Análisis de Mass Effect 2 (Xbox 360)

Carátula Mass Effect 2

Fecha de lanzamiento: 29 de enero del 2010

Características: Xbox 360-Acción-Rol-Aventura-Futurista-Fantástico

Distribuidor: Electronic Arts

Productor: Electronic Arts

Desarrollador: Bioware

Precio: 29,95€

Manual: Castellano.
Textos: Castellano.
Voces: Inglés.

Código PEGI: +18

Web oficial: Disponible

 

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Análisis publicado el 02-08-2010 por Pablo.

Mass Effect fue la primera "Space Opera" de Bioware para Xbox 360. Su anterior Space Opera para Xbox, KOTOR (Star Wars: Caballeros de La Antigua República), fue una auténtica obra maestra del rol cuyos únicos defectos fueron algunos leves problemas de rendimiento en la versión de PC y una secuela lamentable perpetrada por Obsidian Entertaiment. Como era de esperar, mucho se esperaba de esta nueva saga y no defraudaron, creando uno de los mejores juegos de esta generación. Ahora, tras cambiar de distribuidora (Electronic Arts la compró en el 2007, unos meses antes de lanzar el primer juego) Bioware nos vuelve a sorprender con la esperada secuela, que no solo tiene espectaculares giros argumentales, sino que ha revolucionado también la jugabilidad de la saga. ¿A mejor o a peor? Pues... es una pregunta dificil de responder, sólo se puede decir que "depende"; esta respuesta tan cutre no se debe a que queramos que os leáis todo el artículo (bueno, un poco sí) sino que realmente dependiendo del punto de vista los cambios se han convertido en enormes mejoras o algún que otro defecto.

Si hay una palabra que define a Mass Effect es "cambio". Cambio en todo, cambio en la jugabilidad, cambio en los controles, cambio en la historia, cambio en el ambiente, cambio en los personajes y el periodo temporal, todo ha cambiado. Tanto es así que la galaxia está irreconocible; en el primer juego se nos descubría poco a poco un universo espectacular, que normalmente normalmente era luminoso y bello, además de relativamente civilizado; casi siempre permanecíamos en el conocido "Espacio de la Ciudadela" (la zona que aceptaba las leyes dictadas por el consejo), cuya parte más "sombría" era una lejana colonia humana en un planeta en ruinas. Además, no se nos permitía entrar en los "Sistemas de Terminus" para evitar un posible conflicto militar. En ME2 ahora es exactamente al revés, prácticamente se nos impide movernos por el "Espacio de la Ciudadela" para que no molestemos al consejo, y tendremos que volar por los anárquicos "Sistemas de Terminus". Ahora resultará de lo más normal visitar estaciones oscuras y decadentes en las que impera la ley del más fuerte, normalmente los mercenarios y criminales; incluso uno de los compañeros de viaje de Shepard es un mercenario que está a bordo de la Normandía (la nave de Shepard) nada más que por dinero, ya no trabajamos para la Alianza Terrestre y el consejo nos mira con recelo, como si arrepintiesen de habernos nombrado un Espectro (agente especial por encima de la ley). No queremos contar mucho más para no hacer un spoiler tan grande como una casa, pero se podría decir que, hablando mal y rápido, Mass Effect 2 está "que no lo reconoce ni la madre que lo parío".

Como anunciaron los desarrolladores, ME2 nos permite importar la partida guardada que tengas de ME1, no conservarás las armas, niveles o mejoras que hubieras obtenido, pero sí la línea argumental. Por supuesto, existe la opción de empezar desde cero, con la salvedad de que el juego "decide" que es lo que pasó en aquellos momentos importantes en los que Shepard debía tomar alguna decisión importante. El argumento transcurre dos años después del ataque a La Ciudadela (la mayor estación espacial de la Galaxia y sede de El Consejo, el órgano de gobierno principal que soluciona los problemas entre especies) por parte de Saren, los Geth y el Soberano en el 2185, cuando parte de la flota militar humana cayó tratando de defender la estación del ataque de estas razas de máquinas con IA propia. A pesar de que todos vieron al Soberano, un "Segador", pocos creen que existe esa raza o siquiera una amenaza tan grande como cuenta Shepard, por lo que pocos creen en la historia del personaje protagonista y... hasta ahí podemos leer si no quieres que te reventemos la historia.

Jugabilidad ampliamente modificada

Una vez más manejamos a Shepard en tercera persona en todo momento exceptuando durante las conversaciones y, a diferencia de otros juegos de Bioware, lo primero que haremos no es pasarnos varios minutos creando al personaje. Curiosamente se ha incluido un prólogo que nos sirve para tener algo de acción nada mas empezar a jugar, lo cual ha servido para corregir uno de los grandes errores que han tenido las Space Operas de Bioware: el aburrimiento inicial. Por que reconozcamoslo, KOTOR y ME1 son dos grandes obras maestras, pero el momento inicial de ambos juegos no es precisamente la parte más brillante. En ME1 la caracterización del personaje no era demasiado larga (lo cual era bueno y malo al mismo tiempo) y la fase inicial era buena, exceptuando los muy pobres primeros enemigos. Sin embargo en KOTOR esto ya era directamente demencial, con un larguísimo dialogo sin fin que, si bien era muy útil desde el punto de vista de un RPG (te ponía al tanto de lo que estaba pasando) era completamente absurdo desde el punto de vista de que estábais a punto de morir todos y... ¡nadie se callaba ni hacía nada!

Tanto si empiezas una partida desde cero o importas un personaje de una partida anterior de ME1 o ME2, tras el prólogo y unas cuantas espetaculares escenas cinemáticas toca la creación del personaje. Se han mantenido las clases de ME1, que nos permiten elegir que tipo de héroe o heroina queremos ser, desde el soldado por defecto que viene a ser un humano mejorado, hasta los especialistas en tecnología o biótica, que son expertos en manipular técnología o usar la energía de su mente en combate. También hay varias clases intermedias y una llamada Centinela, la más dificil de manejar, que combina habilidades en técnología y biótica y una casi total ineficiencia absoluta en armas normales.

Lo que si se ha modificado, y sustancialmente, son las especializaciones y poderes de cada clase y personaje. Bioware ha optado por la via de la especialización, lo cual, en los inicios del juego, da la impresión de que se ha reducido considerablemente la variedad; sin embargo, cuando el equipo está más completo, nos damos cuenta de que las capacidades del pelotón están repartidas entre todos sus miembros y ninguno de ellos tiene las mismas habilidades. Al igual que en ME1, o aún más, es muy importante elegir bien el grupo de dos compañeros que nos acompañarán en las misiones ya que la dificultad aumenta considerablemente si se seleccionan incorrectamente y la jugabilidad cambia bastante dependiendo del pelotón, además de la clase que hayamos elegido manejar.

Aún mayores son las diferencias en la parte del combate. Si a ME1 se le consideraba un "RPG moderno" (es decir, un juego de "rol light" en el que te inchas a pegar tiros) ME2 se podría considerar un "RPG aún más moderno", se han simplificado las opciones de subida de nivel del personaje, ha dejado de tener importancia el nivel del personaje para la eficiencia de la puntería (ahora sólo dependes de lo hábil que seas en los controles) y se ha cambiado bastante el combate. Los enemigos ahora sí son capaces de destrozarte con unos pocos disparos y tienen una puntería bastante buena, por lo que cubrirse continuamente con los elementos del escenario es casi imprescindible y por momentos parece que estás jugando a Gears of War.

Hablando de las armas, ahora hay munición. Bioware ha decidido que tener armas que puedan disparar hasta el infinito (mientras no se calienten) no es una buena idea y se vuelve a un sistema de combate "más tradicional". Este cambio en el universo del juego está más o menos bien justificado desde el punto de vista argumental, pero el hecho de que en un periodo de tiempo tan tan pequeño hayan desaparecido todas las armas antiguas es raro, y no ayuda mucho a afianzar la idea el hecho de que todos los que nos terminamos ME1 con un nivel superior al 50 sabemos perfectamente que las últimas armas que lográbamos tenían una cadencia de fuego espectacular, que es precisamente la excusa que se usa para volver a los cargadores térmicos que ayudan a refrigerar las armas.

La IA de tu pelotón depende de que personajes lo formen, se supone que los personajes tienen distintas maneras de combatir; cuesta apreciarlo en medio del combate y su iniciativa propia queda anulada por tus órdenes, pero si es cierto que combaten de distinta manera entre sí, aúnque con resultados desiguales. Mientras que Mordin (ex-fuerzas especiales salarianas) hace lo que se supone que tiene que hacer apareciendo a veces en el lugar más inospechado tras las líneas enemigas, Grunt (el Krogan que es un crack en el cuerpo a cuerpo) no siempre, o mejor dicho, rara vez se acerca a un enemigo y tiende a cubrirse en vez de embestir; de hecho, es normal encontrarlo detrás de ti... La IA de los enemigos no es mala, pero rara vez toman la iniciativa y te sorprenden. Como decíamos antes parece que estés jugando a Gears of War, pero desde el punto de vista de un shooter puro y duro no es mejor juego.

Los minijuegos de "pirateo" y "derivación" (para abrir puertas, cajas fuertes, etc) son bastante entretenidos y resultan mucho mejor que el sistema de combinación de teclas que se usaba en ME1, pero sin embargo choca bastante que en el primer juego fuera necesario llevar en el equipo a un experto en tecnología para poder piratear algo y que en esta nueva entrega Shepard sea capaz de hacerlo todo sin ayuda.

El Medigel (el elemento que se usa para curarte a ti y a tus compañeros en el universo de Mass Effect) es mucho más escaso y, a diferencia de en ME1 y como en todos los shooters modernos, basta con cubrirse unos segundos y no recibir disparos para que la salud vuelva a subir y el escudo se regenere. De ME1 se ha mantenido el sistema de rueda de poderes y armas (dos menús circulares que se abrían al mantener pulsados los gatillos superiores) que se usan para cambiar de arma y ejecutar un poder del personaje, sin embargo han sido modificados los controles para que puedas acceder a tres de los poderes desde varias teclas del mando sin abrir los menús, por lo que no hace falta pausar la acción para usar poderes tecnológicos o bióticos. Además, puedes dar órdenes de ataque y movimiento a los dos miembros de tu pelotón que te acompañen usando la cruceta.

Las armas también han cambiado radicalmente, ha desaparecido el inventario típico de todo juego de rol y ahora sólo dispones de unas pocas armas que llevas con tu personaje; se puede mejorar el daño de las armas usando los poderes de tu personaje y en el laboratorio de la Normandía, pero no puedes hacerlo tú mismo en medio del campo de batalla a través del desaparecido inventario. La variedad de armas es pequeña (dos o tres por tipo), pero las diferencias entre ellas son bastante mayores que en ME1. Las armaduras también han cambiado, como no está el inventario no puedes tener varios modelos ni cambiar de ellos durante el combate, pero sí mejorarla en la Normandía.

A pesar de todo, sí es un RPG

Si no hay inventario y las armas son pocas, ¿entonces este juego conserva algo de RPG? Sí, conserva las subidas de nivel (simplificadas respecto a ME1), las tiendas que encontraremos en tres puntos de aterrizaje concretos (pero más simplificadas que en ME1, sólo sirven para comprar mejoras) y, por supuesto, los espetaculares y cuidados diálogos a los que ya nos tiene acostumbrados Bioware. Una vez más podemos elegir siempre entre varias opciones durante una conversación y hacer pequeños cambios en la línea argumental dependiendo de nuestras respuestas.

Seguimos contando con el sistema de ME1 de respuestas "malas" y "buenas" que permiten subir los atributos de "virtud" y "rebeldía" del personaje. La novedad es que como ahora no podemos usar los puntos de experiencia para subir el atributo "carisma", que no existe, y la única manera de desbloquear opciones de diálogo de virtud o rebeldía es, precisamente, realizando acciones de virtud y rebeldía, las cuales son excluyentes entre sí; es decir, que no puedes especializarte en ser un cabronazo y luego intentar convencer a alguien de que eres una buena persona o viceversa. Por un lado se gana en coherencia, por el otro se pierde la posibilidad de crear un personaje "gris" que no sea ni bueno ni malo. O mejor dicho, puedes crearlo, pero funcionará peor en el juego que está optimizado para que te decantes por un lado u otro.

Además, se ha incluido un nuevo sistema de "acciones rápidas" que pueden ser malas o buenas. En algunos momentos del juego aparece el indicador de virtud o rebeldía junto al icono de uno de los dos gatillos del mando. Si somos rápidos (a veces aparecen menos de dos segundos) podemos realizar alguna acción a través de una acción cinemática que cambiará el diálogo o situación en el que nos encontremos. Las acciones son de todo tipo, desde apartar la mano a alguién que está a punto de ejecutar a un indefenso hasta interrumpir una conversación creando una explosión que mata a sus participantes, depende de nosotros modificar levemente el guión y ganar los puntos de virtud o rebeldía correspondientes.

¿Y todo esto como afecta al juego? Pues depende del punto de vista, si ME2 es usado por un amante de los juegos de rol tradicionales seguramente y en el mejor de los casos no le convenza la ausencia de inventario y la mayor importancia de las fases de combate sobre los diálogos. No hay objetos que encontrar, puzles que resolver y casi te diría que más que un RPG es un "shooter con sistema de niveles" en el que no puedes construir un personaje complejo. Si el punto de vista del jugador es menos purista seguramente reciba todos estos cambios con agrado, ya que el combate ahora es más algo más desafiante y "subir de nivel" es algo que se puede palpar ya que cada habilidad sólo tiene 4 niveles y están muy diferenciados entre sí. Además, se evitan un monton de situaciones tipicas de RPG que en el fondo no son nada realistas, como cambiarse de armadura en mitad de un combate o ir cargado con todas las armas que has recogido desde el principio del juego (¿dónde se supone que las lleva Shepard en ME1? Para que en todo momento sólo se vieran tres en su espalda... ¿todas las demás se las metió por el culo?).

Como si estuvieramos en una película

Pero por encima de la nueva jugabilidad hay algo que destaca mucho en ME2, y es el ritmo. Si existiese el equivalente a los Oscars al mejor montaje y mejor dirección para un vídeojuego este año se lo lleva, con mucha diferencia, Bioware por Mass Effect 2. No estoy hablándo sólo de las escenas cinemáticas (que son muchas y muy buenas) sino también de la organización de la historia y el planteamiento de las misiones. En ME1 el guión era relativamente corto si se hacía del tirón y el número de tareas secundarias era enorme siguiendo la típica estructura de los juegos de rol. En ME2 se ha dado la vuelta a este sistema y, a pesar de haber tareas secundarias, éstas son casi anecdóticas y caen en el olvido en comparación con el enorme y bien estructurado guión principal, el cual es largo, siempre emocionante e interesante. Si optamos por realizar el juego del tirón resulta algo más largo que ME1, y si nos paramos en las tareas, los favores que nos piden nuestros compañeros de viaje (misiones de lealtad) la exploración espacial para encontrar recursos el número de horas de juego se eleva por encima de 100, y siempre interesantes.

Hay que destacar que las antes citadas misiones de lealtad, no imprescindibles para completar la trama (pero ojo, si influyen en la trama), son tan largas o más que algunas misiones principales y tienen una enorme cantidad de escenas cinemáticas, tanto que si se opta por terminar el juego sin haberlas realizardo nos habremos perdido una parte enorme, y no estoy hablando sólo de horas de juego ligeramente aburridas como en las misiones de exploración planetaria en ME1.

Tal vez la única pega que se le puede poner es que a veces abusa en exceso de resolver los problemas a tiros y da la impresión en un par de ocasiones de que no está muy trabajada la justificación para desenfundar (cuando aterrizamos al ir a reclutar a Okeer, por ejemplo), por contra hay que alabar el trabajo de los guionistas en algunos puntos concretos y personajes, como Solus Mordin, que es, con diferencia, el que tiene una de las mejores misiónes de lealtad más trabajadas y algunos de los dialogos más curiosos e interesantes del juego.

Por supuesto, además de las escenas cinemáticas, también han mejorado los gráficos respecto a ME1. No sólo se trata de una mejora técnica (que la hay), sino también a nivel artístico. Basta con comparar las partes de la ciudadela que se muestran en ambos juegos para ver como ha madurado la concepción artística del universo de Mass Effect (eso sí, no les perdonamos a los diseñadores que no se pueda recorrer más partes de la ciudadela, ¡la visita al consejo da vergüenza ajena!).

Los efectos de sonido son bastante buenos y colaboran junto con el resto de los elementos para crear la fantástica ambientación que nos sumerge en todo momento durante la partida. Lo mismo pasa con la banda sonora, la cual ha sido creada por Jack Wall. Si la escuchas (por ejemplo en Grooveshark) verás que ha mejorado bastante respecto a su predecesor y algunas de las melodías llegan a ser realmente épicas.

Las expansiones

Como es norma hoy en día el juego se ha diseñado pensando en vendernos extras más adelante. No es casual que la bodega de carga esté medio vacía y haya departamentos en la Normandy listos para recibir a un ocupante que no aparece si no compramos determinadas expansiones. En el momento de publicar este análisis estaban disponibles los siguientes DLC:

  • La Red de Cerberus: Esta es una de las pocas por las que la mayoría de la gente no ha tenido que pagar, ya que venía incluido un código promocional para descargarla gratis en la mayoría de las copias del juego: Es básica para usar las demás e incluye un mercenario con una espectacular cicatriz que se une a tu equipo y tiene una excelente misión de lealtad, es imprescindible.
  • La memoria robada de Kasumi: Es barata (6€ aproximadamente), incluye un personaje que también es bueno (pero tiene diálogos muy pobres) y una misión que, si bien no es la mejor del juego, sí es bastante espetacular y permite apreciar como será un piso de lujo dentro de 200 años: muy recomendable.
  • Firewalker: es, con diferencia, la más floja. Por fin se nos da acceso al prometido "tanque volador" (Hammerhead), pero no podemos usarlo con libertad como en ME1; sólo estará disponible en contadas ocasiones y la jugabilidad es bastante floja. Posiblemente sea la parte más floja del juego, pero es recomendable tenerla, entre otras cosas por que ES GRATIS ya que es una de las descargas gratuitas de La Red de Cerberus.
  • La última, Overlord, es una expansión bastante completa que nos reencuentra con el Hammerhead, ya que su uso mejora considerablemente y el diseño de escenarios es excelente. La jugabilidad no cambia, pero sí los escenarios, tanto que parece que estás en una película de terror cuando llegas a la nave Geth. Muy recomendable a pesar de que pasarse el final con la dificultad en modo "locura" es casi del todo imposible.
  • También hay otros packs de armas, complementos y ropas para algunos personajes. A pesar de que son baratos no aportan nada que realmente merezca la pena y casi se podría decir que estropean el juego más que otra cosa (cuando la expresividad facial de los personajes es tan buena ponerles un casco gigante que les tapa la cara es una mala idea, señores de EA y Bioware, es una muy mala idea). Si eres un friki absoluto de la saga te los comprarás, pero desde el primer momento te darás cuenta de que no merecen la pena.

Finalmente ha sido anunciada recientemente una nueva expansión en la que Liara T"Soni será la co-protagonista y nos explicará que pasó durante los dos años en los que Shepard estuvo "ausente". Aún no hemos podido probarla, pero promete bastante. Si es tan barata como las anteriores y está al nivel de Overlord o La Memoria Robada de Kasumi será, sin lugar a dudas, muy recomendable.

Sacando conclusiones, un trabajo dificil

Para escribir este artículo hemos terminado dos veces ME2, una con un personaje "bueno" importado y otra con un personaje "malo" creado para la ocasión. No hace falta mencionar que el juego nos ha encantado, sino no nos lo habríamos terminado dos veces. Ahora bien, no todo es perfecto y, a diferencia de lo que han hecho otras muchas publicaciones, no vamos a ponerle un 10 simplemente por lo mucho que nos ha deslumbrado.

Realmente ponerle una nota a este juego es dificil. En todo momento uno lo juega emocionado, está diseñado para que te lleve de un momento épico a otro, su diseño roza lo impecable y el guión está cerca de ser casi perfecto. Es cierto que hay tres o cuatro burradas bastante gordas que te hacen pensar si los guionistas fumaban crack para desayunar, pero que rápidamente son olvidadas por la vorágine de escenas cinemáticas que en todo momento guían la historia. Si nos dejamos llevar y además nos gusta la ciencia ficción la nota justa para Mass Effect 2 sería un 11 sobre 10.

Pero claro, uno debe poner los pies en la tierra y pensar estas cosas friamente. Desde un punto de vista estricto, diseccionándolo adecuadamente y eliminando de la ecuación toda la parte visual y sonora, esta nueva entrega no es más que un "RPG rebajado" al que se le han incluido una gran cantidad de elementos de shooter, creando una jugabilidad que se hace un poco repetitiva a largo plazo y no es para nada superior a la de otros shooters, y por supuesto tampoco es superior a la de otros RPG, no está ni cerca de ello. El juego se nota bastante simplificado en todos sus aspectos, basta poner de ejemplo la imposibilidad de comparar las estadísticas de armas o armaduras (algo básico en cualquier RPG que se precie) o que ahora siempre está clara cual es la respuesta que tenemos que dar para ser "bueno" o "malo", ni siquiera hace falta leerselas para saber cual quieres contestar, algo muy distinto a lo que ocurría, por ejemplo, en Kotor y aún más sencillo que en ME1.

Teniendo en cuenta que los cambios que han hecho han molestado tanto a algunos fans de la saga que Christina Norman (de Bioware) ha tenido que publicar un documento interactivo explicando las razones para realizar los cambios y anunciado que habrá "más RPG" en ME3, pues... se podría decir que su nota justa sería un 6.5 sobre 10.

Pero claro, cuando uno ha terminado de decidir esa nota rápidamente se da cuenta que ponerle un 6.5 a un juego que te ha hecho rejugarlo dos veces, que estarías dispuesto a terminártelo una tercera en breve (seguramente antes de que salga la tercera entrega, en 2011), que tiene un guión tan bueno (a pesar de que desaprovecha a los enemigos, está todo centrado en "los buenos"), que tiene las mejores cinemáticas vistas en mucho tiempo y una banda sonora que... bah, para que seguir. Su nota final, la única que nos ha parecido justa, es la de "casi matrícula de honor", es decir, un 8.5 siendo un poco estrictos. Podríamos haber sido un poco más generosos, es verdad, pero no habríamos sido fieles a la idea de evitar ser deslumbrados y abobados con un buen juego de luces y colores que tapa las carencias, cosa que ME2 consigue con una facilidad asombrosa. No es extraño que hayan decidido empezar a producir una película basada en esta saga, esperemos que lo hagan bien, por que si quieren acercarse al nivel del videojuego tendrán que hacer una maldita obra maestra.

Antes de que se nos olvide mencionarlo: todo el juego está en castellano menos las voces, que van perfectamente sincronizadas con unos subtítulos que son casi perfectos (fallan dos veces a lo largo de todo el juego en dos frases sueltas). El manual no podemos juzgarlo por que la versión promocional que hemos analizado no lo incluía.

Lo mejor: el guión, las escenas cinemáticas, los dialogos y los personajes.
Lo peor: la jugabilidad simplificada que lo aleja significativamente de lo que tendría que ser un RPG.

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Horas jugadas: 200

Jugabilidad: 7
Gráficos: 9
Música y sonido: 9
Edición española: 7.5
Nota final: 8.5

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