Análisis de El Señor de los Anillos: La Batalla por la Tierra Media II (PC)
Fecha de lanzamiento: 28 de febrero del 2006
Características: PC-Estrategia-Tiempo Real-Medieval-Fantástico
Distribuidor: Electronic Arts
Productor: Electronic Arts
Desarrollador: EA Games
Manual: Castellano.
Textos: Castellano.
Voces: Castellano.
Código PEGI: 12+
Web oficial: Disponible
Análisis publicado el 09-08-2006 por Raven.
La Tierra Media fue regada con la sangre de hombres, elfos, enanos y con la de toda la calaña proveniente de Mordor no hace tanto tiempo. Ahora, esa sangre requiere ser derramada otra vez. Por tu bien, y por la del resto de los habitantes de la Tierra Media, será mejor que se derrame la del enemigo.
La Guerra del Anillo… y de las licencias
El fantástico mundo creado por J. R. R. Tolkien ha servido para que muchos lectores dejaran volar su imaginación adentrándose en esas vastas tierras donde el bien lucha contra el mal. Peter Jackson (como anteriormente antes muchos otros) vio el filón y teniendo la oportunidad y el apoyo de la industria cinematográfica, llevo al cine la trilogía de El Señor de los Anillos.
Ya se sabe que todo gran lanzamiento en la pantalla grande lleva acarreado el lanzamiento de una batería de videojuegos que explotan dicha licencia. En este caso fue EA la que consiguió esos derechos, y fruto de ese acuerdo nacieron varios títulos basados en las tres películas. El problema llegó de la mano de Vivendi. Que viendo también el filón de la propaganda gratuita del film, decidió aprovechar la licencia de que disponía de las obras escritas de Tolkien y también lanzó al mercado una serie de juegos basados en los libros.
En un corto período de tiempo las estanterías de las tiendas se llenaron de títulos de una temática similar, aunque de diferente estilo. En esta particular confrontación fue EA la que se llevó el gato al agua y consiguió vender más (aunque teniendo en cuenta los lanzamientos que hizo Vivendi no es de extrañar). Como consecuencia de ello, EA ahora dispone de los derechos tanto de la película como de toda la obra escrita de Tolkien y eso hay que aprovecharlo y de paso sea dicho, amortizarlo. Una nueva remesa de juegos basados en esta franquicia están siendo preparados y La Batalla por la Tierra Media II ha sido el primero en llegar a nosotros.
En esta ocasión, al igual que en la anterior, nosotros decidimos cual es el futuro que queremos para la Tierra Media. Podemos alinearnos con las fuerzas aliadas resultantes del Concilio Blanco y terminar con la influencia de Sauron de una vez por todas; o bien, llevar a sus huestes contra todo aquello que se revele contra su poder.
En principio, lo de siempre. Pero esta vez no tendremos la suerte de contar con la magia de Gandalf, la fuerza de Aragorn o la mala leche de Saruman entre otros. Mientras los protagonistas de la trilogía se “divierten” por su cuenta, nosotros dirigiremos a los segundones. A todos esos que arriesgaron sus vidas por conseguir que una parte de la Compañía Blanca se lo pasara en grande delante de la Puerta Negra mientras la otra parte arrojaba el Anillo Único al interior del Monte del Destino; o que los orcos pudieran tomar el Abismo de Helm y arrasar Minas Tirith (eso a gusto del consumidor dependiendo del bando por el que tomemos parte en la guerra). Por facilitarles las cosas a esos “escogidos” visitaremos otras partes de la Tierra Media en nuestra búsqueda de aliados o en la consecución de objetivos más secundarios para la que sería la trama principal.
¡A la carga…!
En esencia, nos encontramos ante una nueva versión remozada del anterior título. Además de incluir nuevos escenarios, nuevos personajes y un nuevo argumento, destacan sobre todo dos novedades.
La primera es la redistribución de las razas disponibles hasta llegar a conseguir 6 diferentes a escoger, cada una con sus peculiaridades y héroes. De la mano del Concilio Blanco encontramos a los Hombres del Oeste, los Elfos y los Enanos. Por el bando de Sauron descubriremos Isengard, Mordor y Trasgos.
La segunda es la total libertad que tenemos de construir nuestra base a nuestro gusto. Si echamos la vista atrás, recordaremos que en el primer capítulo de La Batalla por la Tierra Media, la base sólo se podía construir en unos determinados lugares en cada mapa y muchas veces desaprovechando la propia orografía del terreno para hacernos más fuertes. Ahora, y tal como ocurre en la gran mayoría de juegos de este género, nosotros escogemos que edificios construir y donde. Si levantamos murallas o dejamos la base a descubierto será una decisión personal.
Como bonificación, en algunos mapas aparece Golum, si le encontramos y acabamos con su triste existencia, dejará caer el anillo. Si le llevamos a una de nuestras fortalezas antes de que el enemigo de buena cuenta también de nuestro “portador”, podremos convocar a un héroe especial (Galadriel o Sauron) con el que batiremos el escenario prácticamente sin competencia.
Existen varios modos de juego. Por un lado encontramos las típicas misiones de campaña, llevadas sobre raíles mediante un argumento que nos traslada de escenarios y raza a cada vez. Después encontramos el modo “Guerra del Anillo”, la verdadera novedad del título. Si hubiera que describirlo de alguna manera rápida, podríamos decir que se trata de jugar al Risk versión Tierra Media. Dependiendo del tipo de partida que escojamos deberemos conquistar todos los territorios del mapa, la capital del enemigo o un determinado porcentaje de mapa. Al igual que si de una versión de tablero se tratase, tenemos una fase de planificación en la que podremos conseguir refuerzos y fortificar nuestras bases y una fase de batalla en donde dirimimos las diferencias con el ejército enemigo o nos retiramos ante la espera de un mejor momento para atacar.
Gráficos
Técnicamente hablando es impecable, prácticamente en cualquier equipo que cumpla los requisitos mínimos podrá ser ejecutado, perdiendo evidentemente calidad gráfica, pero sin que esa pérdida sea lo suficientemente acusada como para que sea imposible de jugar. Desde luego que si queremos disfrutar de todos los detalles a la máxima resolución y con todas las opciones activadas, necesitaremos un equipo bastante potente, sobre todo en cuanto a tarjeta gráfica.
Explosiones, sombras, reflejos… se suceden en pantalla brindando un espectáculo en mayúsculas. Y el zoom de la cámara nos permite apreciar cualquier detalle del escenario, a la vez que la posibilidad de rotación nos elimina cualquier posible ángulo muerto que cualquier estructura podría generarnos.
