Análisis de Ace Attorney Investigations: Miles Edgeworth
Artículo por HDLL, el 21-06-2010
La historia de la saga de Capcom “Ace Attorney” se remonta al año 2001, cuando se lanzó en el mercado nipón la primera entrega de la saga, “Phoenix Wright: Ace Attorney”, para Game Boy Advance. En contra de lo que se cree comúnmente, los comienzos de la saga no comenzaron sino en la añeja portátil de Nintendo donde, incluso, llegaron a ver la luz sus dos secuelas: “Phoenix Wright: Ace Attorney Justice for All” (2002) y “Phoenix Wright: Ace Attorney Trials and Tribulations” (2004), también disponibles para PC en japonés antes de recalar en Occidente. Sus reediciones para la nueva, por entonces, “Dual Screen” de Nintendo hubo de aguardar cuatro y cinco largos años respectivamente para presentarse ante Europa y Norteamérica. Tras “Phoenix Wright: Ace Attorney” (2005) y “Phoenix Wright: Ace Attorney Justice for All” (2006 en Japón y 2007 en Europa y Norteamérica) apareció Apollo, el inédito abogado protagonista de “Apollo Justice: Ace Attorney” (2007 en Japón y 2008 en Europa y Norteamérica) cuyo lanzamiento en Japón y Europa se adelantó al de la tercera aventura de Phoenix Wright (“Phoenix Wright: Ace Attorney Trials and Tribulations”) que llegó al mercado en estas regiones los mismos años pero meses después, exceptuando el caso de Norteamérica, donde su puesta a la venta se ajustó a la cronología de la saga.
Mientras, posteriormente, Wii veía llegar las adaptaciones de las correrías de Phoenix Wright, la siguiente creación de Capcom, “Ace Attorney Investigations: Miles Edgeworth”, se preparaba para llegar a Occidente, desafortunadamente en inglés. Koch Media, quien compró los derechos de distribución en detrimento de Nintendo, se postula irremediablemente como la responsable principal de la no traducción al resto de idiomas europeos. Con este nuevo capítulo de la franquicia se reivindica la figura de uno de los enemigos más acérrimos del abogado Phoenix Wright, el fiscal Miles Edgeworth, un amigo de la juventud de Wright que le causa más de uno, de dos y tres de quebraderos de cabeza durante su vida judicial. Ahora, dejando al infalible abogado a un lado, nos ceñimos en el traje del genial fiscal Edgeworth. El azote de los criminales ya ha llegado. ¡A por ellos!. Para leer el artí completo pulsa aquí.