Análisis de Far Cry 2 (PC)

Carátula Far Cry 2

Fecha de lanzamiento: 23 de octubre del 2008

Características: PC-Acción-Shooter-1 vs. todos-1º persona-Realista-Tiempo actual

Distribuidor: Ubisoft

Productor: Ubisoft

Desarrollador: Ubisoft Montreal

Precio: 59,95€

Manual: Español.
Textos: Español.
Voces: Español.

Código PEGI: 16+

Web oficial: Disponible

Requisitos: Procesador: Pentium 4 a 3,2 GHz, Pentium D a 2,66 GHz, AMD Athlon 64 3500+ o superior. Tarjeta de vídeo: NVIDIA 6800 o ATI X1650 o superior; Shader Model 3 requerido, 256 Mb de vídeo. RAM: 1 Gb. Lector de DVD

Requisitos recomendados: Procesador: Intel Core 2 Duo Family, AMD64 X2 5200+, AMD Phenom. Tarjeta de vídeo: NVIDIA 8600 GTS o superior, ATI X1900 o superior, 512 Mb de memoria de vídeo. RAM: 2 Gb. Tarjeta de sonido 5.1 recomendada.

 

Imagen 32 de Far Cry 2

Imagen 31 de Far Cry 2

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Imagen 24 de Far Cry 2

Análisis publicado el 21-04-2009 por apetecan.

Far Cry supuso en su día una obra maestra en el mundo de la acción llevada a cabo por un estudio novato. La secuela es obra de otro estudio, y aunque la historia no tiene nada que ver, hereda el título, y la responsabilidad es mucha para no dilapidar el nombre del juego predecesor. A la pregunta de si Far Cry 2 está a la altura del título primigenio de Crytek, la respuesta es "sí". Far Cry 2 hace honor al nombre que lleva e incluso tiene la virtud de haber potenciado algunos aspectos de los que el original adolecía.

Bienvenido al Continente Negro

Far Cry 2 te pone en la piel de un mercenario que viaja a un país africano sin nombre, uno de tantos, en donde la guerra y su crueldad hacen de la miseria un mal menor. El fin último es acabar con "El Chacal", el traficante de armas que ha armado a ambos bandos de la guerra que se libra, y de quien poco más se sabe además de su sobrenombre. Pero las cosas enseguida se complican. Al poco de aterrizar contraes la malaria, y el mismísimo Chacal te deja abandonado en una casa, quizá pensando que vas a morir en breve. Pero sobrevives. Enfermo de malaria, vas a intentar cumplir las misiones que te encomienden, además de algunas clandestinas, necesarias para encontrar medicinas, y otras secundarias, que te posibilitarán nuevo y más potente armamento. Lo vas a necesitar.

Este título tiene poco o nada que ver con el primer Far Cry que transcurría en una isla paradisíaca y con trijenos. Sin embargo, los chicos de Ubisoft Montreal han colocado algunos guiños en el juego que recuerdan a Far Cry, y han decidido aportarle un guión más intrincado y elaborado, más allá de la conspiración de un científico loco, argumento que hizo bueno el juego de Crytek pero que, por otra parte, ya está muy visto. Por contra, Far Cry 2 nos lleva a una situación real, que aunque no da nombres, no será difícil de asociar a varios países africanos que en el presente o en el pasado se han visto presos de trágicos e inclementes conflictos armados internos. Como en Far Cry, la mayor parte del tiempo trabajaremos solos, y gozaremos de una libertad absoluta a lo largo y ancho de sus 50 km2, que pese a estar aparentemente muy limitados a las carreteras, muy abundantes en el mapa, dejará margen más que de sobra para buscar atajos, encontrar rutas alternativas y librarse de los pertinentes puestos de guardias que se encuentran en muchos de los cruces, amén de permitirte hallar algún que otro maletín de diamantes (la moneda del juego) que pueda estar escondido entre la maleza.

Además del guión, complicado, repleto de giros y sorpresas, plagado de traiciones y terribles hechos, propios de una guerra ajena a los derechos humanos; destaca sobre todo la ambientación, ayudada en gran medida por unos gráficos excelentes. Pese a que es un poco difícil imaginarse que en un área de los mencionados 50 km2 exista tal variedad de paisajes, se entiende que los creadores hayan querido recrear todos esos parajes tan peculiares y que tan bello hacen el continente africano. Durante la historia pisaremos la hierba baja de la sabana, visitaremos las más sombrías y húmedas junglas, y veremos el desierto más implacable (imposible de cruzar a plena luz del día, con la certeza de que nos desvaneceremos, pero franqueable sin embargo por la noche). Además, dos poblaciones centrales y alguna periférica darán el toque urbano, aunque mísero e igualmente militarizado. Todo ello, aderezado continuamente por un espléndido ciclo de día y noche, en donde las transiciones de los ocasos y los amaneceres son tan creíbles como preciosistas, y acompañado de algunas lluvias esporádicas tras teñirse el cielo de gris y dificultarse la visibilidad. Algunos de los animales más característicos de África (cebras, ñus, gacelas de Thomson, y búfalos cafre, amén de animales domésticos) salpicarán los distintos parajes, aunque se echa en falta la presencia de depredadores. La vegetación, por su parte, también está perfectamente recreada y no será mera parte de un decorado, sino que se chafará al pisarla o podremos romper brotes con tiros lo suficientemente precisos, para facilitarnos la visión, por ejemplo.

Jugabilidad

Éste es un juego en donde manejaremos continuamente un vehículo, pues las distintas misiones que nos encargarán estarán, por lo general, alejadas entre sí, y los lugares para aceptarlas, también. Jeeps con distintos tipos de arma en su torreta, simples utilitarios, furgonetas, animosos buggies, camiones y lanchas serán los vehículos que podremos conseguir, muy abundantes, por cierto. Las lanchas nos permitirán movernos por los serpenteantes y turbios ríos como si transitáramos con un jeep las carreteras y, como éstas, también con sus respectivos puestos de guardia. También podremos optar por utilizar los autobuses para desplazarnos, aunque hay pocas paradas y con frecuencia sólo servirán para aproximarnos a un lugar, teniendo que alcanzarlo al apearse en un vehículo privado. No obstante, y teniendo en cuenta lo mucho que utilizaremos los vehículos, los desarrolladores han hecho de la conducción un placer, un término medio entre realismo y arcade, más cercano al primero, que hará que pronto dominemos el arte, aprendiendo además las distintas maneras de conducir un vehículo u otro. Sin duda, el juego habría perdido mucho si no hubiese utilizado un sistema de conducción cómodo, dada la asiduidad con que lo haremos; algo que, por fortuna, no ha sido así.

El transcurrir del juego es, básicamente, ir a los puntos indicados para aceptar una misión, y después desplazarse para cumplirla. Pese a que puede parecer simple, la diversidad de misiones (hay cuatro tipos), nos obligarán a cambiar nuestra manera de proceder, y también nos obligará a elegir la que más nos haga falta, porque aquejado de malaria y sin la medicación, conseguir las pastillas deberá ser nuestra prioridad, y hasta la mitad del juego, las misiones de la armería serán primordiales para conseguir nuevas armas, las cuales no podrás comprar si no tienes diamantes suficientes, que se consiguen con las misiones principales. Así, nos encontramos con un entramado de misiones que deberemos alternar lo mejor posible para estar bien armado cuanto antes, siempre con la medicación a cuestas y también con la mejor reputación entre nuestros colegas mercenarios, que serán otra fuente de misiones. A medida que el juego avanza y haces estragos en cualquiera de las dos facciones a la que ataques, no sólo se verá mejorada tu relación con los colegas (si les ayudas), sino que se irá creando una leyenda acerca de un misterioso mercenario que según dicen actúa solo y es la mismísima encarnación de la muerte: tú. Constatarás con una mueca cómo cambian los comentarios de tus enemigos cuando les espíes, antes de entrar en batalla, a medida que avanza la historia, y lo que al principio es falta de respeto por el intruso, al final se tornan conversaciones donde el pavor y la inseguridad han hecho mella en ellos.

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