Análisis de Red Dead Redemption (PS3)

Carátula Red Dead Redemption

Fecha de lanzamiento: 21 de mayo del 2010

Características: PS3-Aventura-Acción-3º persona-Sandbox-Oeste Americano

Distribuidor: Take 2 España

Productor: Rockstar Games

Desarrollador: Rockstar North

Precio: 64,95€

Manual: Castellano.
Textos: Castellano.
Voces: Inglés.

Código PEGI: +18

Web oficial: Disponible

 

Imagen 11 de Red Dead Redemption

Imagen 10 de Red Dead Redemption

Imagen 9 de Red Dead Redemption

Imagen 8 de Red Dead Redemption

Imagen 7 de Red Dead Redemption

Imagen 6 de Red Dead Redemption

Imagen 5 de Red Dead Redemption

Imagen 4 de Red Dead Redemption

Análisis publicado el 16-11-2010 por alex.

No es nada descabellado decir que Rockstar tiene cogida la medida a los sandbox. Tan sólo hay que ver sus geniales GTA para darse cuenta de que saben hacer bien las cosas. Pero, ¿qué pasaría si trasladamos la acción a otra época y lugar? ¿qué tal al salvaje oeste? Eso es lo que nos propone Red Dead Redemption, y lo hace poniendo el listón a un nuevo nivel.

Historia
Los chicos de Rockstar nos proponen visitar el lejano oeste americano a principios del siglo XX, más concretamente la parte fronteriza entre EEUU y México. Para ello encarnamos a John Marston, un ex-convicto que tiene la difícil tarea de entregar a las autoridades a dos antiguos compañeros de fechorías.
 
Con esta premisa nos presentamos en el estado de New Austin (hay que decir que aunque la historia se sitúa en el oeste americano, los estados y localizaciones por los que nos movemos son totalmente ficticios) siguiendo los pasos de uno de ellos: Bill Williamson. Tras una breve presentación, éste nos dispara y nos hiere de gravedad; aunque por suerte para el protagonista una agradable lugareña le recoge y le cura en su propio hogar.
 
Aquí comienza el juego propiamente dicho, en el que controlando a John tenemos que ir avanzando por distintos pueblos para conseguir aliados que nos permitan detener a los convictos. Primeramente debemos realizar a cabo tareas simples como patrullas nocturnas en los ranchos. Con estas pequeñas misiones lo que logramos es ganarnos una imagen de cara al resto de los personajes; y además un dinero, que nos permitirá comprar desde armas hasta transportes para movernos por el mapa.
 
La manera de avanzar en la historia principal es bastante acertada, ayudando a ciertos personajes en determinados momentos éstos nos darán indicios de cómo localizar a los delincuentes (o directamente nos prometerán su ayuda). Incluso con estas misiones podemos tocar de una manera tangencial determinados aspectos de la historia principal. 
 
Como buen sandbox que es, hay que tener en cuenta además todo un arsenal de misiones secundarias, que van desde la caza y captura de ciertos criminales hasta la doma de caballos. Uno de los aspectos más interesantes del juego es la originalidad de estas misiones, por ejemplo, es muy llamativa una en la que tenemos que ayudar a un hombre a estafar a toda una población con un producto milagroso.
 
Jugabilidad
 
Red Dead Redemption es un juego en tercera persona que nos ofrece prácticamente entera libertad de exploración. Nuestro personaje tiene la capacidad de desplazarse por el mapa de tres maneras: a pie, en caballo o en otro medio de transporte (a través de diligencias o en ferrocarril). Generalmente el más utilizado es el caballo, que tiene detrás toda una serie de parámetros a controlar (como la velocidad o los saltos). Debido a lo basto del escenario, movernos a pie resulta una acción reservada casi exclusivamente a los combates y a las distancias cortas. Por último, las diligencias o el ferrocarril nos permiten movernos rápidamente por grandes distancias, eso sí, previo pago de una cuota. 
 
Nuestro protagonista es lo bastante hábil como para saltar, escalar y sortear ciertos obstáculos. Sin embargo, como punto negativo al movimiento hay que decir que es incapaz de nadar: tan solo nos podemos meter en el agua hasta una determinada profundidad.
 
El combate es una de las partes fundamentales del juego y para ello se ha optado por el ya clásico sistema de coberturas. El funcionamiento de éste es correcto y el no utilizarlo es un suicidio seguro. Lo tiroteos son el día a día en RDR, y para ello contamos con la ayuda de todo un arsenal de armas, entre las que se encuentran los típicos rifles y revólveres de la época.
 
Una de las principales innovaciones del juego es el modo Dead-Eye. Activándolo toda la acción del juego se ralentiza y entramos en una especie de trance en el que podemos apuntar a varios objetivos con muchísima precisión. Su utilización además no está reservada a los tiroteos, gracias a él podemos realizar exhibiciones de disparo que son necesarias para algunas misiones. Por supuesto esta ayuda no es ilimitada, una barra medirá el tiempo de utilización de este modo y se podrá recargar eliminando enemigos o realizando determinadas acciones.
 
Pero no todo es acción, entre disparo y disparo hay tiempo para jugar a alguno de los múltiples minijuegos. Así nos podemos encontrar por ejemplo el lanzamiento de herradura o el juego del pincho (que consiste en clavar un cuchillo entre los dedos)
 
El lugar donde se desarrolla la acción es dinámico, y ello implica que tengamos que ajustar nuestra manera de jugar al momento. Se explica mejor con un ejemplo, quizás un día podamos movernos de una ciudad a otra con libertad; sin embargo, en otra ocasión entre esas dos ciudades nos podemos encontrar con bandidos que están esperando a que algún pardillo pase por los caminos. Esta impredictibilidad de acontecimientos hace que cada partida sea un poquito distinta a la anterior. 

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