Teniendo en cuenta las posibilidades del nanotraje, la jugabilidad de Crysis Warhead se torna exquisita, por la libertad de acción y por lo variado de los escenarios, amén de enfrentarte a dos tipos muy distintos de enemigos, los coreanos y los alienígenas. En el mismo nivel de dificultad, el KPA supondrá una amenaza más blanda que los alienígenas, más avispados y tenaces a la hora de perseguirte. Además, su capacidad de volar hará que sea mucho más difícil esconderte de ellos que de los coreanos. Las numerosas armas (con alguna adición respecto a las del Crysis original) dan mucho juego, y las distintas misiones que te son encomendadas durante la historia aseguran objetivos dispares, alejados entre ellos y cuya acometida debe ser en algunos casos bien meditada si no queremos complicaciones extremas.
Con frecuencia, Crysis Warhead se convierte en una orgía de efectos visuales cuando contamplamos una puesta de sol, o cuando transitamos un paraje helado. También, cuando con los prismáticos hacemos zoom sobre un enemigo y vemos lo detallado de su indumentaria y la calidad de la textura que recubre sus facciones (aunque hay pocos modelos de enemigos coreanos). Por los escenarios más selváticos nos sorprenderán perdices correteando ante nuestros ojos, y durante los tramos finales del juego, más apocalípticos, la lluvia y el temporal serán una constante, y veremos volar todo tipo de objetos de un lado a otro del escenario, como intentanto huir de la gran batalla que aguarda al final.
La física continúa siendo un elemento muy visual, aunque no tanto relevante. Los continuos disparos sobre el tronco de un árbol acabarán seccionándolo y haciéndolo caer (no demasiados si el árbol es estrecho), y durante las explosiones del juego, los objetos saldrán despedidos por los aires con un realismo espectacular. Los enemigos, al ser abatidos, normalmente caerán en una postura muy natural (para la muerte, claro) y acabarán acomodándose en el suelo según la manera en que hayan caído, además de con expresiones vacías e inertes.
La ambientación está muy lograda por el aspecto gráfico, que huelga decir que es excelente en la mayoría de aspectos. También los efectos sonoros y la música que acompaña a algunas misiones (de desenlace de película de acción) ayuda a meternos en la historia. Sin embargo, el doblaje nos recuerda continuamente que estamos ante un juego y no una película, en especial el del protagonista. Los diálogos están carentes de emoción, parecen frases emitidas por robots que hablan igualmente tanto en la calma como en el umbral de su muerte. Incluso cuando parece que Sykes está más alterado o enfadado, su voz no destila ninguna emoción. Si no hubiera sido por esta pega, hubiéramos tenido la sensación de estar ante un híbrido de videojuego y película (algo a lo que ayudan sus frecuentes escenas cinemáticas), pero no es así, porque los diálogos son escasos y no son creíbles dada la situación. Redordemos que el combate será contra alienígenas y no parece sorprender a nadie.
El multijugador se ha visto complementado con respecto al Crysis primigenio y viene en un disco adicional. Incluye un nuevo modo y más mapas. Sin ser nada excepcional, está más elaborado que el del anterior título.
Una vez más, y para continuar con una costumbre nada saludable de moda últimamente, se requiere conexión a internet para la activación del juego (se avisa con un discreto rótulo en la carátula, aunque no estaría de más que ese rótulo fuera tan grande como el título del juego para que la gente sepa a qué se atiene).
La edición española consta de un manual básico donde explica los conceptos primordiales sobre armas y el nanotraje, además de instrucciones acerca de los diferentes modos de juego y, como ya hemos mencionado, un disco adicional para el multijugador. Todo ello a un precio ciertamente moderado.
Como pegas adicionales y no demasiado relevantes, aunque sí molestas, encontramos algunos bugs como el comportamiento del cursor en el menú, o el modo de ventana que se activa cuando cualquier mensaje o notificación emerge en segundo plano, siendo necesario volver a seleccionar el modo de pantalla completa para solventarlo y sólo hasta la próxima vez que ocurra algo parecido. Pese a que un parche aparecido recientemente repara en parte estos problemas, no libera al juego por completo de esas pequeñas molestias.
Conclusión
Warhead nos da más Crysis y nos sigue brindando una jugabilidad y unos gráficos excelentes. Sin una historia muy prolongada, la posibilidad de jugarla como tú quieras y los cuatro niveles de dificultad, amén del multijugador, alargan la vida de un título resultón por su vertiente más cinemátográfica y entretenido por la realtiva variedad de los niveles. La inteligencia artificial variará según el nivel de dificultad, lo que garantiza que encontremos un punto entre diversión y desafío que nos complazca.
Lo mejor: La jugabilidad y los gráficos.
Lo peor: El doblaje, el sistema de seguridad y algunos bugs menores que todavía no han sido reparados.