Ahora, casi 20 años después de su debut, y después de decenas de juegos de distintos géneros que van desde las plataformas y las carreras, hasta los deportes y el rol, Sega por fin ha decidido hacer lo que los fans pedían a gritos y lo que Sonic se merecía: volver a los orígenes.
Y eso es lo que es Sonic The Hedgehog 4, un regreso a los orígenes. Incluso podríamos estar hablando de un “casi remake”. Con unos gráficos renovados y adaptados a los nuevos tiempos que corren, y alguna que otra pequeña novedad, esta cuarta parte se presenta como más de lo mismo, lo cual es una muy buena noticia. Jugar a este Sonic es como volver a jugar a los tres primeros, manteniéndose intacto el espíritu y la esencia de la que carecieron los intentos de los últimos años.
Teniendo esto en cuenta, se nos presentan unos escenarios en 2D repartidos en cuatro zonas. Al igual que antaño, cada zona cuenta con tres fases, más una cuarta de enfrentamiento contra Robotnik, y una fase especial de bonus para conseguir las famosas esmeraldas, a las que sólo podremos acceder si llegamos al final de fase con 50 o más anillos. Como detalle, decir que si se consiguen todas las esmeraldas, podremos contar de nuevo con la presencia del famoso Super Sonic.
Y es que, como siempre, los anillos junto al tiempo, son la salsa del juego. Cuantos más anillos recopilemos y en menos tiempos acabemos la fase, más puntos conseguiremos, y a la larga será lo que nos dará alas para jugar de nuevo una y otra vez. Y menos mal, porque la decisión tomada por Sega de lanzar el juego en versión digital repartido en episodios nos deja una primera parte que se puede completar fácilmente en unas cuatro horas. Ahí es donde entra entonces el modo competición autoimpuesto por cada uno, empujándose a superar de nuevo los niveles con más anillos y en menos tiempo, cantidades que se pueden comparar con jugadores de todo el mundo gracias a unas tablas clasificatorias online.
En cuanto a la jugabilidad en sí, la sensación de estar jugando a alguno de los clásicos está bastante lograda, facilitándose la velocidad y el dinamismo gracias a la construcción de los escenarios (llenos de cuestas, loopings, rizos, peraltes, etc.), y a los propios movimientos de Sonic. Aún así, he de decir que, para mi gusto, el control falla y se hace tosco y complicado de manejar cuando el tema se vuelve demasiado plataformero, ya que cuesta conseguir precisión. Además, se abusa demasiado de un movimiento “nuevo”, que es el de lanzarse automáticamente hacia objetos y enemigos cuando se está en el aire, y a veces se requiere su uso en puntos en los que ni siquiera el jugador más hábil tendrá los suficientes reflejos.
Por lo demás da gusto volver a recorrer los nuevos niveles, la mayoría basados en zonas clásicas como Hill Zone o Casino Street, llenos de secretos, objetos escondidos, caminos alternativos y situaciones que invitan a obtener esa sensación de velocidad que tanto se echaba de menos en los juegos de Sonic, aunque a veces con una ligera falta de fluidez e inercia, todo hay que decirlo.
Mención especial merece la dificultad, que la posee y carece de ella a partes iguales, y me explico. Completar un nivel es relativamente fácil, pero será complicado hacerlo con los suficientes anillos para acceder a la fase de bonus o en un tiempo más o menos decente. Los mayores quebraderos de cabeza los proporcionarán las partes con más toque de plataformas, llegando a veces incluso a desesperar. Para evitar esto, se introduce en la saga una novedad que consiste en la libertad de selección de fase, pudiendo elegir en cuál queremos seguir jugando una vez que se completen las primeras. Así, si nos atascamos en un nivel, pasamos a otro y listo, ya habrá tiempo de volver atrás.
Gráficamente, poco hay que comentar que no haya dicho ya. Los escenarios están construidos en 2D, haciendo honor a los clásicos, pero se les ha otorgado una agradable sensación de profundidad que les da un toque de amplitud y grandiosidad. Cierto es que al principio resulta extraño ver un juego como este con gráficos en alta definición, pero al cabo de unos minutos jugando te acostumbras y aprendes a apreciar los detalles. Y esos detalles no son más que lo que ya conocemos, ya sea colorido, ambientación, modelados, estética, etc., pero adaptados a los tiempos que corren.
En cuanto al apartado sonoro, se puede decir que la banda sonora sigue la tónica de los tres primeros Sonic, aunque, obviamente, con una calidad de sonido superior, pero sin alcanzar tampoco el nivel memorable de aquellas entregas. De todos modos, las melodías son de un estilo similar y son pegadizas. Yo mismo me he sorprendido tarareando alguna de ellas a los pocos minutos de estar jugando. Por otro lado, si miramos los efectos son exactamente los mismos que los de antaño, algo hecho a propósito para que el jugador tenga la sensación de que ha retrocedido en el tiempo.
En definitiva, Sonic The Hedgehog 4 es lo que todos estábamos esperando desde hace tiempo y por fin hemos sido complacidos. Es cierto que este Episodio 1 sabe a muy poco, pero nos da unas directrices de por dónde pueden ir las cosas en episodios posteriores. La complicación de niveles, el regreso de personajes clásicos como Tails o Knuckles, las mejoras en el control, opciones online.... Las posibilidades son muchas. y seguro que llegarán no sólo para satisfacer nuestras ansias de recordar tiempos mejores sino también para construir el mejor Sonic que jamás haya existido.
Lo mejor: sabor clásico, sensación de estar ante un verdadero Sonic (con todo lo que ello conlleva).
Lo peor: a veces el control es impreciso, tiene puntos demasiado complicados, se hace corto.