Análisis de Patapon 2: Don Chaka (PSP)
Fecha de lanzamiento: 12 de marzo del 2009
Características: PSP-Miscelánea
Distribuidor: Sony Computer Entertainment España
Productor: Sony Computer Entertainment
Desarrollador: Sony Online Entertainment
Precio: 29,99€
Manual: Castellano.
Textos: Castellano.
Voces: Desconocido.
Código PEGI: +7
Web oficial: Disponible
Análisis publicado el 26-04-2010 por Zarten.
Un año después del lanzamiento de uno de los títulos más originales y mejor valorados de todo el catálogo de PSP, llega a las tiendas una secuela que pretende completar lo que, sin duda, ya era un juego redondo. Bueno, en realidad ya hace meses de eso, pero lo importante es que Patapon 2 está aquí, y tiene mucho que ofrecer. De hecho, y según sus desarrolladores, este título aumenta el contenido del juego original en un 200%.
Los Patapon continúan con la búsqueda del Confín de la Tierra, buscan ESO, y lo quieren a toda costa. Pero la búsqueda, no será fácil. En su camino se interpondrán tribus rivales que les declararán la guerra, y muchos territorios estarán celosamente defendidos por grandes bestias a las que habrá que derrotar. ¿Podrán nuestros queridos Patapon salir victoriosos?
Directo al grano
De nuevo volvemos a controlar al Dios de los Patapon, Kami, y daremos órdenes a través de los sonidos de un tambor, tal y como ocurría en la primera parte. Nos encontramos otra vez ante un juego que combina la música, los puzles, la táctica y la estrategia, e incluso un poco de juego de rol, todo ello construído en un colorido y cuidado entorno 2D de scroll lateral. Por supuesto, justo como en la precuela. Y es que Patapon 2 es una secuela directa que continúa el legado de su predecesor. Muchos podrán decir que si algo es bueno y ha tenido éxito, ¿para qué cambiarlo?, basta con cogerlo, mejorarlo y ampliarlo. En este caso, la fórmula funciona, que no siempre es así, y el resultado es un nuevo juego de una calidad envidiable.
Para el que ya haya jugado a Patapon, explicar el sistema de juego quizás sea algo tan obvio que resultaría aburrido. Sin embargo, ir directamente a las novedades sería un poco injusto para aquéllos que se unen a la saga en esta segunda entrega. Por ello, voy a intentar alcanzar un equilibrio místico que me ayude a contentar a ambas partes por igual, siempre considerando la posibilidad de que alguien llegue a leer este análisis.
Así resumiendo, diré que cada uno de los botones de la consola (cuadrado, círculo, equis y triángulo) equivale a un golpe de tambor con diferente tono (Pon, Pata, Chaka y Don), y la combinación de los mismos puede significar avanzar, protegerse, atacar, etc., pero siempre manteniendo el ritmo de la música que suena, lo cual exige cierta concentración. Si lo conseguimos durante un tiempo determinado, entraremos en el modo Fever, en donde los Patapon reciben unas mejoras en sus características que ayudarán sobremanera en los combates. El sistema de juego es simplemente ese, avanzar y luchar contra los enemigos siguiendo el ritmo marcado mediante los golpes de tambor. Según las combinaciones de botones, nuestros Patapon llevarán a cabo diferentes acciones, como pueden ser las de atacar, defenderse, avanzar, retroceder o invocar milagros.
Lo que parece tan simple, en realidad no lo es
Más allá del aumento de dificultad progresivo, causado por dificultades climatológicas, obstáculos naturales como grandes piedras o muros, el aumento del número de enemigos, los enfrentamientos con bestias cada vez más grandes, o la necesidad de cada vez planear más y mejor la forma de ataque, se encuentra un complejo entramado de mejoras, subidas de nivel y evoluciones que servirán para dotar a nuestro ejército de más fuerza, potencia, contundencia, habilidad, experiencia y amplitud. Ahora la dificultad ya no se centra sólo en saber llevar bien el ritmo, sino que también habrá que establecer una buena estrategia y saber elegir bien las unidades que formarán el ejército.
Como suele ocurrir en todos los juegos, hay que ir poco a poco, así que sólo empezaremos con un pequeño grupo de Patapon, de los cuales uno llevará la bandera o estandarte. Ese Patapon es un miembro clave, ya que siempre estará ahí sea lo grande que sea nuestro ejército, y su muerte implicará el final de la partida. Para los que hayan jugado a la primera parte, el principio de Patapon 2 les podrá parecer prácticamente idéntico a lo que ya han visto, pero hay que tener paciencia porque, como he dicho, poco a poco se va abriendo el gran abanico de nuevas posibilidades.
Con el paso del tiempo iremos aprendiendo cómo crear nuevas unidades o cómo evolucionar las ya existentes, todo ello mediante un nuevo sistema de mejoras llamado árbol de la evolución, que viene a ser muy parecido a los árboles de habilidades de la mayoría de juegos de rol. En la precuela se nos permitían crear unidades especiales y mejorarlas, pero ahora podremos, además de eso, personalizar según nuestros gustos y necesidades a cada uno de los guerreros que forman nuestro ejército.
Una de las principales novedades es la figura del héroe, un Patapon muy poderoso que puede invocar a su antepasado para lanzar ataques especiales cuando se alcanza el estado de Fever, es decir, si es que somos capaces de seguir el ritmo a la perfección durante el tiempo necesario. Además, podremos elegir su clase, sus ataques o incluso sus armas, siempre según nuestras necesidades o deseos. No hay que preocuparse por si nuestro héroe muere durante el transcurso de una batalla, ya que puede resucitar para poder contar con él en los siguientes niveles.
Además del héroe, también podremos conseguir aliados, pero claro, igual que ocurre con el héroe, hay que ser capaces de evolucionar a los Patapon aumentando su nivel, mejorando sus armas o descubriendo nuevas razas. Para ello, habrá que ir superando fases, ganando experiencia y obteniendo equipaciones, alimentos y objetos varios. A medida que vayamos avanzando podremos disponer de la ayuda de los guerreros Tatepon, los gigantes Dekapon, la caballería Kibapon y los arqueros Yupipon, como ya ocurría en la primera parte. Sin embargo, ahora existen tres nuevas razas: los Robopon, los Mahopon y los Toripon. Los primeros cuentan con grandes brazos y manos que les permiten lanzar y aplastar a sus enemigos, pero la auténtica novedad se encuentra en los segundos, que son una especie de magos, y, sobre todo, en los terceros, que son unas unidades aéreas que van montadas en un gran pájaro.
