Y es que Trópico, para quien no lo conozca, te mete en la piel de un dictador caribeño con una isla a su merced, únicamente coartado por la vigilancia internacional y las revueltas internas, ya sean civiles o militares. Volvamos a meternos en la cabeza de este dictador.
Las próximas elecciones son el año que viene, y ganarlas me va a resultar caro sea cual sea la decisión que tome. No convocarlas no es una opción, porque la comunidad internacional y mi propio pueblo se me echarían encima, y ni siquiera el ejército, a la larga, podría mantenerme en el poder. Así pues, puedo “encargarme” de John Gutiérrez, el líder de la oposición. Provocarle un accidente o encarcelarlo con cualquier excusa sería un parche efectivo pero temporal, ya que surgiría, de entre todos mis detractores, otro advenedizo que pretendiera acabar con mi mandato.
Debido a las filtraciones acerca del desvío de fondos públicos a mi cuenta suiza, a las promesas incumplidas, la deficiente sanidad y la fuerte represión en la isla, es imposible ya satisfacer al pueblo lo suficiente como para decantar la balanza a mi favor, a no ser que recurra a alguna medida populista con la que ganarme algunas simpatías decisivas, y en último momento, también podría amañar los resultados si fuera necesario. Tal vez hacer que la sanidad y los alimentos corran a cargo del Estado no sea suficiente, pero si además llevo a cabo un reducción de impuestos, eso me garantizará al victoria.
Sí, el país quedará asfixiado económicamente, pero al fin y al cabo yo sólo pretendo gobernar cinco años más, engrosar todo lo que pueda mi cuenta en Suiza y disfrutar de mi merecido retiro tras una gran labor por mi pueblo, aunque lejos de él, ya que muchos no son capaces de ver todo lo bueno que he hecho por ellos y me odian.
Todos estos dilemas y soluciones de dudosa moralidad están presentes en el juego, a disposición del jugador si así lo desea, aunque también se puede ser un gobernante honesto. De un modo u otro, el humor rebosa en Trópico y además de diversión nos proporcionará unas cuantas muecas. No podría entenderse de otro modo, ya que toca temas sensibles e incluso cita y propone a personajes de probada maldad, por eso es necesario saber ver la sátira inocente en un juego que, con mala fe, podría ser muy punzante. Por suerte, nunca lo ha sido, ni siquiera en su primera entrega (y ésa sí suscitó polémica en los medios por su temática). El humor es en Trópico parte tan fundamental como la jugabilidad, y eso suele darse en pocos juegos. Es algo que agradecer para el que lo disfruta, y algo que valorar para el que lo desaprueba.
Con esta edición, FX reúne a toda la familia Trópico aparecida hasta la fecha (está anunciada ya para este año la cuarta entrega). Una buena oferta para los coleccionistas y un interesante producto para quienes no conozcan la saga. Para estos últimos es especialmente recomendable empezar a jugar por el primer Trópico, y continuar cronológicamente hasta llegar al tercero y su expansión, no porque haya un hilo argumental que seguir, sino porque el salto tecnológico (median más de diez años entre el primer y el último juego incluidos) es muy importante, y podría decepcionar empezar por el más bonito y acabar con el más feo, por mucho que recordemos que en su día no lo fue. La edición comprende Trópico (con su expansión), Trópico 2 (donde dejamos de lado el dictador para ser un gobernante pirata), y Trópico 3, junto con su expansión Absolute Power (inédita en España hasta ahora salvo en su edición digital). Esta edición es el gran reclamo para muchos que ya tuvieran Trópico 3 (y que, recordemos, también incluía el primero) y añade edificios, decretos y la facción de los leales, además de un nueva campaña con objetivos de lo más singulares.
Teniendo en cuenta que muchas expansiones salen al mercado por veinte euros, esta edición de coleccionista por ese precio nos parece muy asequible, por mucho que se incluyan títulos de vieja pero buena añada.
Conclusión
Si te ha gustado cualquiera de las entregas de Trópico y te ha quedado alguna por probar, ésta es sin duda tu oportunidad. Por un precio muy competitivo te llevarás los juegos que no hayas podido disfrutar y, aunque repitas alguno, tendrás en una misma edición toda la saga, al menos mientras no aparezca Trópico 4. Quizá si compraste Trópico 3 (que incluía el primero de ellos), esta edición sólo te merezca la pena por la expansión Absolute Power, pero incluso en ese caso, por este precio, vale la pena. Un juego que pretende divertir, hacer reír y no sólo pasar el rato.