Análisis de Kane & Lynch 2: Dog Days (PS3)
Fecha de lanzamiento: 27 de agosto del 2010
Características: PS3-Acción-Shooter-3º persona-Tiempo actual
Distribuidor: Koch Media
Productor: Eidos
Precio: 70,95€
Manual: Castellano.
Textos: Castellano.
Voces: Castellano.
Código PEGI: +18
Web oficial: Disponible
Análisis publicado el 09-11-2010 por HDLL.
Tras el criticadísimo Kane And Lynch 1: Dead Men su secuela desembarca en los mercados internacionales para enmendar todo lo que hizo de la primera parte uno de los títulos de acción más abruptos. De nuevo encarnando a la histriónica pareja de criminales, nos sumergimos ahora en el mundo de la mafia china de Shangái, donde tendremos que enfrentarnos a una ristra de tiroteos delirantes. Que Lynch nos pille medicado.
Historia
Dos años después de las tropelías de Adam Marcus (Kane) y Lynch, el segundo ha conseguido conciliar una vida tranquila en Shangái junto a su novia china Xiu. Pero esta paz que había alejado a Lynch de su esquizofrenia y la medicación inerte se quiebra cuando recibe la llamada de Glazer para proponerle una misión sencilla, un trabajo sin dificultades aparentes. Tiene que gestionar el envío de un cargamento de armas a África. A Lynch le convence la idea y decide retomar la relación con Kane llamándole y ofreciéndole colaborar con él en ese discreto trabajo. Como se ve preveía, el riesgo es más alto del pensado en un primer momento, y la insulsa y plana labor se convierte en un problema de dimensiones colosales.
En síntesis, el típico argumento de malos y más malos con un guion inexistente donde la acción toma todo el protagonismo. Más allá dentro de este apartado no encontramos ni un ápice de interés que merezca ser comentado para bien exceptuando el carisma de los protagonistas, un haz de luz atrofiado por la intensa oscuridad que lo circunda.
Jugabilidad
Desde el punto de vista jugable, Kane And Lynch 2: Dogs Days es el típico juego de acción en tercera persona, con posibilidad de cubrirte con la arquitectura y los objetos cercanos. Del control no hay demasiado que decir, es bueno, sin alardes ni innovaciones, aunque a veces se muestre un tanto impreciso, tanto en la cobertura como en el movimiento y en el apuntado. Por supuesto podemos disparar con una de las dos armas que podemos llevar equipadas sin apuntar pero entonces hemos de olvidarnos un acierto importante. Asimismo el control nos permite correr con una peculiaridad que nos recuerda a Gears Of War; en cuanto lo hacemos, la cámara trasera se ladea con brusquedad constantemente para dar la impresión de que estamos corriendo de verdad. Nuestra vida, como también ocurre en Gears Of War entre otros títulos, se apaga a medida que recibimos disparos y la pantalla se nos enrojece; para recuperarla nos basta con aguardar en cualquier lugar sin ser heridos durante unos segundos.
El juego se prolonga durante once monótonos capítulos cuya duración general es insuficiente. Ni siquiera en su máxima dificultad (extremo, que acompaña a fácil, normal, y difícil) se puede considerar que la duración dé un salto cuantitativo. Quien adquiera este título debe ser consciente de que su faceta más limitada es el modo historia, siendo el online la única vertiente que puede explotarse para alargar la vida del juego. Sólo la cooperación a pantalla partida anima el exiguo modo principal.
Por su parte, el modo arcade nos ofrece la oportunidad de jugar a una especialidad del online pero completamente offline, donde el mayor aliciente es conseguir el mejor marcador que nos permita nuestra capacidad. En este modo nos dispondremos a atracar un suculentísimo botín, pudiendo traicionar incluso a nuestros compañeros para robarles su parte de este saqueo; la policía, por su parte, obstaculizará nuestra huida hacia la furgoneta. Lógicamente si traicionamos a nuestros compañeros, estos sabrán que somos el traidor e irán a por nosotros, a quienes se sumará la policía, lo cual requerirá una maña extraordinaria para escapar airoso.
El modo online cuenta con tres tipos de juego: alianza frágil, policía infiltrado y policías y ladrones. En alianza frágil pertenecemos a un grupo (policías o ladrones) y cada vez que nos aniquilan renacemos en el grupo contrario. Policía infiltrado es un estilo de juego más que interesante; sólo contamos con un grupo de ladrones que se disponen a su labor de pillaje, pero entre ellos hay un policía que desde el principio de la partida avisa automáticamente al resto de policías para que los tiroteen. El objetivo es robar la máxima cantidad posible y escapar de allí, no sin antes asesinar al policía antes de que este acabe con el resto. Policía y ladrones es el típico modo de juego que hemos leído en el párrafo anterior pero con jugadores online.
La cantidad de jugadores oscila entre 1 y 16, dependiendo del modo que seleccionemos y, como cabía esperar en un juego de este estilo, tendremos unas estadísticas personalizadas, tanto de nuestras partidas igualadas (clasificables) como las partidas de jugador (las no clasificables). Los servidores funcionan adecuadamente, contando con una estabilidad más que buena, sin apenas lag.
Por su parte, la diversidad de los mapas (unos seis) no está nada mal, sobre todo si estamos dispuestos a pasar por caja y pagar los nuevos que, suponemos, se irán incrementando. Sin embargo, los grandes parecidos de los modos de juegos entre sí acaban por conducir al tedio inevitablemente. Tres opciones de juegos tan semejantes entre sí nos parecen pocas y exiguas para extender la supervivencia del título en la competitiva comunidad online.
