Análisis de Hearts of Iron II (PC)
Fecha de lanzamiento: 12 de febrero del 2005
Características: PC-Estrategia-Militar-Realista-Segunda Guerra Mundial
Distribuidor: Friendware
Productor: Paradox Interactive
Desarrollador: Paradox Interactive
Precio: 44.95€
Manual: Castellano.
Textos: Castellano.
Voces: N/D.
Código PEGI: +3
Web oficial: Disponible
Análisis publicado el 07-01-2006 por Pablo.
Paradox Software es una desarrolladora de videojuegos bastante peculiar, que tras crear un juego de estrategia que revolucionó el género hasta cierto punto, Europa Universalis II, no ha parado de desarrollar la idea original una y otra vez hasta llegar al estado de perfección en el que nos encontramos hoy. Todos sus juegos tienen mucho en común, y tras más de 10 entregas, desde el primer Europa Universalis y su famosa secuela, hasta el título que analizamos hoy, se podría decir que sus características generales ya son conocidas por todos: juegos de estrategia global en "tiempo real con posibilidad de dar órdenes mientras se está en pausa" que nos ponen en el puesto del jefe de una nación que está en un conflicto militar (o al borde de uno), en el que la vista más cercana al campo de batalla que tendremos será ver como dos iconos se pelean entre si en un mapa. Puede parecer tan aburrido como jugar al Risk para PC, pero si te paras a degustar con calma un juego de esta empresa encontrarás tantas posibilidades que, si te acaba gustando la idea, seguramente pienses que se trata de uno de los mejores títulos que has probado.
Hearts of Iron II es una vuelta de tuerca más a este subgénero y la secuela del primer título de Paradox que trata sobre el mayor conflicto armado de toda la historia. Incluye todas las particularidades del juego original y un inmenso número de mejoras que hacen que este título no sea tan desalentador como Hearts of Iron, que resultaba bastante complicado de manejar al principio, estaba lleno de bugs y sus sucesivos parches (hasta 4 si no me falla la memoria) no eran compatibles con las partidas guardadas en la versión anterior. Fue un gran juego, pero sus fallos de diseño pesaban mucho.
Vamos a ganar la Segunda Guerra Mundial ¿Qué bando eliges?
HOI2 es bastante parecido a su predecesor en gran parte de las cosas, es más, se podría confundir ambos títulos debido a la similitud de gran parte de los gráficos e interfaz, que incluso repite los mismos textos descriptivos y te da a elegir casi las mismas campañas al inicio.
Elegir que nación vamos a controlar es realmente complicado, puesto que están absolutamente todas las que existían en esa época. Podemos intentar nuestra particular conquista del mundo (como la de las fotos adjuntas a este análisis), tratar de defendernos de la expansión del nacionalsocialismo o el imperialismo japonés con cualquiera de los aliados o tratar de ganar la Guerra Civil Española con cualquiera de los dos bandos. Al comenzar a jugar podemos elegir un escenario en el que aún no se ha declarado la guerra y establecido las alianzas, por lo que la posibilidad de rescribir la historia es absoluta y total. Una vez elegido el año, el escenario y el nivel de la agresividad de la IA rival llegaremos al mapa principal del juego, con el juego en pausa, y tendremos que empezar a tomar las primeras decisiones.
Una vez más tendremos el sistema de ventanas que nos avisa de los eventos que suceden y que, si nos despistamos y dejamos el juego en velocidad rápida, pueden llegar a colapsar la pantalla. Al igual que en HOI1 se pueden configurar para que nos avisen de lo que nos interesa y de lo que no, pero no resulta nada intuitivo el sistema para guardar cambios en su configuración.
El mapa principal del juego tiene las mismas funciones de zoom, movimiento y distintos filtrados que antes, y se podría decir que hasta aquí aparentemente no hay novedades respecto al juego original. Sin embargo, la interfaz ha ganado mucho en utilidad a la hora de dar órdenes a las unidades. Antes teníamos que moverlas a todas manualmente trazando su ruta y especificando sus horarios, por lo que hacer algo tan sencillo como montar una patrulla de destructores en el pacífico norte era una auténtica “pesadez”, y si se te olvidaba pasado un tiempo llevar los barcos de nuevo a la base podían... ¡morirse de hambre!
Eso ya no volverá a pasar, ahora las ordenes de los tres tipos de ejércitos son mucho más completas; podemos mover las divisiones, escuadrones y barcos igual que antes, pero además podemos utilizar un sistema de órdenes especiales muy intuitivo que permite, con sólo tres clicks, dar órdenes concretas y especificas tales como “patrulla antisubmarina diurna en el Atlántico Norte durante los próximos 3 meses, y si tu organización baja del 30% vuelve a la base” a un grupo de destructores o “superioridad aérea sobre Normandía del 25 al 28 de noviembre” a unos cazas. Esta mejora es sencillamente genial, ahora manejar todos los buques del Imperio Británico o arrasar Alemania desde el aire con la 8º Fuerza Aérea Americana ya no es una tarea insufrible.
Además, las posibles órdenes para las tropas terrestres también han mejorado mucho, pudiendo ahora decidir que unidades serán la punta de lanza en un ataque y cuales sólo apoyarán el ataque, lo cual permite rodear provincias enemigas y atacarlas desde varios flancos por distintos grupos de ejércitos pero moviendo sólo uno de ellos. Si a todo esto le unimos un nuevo panel a la izquierda que nos permite localizar a nuestras unidades por provincias y tipos de una manera mucho más eficaz casi podríamos decir que la interfaz es perfecta.
Pero no se acaban aquí las novedades, resulta que ahora los paneles de gestión comercial y política han mejorado mucho. Modificar la inclinación de nuestro país es mucho más intuitivo que antes; los acuerdos comerciales, a diferencia de HOI1, son realistas y creíbles; y además los convoyes se pueden configurar para que se creen automáticamente cuando sean necesarios, e incluso informen de por dónde pasan para que tratemos de controlar esa zona el océano para evitar desastres.
Un caso aparte es el panel de investigación tecnológica, que ha sido completamente transformado y ahora funciona a base de gastar uno de los recursos más preciados: el dinero. Ahora elegiremos hasta a cinco empresas o miembros destacados de nuestro país para encargarles (financiarles) cinco proyectos de investigación. Cada una de estas empresas o personas tienen unos atributos muy diferentes para desarrollar cada proyecto de acuerdo, hasta cierto punto, a sus características reales.
Por supuesto, el juego incluye casi todas las características de la anterior entrega, que son tantas que no vamos a explicarlas en detalle ahora o no acabaríamos nunca. Lo más destacable es la ingente cantidad de variables que se tienen en cuenta para decidir el resultado de una batalla, la impresionante cantidad de líderes, que están representados con una fidelidad histórica asombrosa, y la gran cantidad de eventos históricos y ficticios que se activan dependiendo de cómo avance la partida.
El mapa principal del juego tiene las mismas funciones de zoom, movimiento y distintos filtrados que antes, y se podría decir que hasta aquí aparentemente no hay novedades respecto al juego original. Sin embargo, la interfaz ha ganado mucho en utilidad a la hora de dar órdenes a las unidades. Antes teníamos que moverlas a todas manualmente trazando su ruta y especificando sus horarios, por lo que hacer algo tan sencillo como montar una patrulla de destructores en el pacífico norte era una auténtica “pesadez”, y si se te olvidaba pasado un tiempo llevar los barcos de nuevo a la base podían... ¡morirse de hambre!
Eso ya no volverá a pasar, ahora las ordenes de los tres tipos de ejércitos son mucho más completas; podemos mover las divisiones, escuadrones y barcos igual que antes, pero además podemos utilizar un sistema de órdenes especiales muy intuitivo que permite, con sólo tres clicks, dar órdenes concretas y especificas tales como “patrulla antisubmarina diurna en el Atlántico Norte durante los próximos 3 meses, y si tu organización baja del 30% vuelve a la base” a un grupo de destructores o “superioridad aérea sobre Normandía del 25 al 28 de noviembre” a unos cazas. Esta mejora es sencillamente genial, ahora manejar todos los buques del Imperio Británico o arrasar Alemania desde el aire con la 8º Fuerza Aérea Americana ya no es una tarea insufrible.
