Análisis de Sonic The Hedgehog 4: Episodio I Artículo por Zarten, el 28-10-2010
Corría el año 1991 cuando Sega decidió lanzar al mercado una nueva creación destinada a intentar desbancar a Mario Bros. del cajón más alto del podium de los videojuegos. Eran tiempos de 16 bits, y la consola Sega Megadrive nacía con el juego
Sonic The Hedgehog bajo el brazo, un título cuyo protagonista, un erizo azul llamado Sonic, estaría destinado a convertirse en uno de los mayores iconos de la historia de los videojuegos.
Sonic The Hedgehog fue un juego prácticamente redondo, con una calidad que se situaba a la altura de tan sólo unos pocos elegidos. Sin embargo, un año después, vio la luz una segunda parte que, aunque parecía imposible, superó a su predecesora en absolutamente todos los aspectos. Tal fue la repercusión que en este punto, Sonic ya era un mito. En 1994 llegó la inevitable tercera parte, totalmente continuísta y con los cambios justos para redondear la casi perfección de la segunda entrega, suficiente para establecer un debate en el que unos se decantan por el 2 y otros por el 3 como el mejor Sonic jamás creado.. Para leer el artí completo pulsa
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