salir airoso de esta incursión en Europa, retornando a Empire Bay por una herida de guerra que supuestamente le mantendría un mes fuera de combate. Pasado este tiempo, tendría que volver. Sin embargo, de regreso a su ciudad de acogida, vuelve a contactar con Joe Barbaro y este, a través de un experto falsificador, consigue falsear los papeles para la retirada indefinida de Vito de la guerra. Ya sin este problema, Scaletta tiene que enfrentarse a una deuda de su difunto padre de 2.000 dólares que mantiene al resto de su familia (su hermana y su madre) presionada por los acreedores. Vito, siendo consciente de que no podrá conseguir este dinero por vías legales, se une a Joe Barbaro de nuevo. La historia de Vito Scaletta en la ciudad de las tres familias (Clemente, Falcone y Vinci) comienza en este punto.
El desarrollo del juego se divide en diferentes capítulos que, ciertamente, nos ofrecen una variedad holgada de situaciones (algunas de ellas hilarantes), destacable en los tiempos que corren. Desde la acción frenética hasta el sigilo el abánico es más que amplio. La historia es sorprendente: los guionistas han sabido enredar la historia dentro de una lógica, imprimiendo una tensión que nos hace sentirnos desguarnecidos en los primeros compases. La sensación de que la historia puede voltearse y acaecer cualquier cosa es constante.
En esta historia intervienen toda clase de personajes de las redes de la mafia, todos ellos descritos perfectamente desde el primer momento en que interactuamos con ellos. Por encima de todos sobresalen Vito Scaletta, el protagonista, y su mejor amigo Joe Barbaro. Ambos forman un tándem compenetrado a las mil maravillas, difícil de olvidar. A medida que se lancen los DLCs, sabremos más acerca de los diferentes personajes del mundo de la mafia de Empire Bay.
Jugabilidad
Mafia II es un juego de acción mezclado con ligeros toques de sigilo bajo la apariencia de “sandbox”. No se puede localizar en sólo un género porque de hacerlo estaríamos simplificando un juego que va mucho más allá. La división en capítulos del desarrollo jugable imprime una evidente linealidad en el desempeño de las misiones, que son aceptadas inmediatamente en cuanto comenzamos uno de estos capítulos. Por supuesto tenemos tiempo de recorrer la ciudad antes de terminar el capítulo, a pesar del mecanismo del que estamos hablando. A diferencia de otros títulos semejantes, podemos no cumplir los objetivos de una parte de una misión determinada sin que nos obliguen a repetirla, pues la historia continúa a pesar del fracaso, que no tiene consecuencias más que la del orgullo herido. Lógicamente hablamos de trechos poco importantes respecto a la historia.
El control es cómodo en todo momento, con la posibilidad de elegir entre dos tipos de manejo desde las opciones. En un principio nos ha costado adaptarnos al sistema de apuntado, sobre todo a la hora de desactivar la típica cruz de objetivo, pero una vez avanzado el juego lo automatizamos sin ningún problema. El sistema de coberturas es sencillo e intuitivo, agitando un poco más la coctelera de una dirección con pocos peros. Los combates cuerpo a cuerpo siguen esta línea. Combinamos esquivar los ataques enemigos con los golpes fuertes y débiles para enganchar contraataques y combos letales. En el aspecto del sigilo podemos golpear por detrás a otros personajes, arrastrándolos incluso para encerrarlos en cualquier habitación y que no lo encuentren, con la consiguiente alarma. Para no llamar la atención de los enemigos hemos de caminar con cuidado, adoptando la segunda postura que se activa presionando el joystick izquierdo. Por otro lado debemos olvidarnos de zambullirnos en el agua, porque Vito, pese a que se lo ordenamos, no está dispuesto a hacerlo.
Dentro del coche (cuyo capó y maletero pueden abrirse), el manejo del mismo depende de nuestra elección en las opciones de conducción, donde nos ofrecen un estilo normal o un singular modo de simulación. En el caso de este último, el vehículo se deslizará más de lo normal cuando tomemos las curvas a una velocidad media, y ya no digamos a una excesiva. Cuando rodamos por superficies resbaladizas como, por ejemplo, hierba, asfalto mojado por la lluvia o congelado por la nieve del invierno, también comprobamos una pérdida de control notoria al mínimo descuido; si no aceleramos gradualmente con coches muy potentes o durante giros nos ocurre lo mismo, y qué decir de lo que experimentamos si nos revientan alguna rueda. La velocidad puede controlarse activando el limitador automático de los kilómetros por hora permitidos en las diferentes carreteras de Empire Bay, que vienen a resumirse en 40km/h como máximo en las calzadas de la ciudad y 60/70km/h en las autopistas.
