Como manager de un equipo de fútbol, podrás hacerte cargo de múltiples aspectos, desde el control del filial a la organización de los entrenamientos, pasando por renovación de contratos y realización de fichajes. No obstante, muchas de estas tareas se pueden delegar y centrarse en los aspectos más vistosos del cargo. De cada uno depende cuáles son.
El funcionamiento del juego se basa en un calendario que va corriendo y que se detiene en los días en que haya algún tipo de evento futbolístico, ya sean convocatorias para selecciones nacionales, competiciones europeas o, como no, Liga y Copa del Rey. Antes de cada partido, deberás seleccionar a los jugadores convocados y la táctica en el campo, así como espolear (o dar un ultimátum) a los jugadores, si así lo estimas conveniente. Y hasta ahí llega tu trabajo. Durante el descanso y al finalizar el partido, podrás dar una muestra de aprobación, indiferencia o enfado a tu plantilla, o a jugadores individualmente.
Con el tiempo, no obstante, este esquema de juego se hace aburrido, pues unos buenos resultados requieren mucha constancia. Los desarrolladores parecen haber olvidado que ése es el trabajo de un manager, pero que esto es sólo un juego que representa dicha tarea, y que, ante todo, ha de ser divertido.
Aunque podremos dirigir selecciones nacionales o clubes de una base de datos de 27 ligas, lo más seguro es que el usuario se decante por grandes equipos o locales. Podremos acceder a los futbolistas de las competiciones mencionadas, pero el tema de fichajes está poco depurado. Los clubes son sorprendentemente intransigentes a la hora de vender a sus futbolistas, exigiendo bastante más del valor real del jugador. Sin embargo, pedir más de la cuenta por dejar marchar a tus jugadores probablemente desemboque en que se queden, y en el consecuente enfado de ese miembro de la plantilla si no está a gusto en el equipo.
La herramienta ProZone se ha añadido como centro de estadísticas y análisis, y es especialmente útil dado que la representación de los partidos no permite demasiado análisis, más allá de los autores de los goles, si los hubiere.
Una interfaz sencilla y ciertamente monótona nos acompañará a lo largo de casi toda nuestra experiencia en Championship Manager 2008. Un fondo estático que cambia aleatoriamente será una de las pocas novedades que veamos durante la partida. Iremos recibiendo noticias y mensajes que, una vez leídos, borraremos dejando la pantalla limpia de cualquier otro dato. Existen los menús que conducen a los distintos equipos, competiciones y ProZone, y también a las tareas que puedes realizar, pero ocupan una pequeña parte y el resto de la pantalla se dedica a mensajes, estando gran parte del tiempo en blanco. Tampoco existen fotos de los futbolistas que acompañen sus nombres.
En cuanto a la representación de partidos, el juego no es más que un baile de veintidós muñecos con la equipación correspondiente, y si bien se puede elegir la perspectiva, parece demasiado simplón para los tiempos que corren, por mucho que se trate de un manager deportivo.
Silencio total en el que concentrarte o desesperarte, según proceda, excepto durante la simulación de los partidos, aunque ni durante el juego se oye más que los pitidos del árbitro o los jaleos de los aficionados. Un aspecto muy pobre.
Un manual de diecinueve páginas explica lo más destacado del juego, las principales nociones para empezar y algunas tareas un poco más complejas. Los textos en pantalla están en un español más que correcto, salvo por alguna que otra falta ortográfica o alguna letra omitida.
Conclusión
Un título apto para no expertos en un género que a veces peca de ser demasiado exigente. No obstante, la diversión que proporciona no es mucha y no tardan en hacerse tediosas las tareas que obligatoriamente has de desempeñar. Que los gráficos y el sonido no estén a la altura carece de importancia si tenemos en cuenta su poca diversión.