Análisis de Mario Power Tennis (GBA)
Fecha de lanzamiento: 25 de febrero del 2005
Características: GBA-GBM-Deportes
Distribuidor: Nintendo España
Productor: Nintendo
Desarrollador: Nintendo
Precio: 59.95€
Manual: Castellano.
Textos: Castellano.
Voces: Castellano.
Código PEGI: 3+
Web oficial: Disponible
Análisis publicado el 11-02-2006 por alex.
Mario ha practicado multitud de deportes dentro de nuestras videoconsolas. Pero sin duda dentro del amplio elenco de competiciones destaca la saga de Mario Tennis, que se ha consolidado en esta presente generación de consolas. Esta nueva versión corresponde a la plataforma GBA, y viene con la experiencia a la espalda de su hermana mayor.
No es un simple peloteo
Desde que comienza el juego comenzamos a ver novedades respecto a la versión de Gamecube. La principal radica en la posibilidad de iniciar un modo historia, pero con personajes no conocidos de Nintendo. En este apartado encarnamos a un joven inscrito en una escuela de tenis; nuestro propósito es avanzar desde las categorías alevines hasta llegar a los grandes torneos (tanto en individuales como en dobles). El estilo de llevar la historia recuerda mucho a los juegos Pokémon, sin embargo cuenta con alguna novedad más, como por ejemplo la existencia de minijuegos para mejorar nuestra técnica. Prácticamente el único punto negativo de este modo es la larga duración de algunas conversaciones, de hecho, antes de ponernos a jugar tendremos que esperar casi media hora.
El estilo de avanzar en el juego también recuerda a la ya mencionada saga Pokemon, nuestro personaje principal irá recaudando experiencia a lo largo de las pruebas y partidos, y gracias a ella mejorar algunos aspectos de su tenis. Con esto tenemos varias posibilidades en el diseño del jugador, ya que podremos otorgarle un carácter técnico o de potencia, entre otros. Con esto cabe reseñar otro pequeño defecto del título, y es que si practicamos demasiado el juego nos resultará excesivamente sencillo.
Gráficos: destacables
El aspecto gráfico a nivel general es de un nivel muy alto dentro del catálogo de Game Boy Advance. El esfuerzo de intentar equiparar el estilo gráfico de este juego al Gamecube es bastante loable, y en muchas ocasiones las reminiscencias son muy, muy claras; sirva de ejemplo los golpes especiales que son idénticos prácticamente a los del cubo (aunque evidentemente no puede mostrar el mismo espectáculo de efectos gráficos). La academia y sus alrededores es muy rica en detalles. Desde una vista elevada podemos movernos por diferentes estancias muy bien representadas (restaurantes, pistas, centros de entrenamiento...), la monotonía es eludida siempre gracias a la introducción de multitud de pequeños detalles.
Como en la mayoría de los juegos de Nintendo la paleta de colores es muy viva. Ésta se ve claramente en los personajes, diseñados de un modo peculiar y muy marcado, por ejemplo los jugadores con potencia serán voluminosos y con colores más oscuros.
Música/Sonido: algo más flojo
Probablemente este sea el apartado más flojo de todo el juego, la culpa de ello lo tiene por un lado las propias limitaciones que ofrece la consola y por otro las repetitivas melodías que suenan en el juego, bien es cierto que son muy agradables de escuchar, pero no estaría de más una mayor variedad. Sin embargo también vemos un aspecto muy positivo: el juego está doblado en algunas ocasiones con la misma voz que en la versión superior, esta voz se escucha claramente y por supuesto en castellano.
Jugabilidad: simple
Si por algo se han caracterizado todos los juegos deportivos de Mario es por la sencillez de manejo, no hay que ser ningún experto para ponerte a jugar. Este no es ninguna excepción aún a sabiendas que utiliza la mayoría de los botones. Nos movemos con la cruceta de dirección, con el A efectuaremos un golpe liftado y con el B cortado, el botón L se reserva a tirarse en plancha. Ahora, si esto nos parece demasiado complicado podemos configurar la dificultad del juego a fin que nuestro jugador haga cosas por sí solo, como tirarse a por la pelota si prevee que no va a llegar corriendo.
Dejando de lado los partidos, el avance por el juego es de lo más sencillo: controlamos a un personaje que deberá ir a lugares de entrenamiento y de torneos, en estos viajes sólo será necesario utilizar el botón A para realizar las acciones o para hablar con la gente. Por cierto, el estado de ánimo de las personas también está representado en el juego, a través de un intuitivo sistema de viñetas.
Edición española: una buena traducción
Para un juego de tenis exclusivamente no es necesario traducir un juego, sin embargo este cuenta con un modo historia y ha sido traducido, y muy bien. Además trae como novedad una extensa lista de definiciones acerca de conceptos tenísticos, no muy útiles para el juego pero que sin duda es de agradecer.
Sobre el manual cabe decir que es bastante extenso (95 páginas si contamos todos los idiomas) y que está impreso en blanco y negro. La calificación por edad del juego asciende a 3+, sin ningún otro sello de advertencia.
Conclusión: imprescindible en GBA
Nos encontramos ante un título que no debería faltar dentro de nuestra ludoteca. Todos sus apartados gozan de un gran nivel (un poco menos el sonoro). Especial atención merece la jugabilidad, con la sencillez como gran aspecto. Y como en todas los buenos títulos los detalles están a la orden del día: diccionario, cuidada traducción, etc. En resumen, un título recomendable para todo el buen jugón que se precie.
Lo mejor: buen apartado gráfico, tenis con un poco de historia, muy adictivo.
Lo peor: el sonido es algo discreto, quizás demasiado fácil.
Desde que comienza el juego comenzamos a ver novedades respecto a la versión de Gamecube. La principal radica en la posibilidad de iniciar un modo historia, pero con personajes no conocidos de Nintendo. En este apartado encarnamos a un joven inscrito en una escuela de tenis; nuestro propósito es avanzar desde las categorías alevines hasta llegar a los grandes torneos (tanto en individuales como en dobles). El estilo de llevar la historia recuerda mucho a los juegos Pokémon, sin embargo cuenta con alguna novedad más, como por ejemplo la existencia de minijuegos para mejorar nuestra técnica. Prácticamente el único punto negativo de este modo es la larga duración de algunas conversaciones, de hecho, antes de ponernos a jugar tendremos que esperar casi media hora.
El estilo de avanzar en el juego también recuerda a la ya mencionada saga Pokemon, nuestro personaje principal irá recaudando experiencia a lo largo de las pruebas y partidos, y gracias a ella mejorar algunos aspectos de su tenis. Con esto tenemos varias posibilidades en el diseño del jugador, ya que podremos otorgarle un carácter técnico o de potencia, entre otros. Con esto cabe reseñar otro pequeño defecto del título, y es que si practicamos demasiado el juego nos resultará excesivamente sencillo.
Gráficos: destacables
El aspecto gráfico a nivel general es de un nivel muy alto dentro del catálogo de Game Boy Advance. El esfuerzo de intentar equiparar el estilo gráfico de este juego al Gamecube es bastante loable, y en muchas ocasiones las reminiscencias son muy, muy claras; sirva de ejemplo los golpes especiales que son idénticos prácticamente a los del cubo (aunque evidentemente no puede mostrar el mismo espectáculo de efectos gráficos). La academia y sus alrededores es muy rica en detalles. Desde una vista elevada podemos movernos por diferentes estancias muy bien representadas (restaurantes, pistas, centros de entrenamiento...), la monotonía es eludida siempre gracias a la introducción de multitud de pequeños detalles.
Como en la mayoría de los juegos de Nintendo la paleta de colores es muy viva. Ésta se ve claramente en los personajes, diseñados de un modo peculiar y muy marcado, por ejemplo los jugadores con potencia serán voluminosos y con colores más oscuros.
Música/Sonido: algo más flojo
Probablemente este sea el apartado más flojo de todo el juego, la culpa de ello lo tiene por un lado las propias limitaciones que ofrece la consola y por otro las repetitivas melodías que suenan en el juego, bien es cierto que son muy agradables de escuchar, pero no estaría de más una mayor variedad. Sin embargo también vemos un aspecto muy positivo: el juego está doblado en algunas ocasiones con la misma voz que en la versión superior, esta voz se escucha claramente y por supuesto en castellano.
Jugabilidad: simple
Si por algo se han caracterizado todos los juegos deportivos de Mario es por la sencillez de manejo, no hay que ser ningún experto para ponerte a jugar. Este no es ninguna excepción aún a sabiendas que utiliza la mayoría de los botones. Nos movemos con la cruceta de dirección, con el A efectuaremos un golpe liftado y con el B cortado, el botón L se reserva a tirarse en plancha. Ahora, si esto nos parece demasiado complicado podemos configurar la dificultad del juego a fin que nuestro jugador haga cosas por sí solo, como tirarse a por la pelota si prevee que no va a llegar corriendo.
Dejando de lado los partidos, el avance por el juego es de lo más sencillo: controlamos a un personaje que deberá ir a lugares de entrenamiento y de torneos, en estos viajes sólo será necesario utilizar el botón A para realizar las acciones o para hablar con la gente. Por cierto, el estado de ánimo de las personas también está representado en el juego, a través de un intuitivo sistema de viñetas.
Edición española: una buena traducción
Para un juego de tenis exclusivamente no es necesario traducir un juego, sin embargo este cuenta con un modo historia y ha sido traducido, y muy bien. Además trae como novedad una extensa lista de definiciones acerca de conceptos tenísticos, no muy útiles para el juego pero que sin duda es de agradecer.
Sobre el manual cabe decir que es bastante extenso (95 páginas si contamos todos los idiomas) y que está impreso en blanco y negro. La calificación por edad del juego asciende a 3+, sin ningún otro sello de advertencia.
Conclusión: imprescindible en GBA
Nos encontramos ante un título que no debería faltar dentro de nuestra ludoteca. Todos sus apartados gozan de un gran nivel (un poco menos el sonoro). Especial atención merece la jugabilidad, con la sencillez como gran aspecto. Y como en todas los buenos títulos los detalles están a la orden del día: diccionario, cuidada traducción, etc. En resumen, un título recomendable para todo el buen jugón que se precie.
Lo mejor: buen apartado gráfico, tenis con un poco de historia, muy adictivo.
Lo peor: el sonido es algo discreto, quizás demasiado fácil.
