Karie, tu amada, está en la Catedral de Ciudad Fortuna. Hoy se celebran los 2.000 años desde que el Demonio Sparda decidió traicionar a sus congéneres para proteger a la humanidad; y tú llegas tarde. Por si fuera poco, tu brazo derecho se está transformando y no sabes muy bien porqué. Aún así, decides esconder las evidencias a la espera de encontrar alguna respuesta. En estos momentos te encuentras embelesado en tus cosas mientras Sanctus, la máxima autoridad de la Orden de la Espada, se está dirigiendo a todos los presentes.
La Orden de la Espada es una organización encargada de mantener vivo el Legado de Sparda. Su principal función es mantener la paz y alejados de los ciudadanos a todos los seres del Averno. Tú eres un joven aspirante y, de momento, no te encuentras demasiado implicado en ella.
De repente hace acto de presencia Dante, viejo cazademonios reconocido que interrumpe tus pensamientos y clava su espada en mitad del pecho de Sanctus. Nadie sabe que está exactamente pasando y porqué Dante ha perpetrado este crimen, pero entiendes que tu deber es detenerle a toda costa.
Aquí arranca Devil May Cry 4; y para evitar desvelarte acontecimientos venideros de la historia, vamos a parar aquí. Sólo podemos decirte que a pesar de las apariencias, Nero y Dante no están tan lejos el uno del otro. Una gran conspiración se cierne sobre Ciudad Fortuna y sobre la Orden de la Espada y sólo podrás descubrir qué pasa si decides jugar los 20 niveles de los que se compone la historia. Te aseguramos que merece la pena.
El PC y las Conversiones de Consola
Devil May Cry ya es un viejo conocido dentro del mundo de las consolas. En PC sólo pudimos disfrutar del anterior episodio, y a medias, ya que se trataba de una conversión bastante pobre de la versión de PS2.
Pero esta vez todo ha cambiado. En este cuarto episodio, aparte de presentarnos un nuevo protagonista, tenemos la oportunidad de gozar con un título a la altura de las expectativas. Cierto es que se trata nuevamente de una conversión, esta vez de la versión X360, pero al menos no requiere un PC ultrapotente para mostrar un apartado técnico decente. Evidentemente, si queremos desplegar toda la belleza del título, los requisitos se disparan, pero eso es algo a lo que, por desgracia, los usuarios de compatibles ya estamos bastante acostumbrados y resignados.
El punto más negro de las conversiones, al menos de las que sabemos de Capcom, es que mantiene como sistema de control predeterminado el de la consola de referencia. Si en Devil May Cry 3 o en Resident Evil 4 todo el sistema se basaba en el pad de PS2, en este caso nos encontramos con que todo está indicado para los controles de X360. Para el que suscribe estas líneas no ha resultado un inconveniente porque el pad que uso es un mando de Xbox 360 en versión PC; pero reconozco que es una auténtica guarrada para los que se mueven y manejan con un teclado.
Libera tu Demonio Interior
A lo largo de toda la aventura, manejaremos tanto a Dante como a Nero. Inicialmente manejaremos a este último, pero hacia la mitad de la aventura, los avatares de la historia harán que tengamos que cambiar de personaje para manejar a Dante. El sistema de control de ambos es el mismo, aunque encontraremos ciertas diferencias, especialmente a la hora de desplegar sus ataques especiales.
La historia se desarrolla en cuatro enclaves principales, a saber, La Ciudad Fortuna, el Castillo de la Ciudad, el bosque que la rodea y el Cuartel General de la Orden de la Espada. Generalmente la dificultad radica en encontrar el camino de salida que buscamos mientras las diferentes huestes enemigas nos acosan bloqueando los accesos. Vamos, nada que un poquito de “conversación” con la elocuencia que caracteriza a Dante o a Nero no pueda solucionar. Al final del nivel, aparecerá el jefe final. Mucho más grande y elocuente que los demás, tratará de convencernos de desistir de nuestra posición tan hostil; pero como ya digo, nuestra capacidad de negociación será de vital importancia para pasar por encima de ellos, literalmente en muchos de los casos.
Durante los enfrentamientos se activará un contador de combos. A medida que desencadenemos una serie de golpes, éste irá subiendo de nivel. Cuanto más complejo sea el movimiento y más golpes seguidos repartamos, aumentará mucho más deprisa. Este indicador se iniciará de nuevo cada vez que un enemigo nos acierte y servirá como medidor de nuestra calidad de cazademonios, que junto a las gemas que recojamos por el camino, los artefactos que usemos y el tiempo que tardemos en finiquitar el nivel, nos servirá de puntuación final. Esta puntuación actuará a modo de dinero para comprar más combos y ataques más poderosos. Vamos, lo de siempre en todos los beat’em up que se precien.
La rejugabilidad del título se intenta asegurar a través de contenidos extras debloqueables como misiones secundarias, nuevos niveles de dificultad o la posibilidad de recorrer la historia con el personaje que queramos; pero ya decimos que se intenta, porque los escenarios son los mismos, la historia no cambia, el manejo de los personajes es muy parecido y sólo puede variar el número de enemigos que aparecen en pantalla y su nivel de mala leche.