Al conversar con la gente con la que nos encontremos, constataremos que los diálogos serán casi siempre los mismos, no habiendo más que unos cuantos modelos de conversación que se repetirán hasta la saciedad si perseveramos en preocuparnos por los demás. Uno de los aciertos del juego son los minijuegos que incluye, algunos ciertamente más divertidos que otros, pero con una relativa diversidad: submarinismo, pesca, parapente, squash, o alguna que otra partida en el casino son las variedades con las que pasaremos el tiempo, una vez tengamos amueblado nuestro hogar y adecentadas las calles de la ciudad. Cada una de tus acciones positivas contribuirá al bienestar general, y tu cometido se irá cumpliendo en forma de consecución de estrellas, las primeras de las cuales se obtendrán con mucha facilidad pero, desgraciadamente, la última será tediosamente difícil de completar, algo que con seguridad desanimará a más de uno antes de que finalice el juego.
El sistema de juego se basa en la interacción de tu personaje con el resto de vecinos y turistas, los cuales te premiarán con dinero u objetos cuando les consueles o les ayudes de alguna otra forma. Poco a poco, se irán desbloqueando actividades y lugares de la ciudad que podrás visitar, y a base de conversar a diestro y siniestro conseguirás tal cantidad de dinero que no tendrás que privarte de nada, pudiendo comprar todo aquello que se te antoje o realizar cualquier actividad cuando te venga en gana, siempre y cuando el negocio esté abierto, pues en My Sims existe un ciclo de día y noche que los comercios respetan, y no encontrarás una floristería abierta por la noche ni un casino o discoteca disponibles durante el día. De este modo, la noche no significa necesariamente la obligatoriedad de volver al hogar a dormir, sino que se puede aprovechar para ganar (o perder) dinero en el casino. Cada una de las actividades te reportará ganancias en función de tu habilidad en el desempeño de las mismas, además de una medalla si se llega a la puntuación requerida. Conseguir medallas en los distintos niveles de una misma actividad es algo indispensable para ir avanzando en el juego, llegadas las fases más avanzadas.
Este título no destaca por un diseño espectacular ni unos gráficos especialmente buenos, pero tampoco hace daño a la vista. El diseño cúbico de los personajes les da un aspecto de muñecos de Lego y los escenarios tienen los suficientes detalles como para resultar graciosos, como destellos de luz en la oscuridad representando luciérnagas o animales deformes (y algunos desproporcionados en comparación con los personajes humanos) que se cruzan en tu camino por el bosque, además de una variedad considerable de ítems con los que decorar desde el interior de tu casa hasta las calles y parques de la ciudad.
El sonido es posiblemente uno de los aspectos más flojos de juego, donde prima una música agradable pero que pronto se convierte en repetitiva y unas voces cuyo idioma es ignoto para quien escribe, si es que es un idioma y no una lengua inventada por los desarrolladores.