Análisis publicado el 27-12-2011 por Zarten.
Con el paso de los años, Call of Duty se ha convertido en una franquicia que ha alcanzado cotas que nadie habría imaginado nunca para un videojuego. Por ello, el lanzamiento de la nueva entrega, Modern Warfare 3, ha estado rodeado de expectación desde el primer día. Y no ha sido para menos, porque 15 días después de dicho lanzamiento, el juego superaba en ventas a los discos más vendidos y las películas más taquilleras. Todo un exitazo en el campo del entretenimiento, pero... ¿merecido?
El caso es que es difícil de decir. Activision hace tiempo que ha descubierto la gallina de los huevos de oro y ha optado por explotarla siguiendo el mismo camino, pero con más espectacularidad y más ambientación cinematográfica, en lugar de buscar innovación y mejorar la jugabilidad. Ojo, que no es que esté diciendo que esto último esté mal en Modern Warfare 3, pero hace ya muchos años que no se producen cambios significativos y, a pesar de que las ventas siguen acompañando, comienzan a vislumbrarse síntomas de agotamiento. Prueba de ello son las múltiples quejas de algunos fans que acusan a cada iteración de la franquicia de ser poco más que una mera expansión.
En esta ocasión, hasta tres estudios se han encargado del desarrollo del juego, Infinity Ward, Raven Software y Sledgehammer, con el mayor peso cayendo sobre el primero. Obviamente, poner tanta carne en el asador se ha hecho con el objetivo de seguir puliendo anteriores entregas para proporcionar el Call of Duty más completo, largo, equilibrado y espectacular que ha habido nunca, aunque esta vez con la sombra de Battlefield 3 en el horizonte. Dejando a un lado la búsqueda de una nueva ambientación (en este caso la Tercera Guerra Mundial) y el desarrollo de un pequeño modo Campaña, el resto de cartuchos se gastaron en el modo multijugador online del juego, claramente la parte más cotizada y deseada de las últimas entregas. Además, en esta ocasión viene potenciada por el lanzamiento de CoD Elite, un servicio que pretende concentrar toda la actividad online en forma de red social, estadísticas, contenidos, fichas, etc.
A esto hay que sumar, además, que se han hecho cambios y ajustes en general para que todo sea más accesible y fácil para los nuevos jugadores, algo no exento de polémica, pero que sin duda cumple con los objetivos comerciales de Activision, que no son otros que ampliar clientes y obtener más beneficios. En definitiva, tenemos que Modern Warfare 3 es, sin ninguna duda, el Call of Duty más completo y destacable de la historia de la franquicia, porque si lo anterior tuvo éxito, un producto que coge eso y lo mejora no puede tener otro destino.
Directos al meollo de la cuestión
Entrando ya en materia más concreta, comienzo hablando de la historia del modo Campaña. Como ya comenté, la campaña es corta y casi podría decirse que anecdótica, un mero acompañamiento a lo que realmente busca la mayoría de los fans de este juego, el modo Multijugador. Con 17 capítulos divididos en 3 actos, un jugador experto no debería tardar más de 5 o 6 horas en acabar el título. Eso sí, intensidad, acción y emoción no le falta, y a pesar de su corta duración, es el modo Campaña más largo y con más variedad de contenidos de la trilogía. Esto no debería ser suficiente, pero al menos se ha mejorado y ampliado lo que había, así que tendremos que conformarnos y darnos con un canto en los dientes.
La historia en sí, narrada muy al estilo hollywoodiense (aunque del mediocre), nos alterna entre el bando del ejército norteamericano y los terroristas para continuar el conflicto vivido en Modern Warfare 2, que ahora se ha transformado en la Tercera Guerra Mundial. La ambientación cinematográfica que ya vengo comentando desde el principio nos arrastrará por campos de batalla en ciudades como Nueva York, París, Londres o Hamburgo, aunque también visitaremos Rusia u Oriente Medio. Y estad seguros de que la espectacularidad no brillará por su ausencia, porque hacer la guerra por las calles de una Gran Manzana pseudo-destruida, ver la caída de la Torre Eiffel, asaltar el Metro de Londres o hacer un espectacular desembarco en Alemania no tiene precio. Aunque iremos viviendo poco a poco el desarrollo de la historia, al ser una secuela tanto de título como de argumento, las referencias a entregas anteriores y los flashbacks estarán a la orden del día.
Hablando de la jugabilidad, pues la de siempre. Es un FPS, es un Call of Duty y ya comenté que en el tema de la innovación no hay mucho que rascar. Es decir, que tenemos muchas armas, poca exploración y lo que últimamente está muy de moda: momentos de conducción de vehículos, uso de armas de artillería pesada y Quick Time Events. Al final, todo se reduce a lo mismo, que es alcanzar la meta vivo, ya sea matando o sin matar, eso sí, de nuevo con espectacularidad y pomposidad por doquier. Independientemente del bando en el que nos encontremos, siempre iremos acompañados (debido a esto es raro que no se haya incluido un modo Cooperativo), y aquí cabe destacar la IA de esos acompañantes, aunque hay que decir que tiene truco. ¿Truco por qué? Pues porque si los enemigos hacen siempre lo mismo sin cabida a la variación, ¿cómo no van a actuar perfectamente nuestros compañeros con una IA prefijada? Este hecho me lleva directamente a confirmar que el factor rejugabilidad de este modo campaña es prácticamente nulo, a pesar de los cuatro niveles de dificultad disponibles (que se pueden variar durante el transcurso de la partida y que se traducen en mostrar/ocultar ayudas en pantalla, mayor/menor número de enemigos, regeneración de vida más rápida/lenta, etc.).
Donde Modern Warfare 3 sí que dispone de modo cooperativo local y online (para dos jugadores) es en el modo Operaciones Especiales y en el modo Supervivencia. Obviamente, los desarrolladores optaron por la opción más sencilla de incorporar, pareciendo incluso que la opción cooperativa se añade más por la obligación de las últimas tendencias del género que por otra cosa. Eso sí, los han querido completar con tres modos de dificultad y contenido desbloqueable.
De estos modos poco que comentar, porque ya son de sobra conocidos. El modo Supervivencia viene siendo como el modo Horda de Gears of War o el modo Zombis de Black Ops. Los enemigos llegarán en oleadas intermitentes entre las que podremos comprar más armas y munición, y que cada vez serán más difíciles y más numerosas. Este modo cuenta con 16 mapas, que son los disponibles también para el modo multijugador, y dos de sus grandes atractivos son el hecho de poder compartir la partida con un amigo y el de poder situar torretas y similares por el escenario, añadiendo un interesante factor estratégico.
Por su parte, el modo Operaciones Especiales es una especie de conjunto de retos. Se trata de una recopilación de 16 misiones ambientadas en los escenarios del modo Campaña, aunque en localizaciones diferentes, en las que hay que cumplir una serie de objetivos iniciales como rescatar rehenes, proteger zonas, etc. No es que sea lo más destacable del juego, pero al menos es una forma de extender la vida offline del mismo y de poder realizar misiones con un amigo en modo cooperativo.
Pero aunque hable de extender la vida offline, estos dos modos de juego también tienen un claro componente y objetivo online, ya que se contabilizan las bajas, las muertes, la consecución de objetivos y demás, recopilando puntos que luego se pueden comparar en tablas clasificatorias a nivel mundial.