Análisis de League Of Legends (PC)

Carátula League Of Legends

Fecha de lanzamiento: 30 de octubre del 2009

Características: PC-Rol-Estrategia-MMO-Fantástico

Distribuidor: GOA

Productor: GOA

Desarrollador: Riot Games

Precio: 29,95€

Manual: Español.
Textos: Español.
Voces: Español.

Código PEGI: 12+

Web oficial: Disponible

Requisitos: Windows XP/Vista· Procesador a 2GHz· 1 Gb de RAM· 750 Mb de espacio libre en disco duro· Tarjeta gráfica compatible con DirectX 9.0· Conexión a internet.

Requisitos recomendados: Windows XP/Vista· Procesador a 3GHz· 1 Gb de RAM· 750 Mb de espacio libre en disco duro· Tarjeta gráfica compatible GeForce 8800 o similar.

 

Imagen 21 de League Of Legends

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Imagen 13 de League Of Legends

Análisis publicado el 08-02-2010 por apetecan.

La magnitud de las guerras en una tierra donde el poder mágico es abundante y la ambición desmesurada, provocaron que los implicados acordaran librar sus batallas en arenas especialmente diseñadas para ello. En esos campos es donde se miden las fuerzas los campeones, adalides de los invocadores que lideran las facciones.

League of Legends deja un sabor agridulce en cuanto lo empiezas a jugar. Tiene buenas ideas y aspectos que evidencian su cuidado desarrollo, pero como juego, en general, tiene algunas carencias, especialmente si no se es un adicto al género. Por eso, en este texto vais a encontrar tantas alabanzas como críticas, y además intercaladas, porque es así como se perciben cuando lo juegas.

Partimos de un argumento fácil que nos pone en situación, y sabemos que encarnamos a uno de esos campeones que se van a enfrentar en el campo de batalla, cuales gladiadores en la arena del Coliseo, pero en un mundo mágico. A la hora de jugar, League of Legends tiene elementos de estratategia, rol y acción. Cabe decir que como ETR no permite mucha filigrana, pues a día de hoy sólo hay dos mapas disponibles que se componen, básicamente, de dos puntos opuestos que constituyen las bases de cada equipo, y que están unidas por caminos salpicados de torres defensivas, aunque es cierto que esos caminos se comunican con pasarelas a modo de atajos. Sólo se maneja al campeón, y el resto de tus aliados serán otros campeones (humanos o bots) y los súbditos, que salen periódicamente de un portal y que no obedecen a tus órdenes; simplemente, van por el camino señalado hasta encontrarse algún enemigo. Así pues, deberemos manejar bien los tiempos, esperar la llegada de nuevos súbditos, y controlar la fuerza de los oponentes para poder ir avanzando. Si te matan, tras un tiempo de penalización, regresas a tu base y tocará volver a la batalla. Sin embargo, no es tan sencillo.

Cuando estés en tu base, bien por haber sido abatido o bien porque has regresado a ella para regenerarte, tienes la opción de entrar en la tienda y comprar algunas de las multitudes mejoras que se te ofrecen, mediante el oro que hayas podido ganar durante la batalla, y que generalemente están ahí para suplir las carencias de tu héroe, pues todos ellos son buenos, quizá especialemente buenos en algo, pero flojos en alguna característica concreta que limita sus posibilidades. Además, y a pesar de que todos los héroes empiezan la partida con nivel 1, irás incrementando el nivel, paralelamente a tu cantidad de resistencia, maná e intensidad de los conjuros. Y he ahí otro factor estratégico, dar el último golpe a cuantos enemigos puedas y derrotar a otros campeones para subir de nivel más rápido que el rival y obtener una ventaja sustancial.

De hecho, tanta explicación podría ser superflua si el lector ha jugado Demigod, pues es un título de renombre aparecido no hace mucho. No son iguales, pero ambos juegos comparten aspectos, sobre todo la mezcla de géneros y la jugabilidad ligada. También, del mismo modo, es raro que una partida dure poco, pues la igualdad inicial sólo se rompe por las diferentes características de los campeones implicados, y ni siquiera eso cuenta mucho, porque si todos lo jugadores son prudentes y no son abatidos, la igualdad se mantiene. A decir verdad, muchas de las partidas que ganemos o perdamos tendrán su origen en un pequeño desliz de alguno de los jugadores, en alguna osadía fuera de lugar o en un mal cálculo a la hora de afrontar un duelo. Cuando un campeón muere, priva de sus servicios a su equipo durante unos segundos que pueden hacer que, por el sendero que transitaba, el rival avance, y quizá llegue a una de las torres defensivas. Aunque no pueda destruirla en primera instancia, cualquier daño que le inflija ya será una ventaja. Esto, aplicado a una partida con tantos jugadores, hace que realmente sí tenga relevancia la estrategia, aunque por la sencillez del mapa y la mecánica nadie lo hubiera dicho en un principio.

Fuera de partida, todo lo jugado te irá dando puntos de batalla y experiencia para subir de nivel. Esos puntos se pueden emplear para comprar mejoras o incluso campeones, para tenerlos en propiedad, claro que también es cierto que se tiene la alternativa de pagar por ellos con dinero real, y es aquí donde se le ven las orejas al lobo. Algunas de las opciones de compra que permite el juego nos llevarían muchísimas partidas jugadas, mucho tiempo invertido, y ahí está la tentación de pagar con dinero de verdad, de ése que te ingresa la empresa cada final de mes (con suerte) para conseguir con mayor rapidez eso de lo que te has encaprichado. No es algo a priori muy atractivo, pero si te gusta realmente el juego y no te importa invertir en él... en fin, tienes la posibilidad de hacerlo.

Técnicamente, League of Legends demuestra su modestia. Tiene un diseño correcto en general (aunque la interfaz, a resoluciones ordinarias, luce extremadamente pequeña y saturada de información, y algunos de los textos no se pueden leer por su ínfimo tamaño) y unos gráficos sencillos que no incitan a abstraerse con el entorno, pero no es algo vital, sino sólo ornamental. Un buen doblaje y una buena música de acompañamiento cierran este apartado.

Conclusión: La gran cantidad de campeones y la enorme lista de mejoras acompañan a un juego muy equilibrado, donde ningún héroe te hará perder o ganar si no es por tu culpa. Aunque la poca variedad de mapas hace las batallas repetitivas, sólo lo hará por el entorno, pues ante jugadores humanos cada partida será diferente, y cada movimiento en falso, la perdición. Bajo las premisas de ir avanzando metros, apoyar al aliado en apuros o tapar los agujeros que hayan quedado, League of Legends requiere más cerebro de lo que puede parecer en las primeras partidas.

Lo mejor: El equilibrio entre los campeones y la complejidad subyacente de su mecánica.
Lo peor: La poca variedad de mapas y el nivel de partidas jugadas requerido para muchas de las compras disponibles.

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Horas jugadas: Más de 40
Version analizada: 1.03.11
Equipo de pruebas: Procesador Intel Core 2 Quad Q9550 2,83 GHz. 8 Gb DDR2 SDRAM. Dos tarjetas gráficas NVIDIA GeForce 9600 GT 512 MB en SLI. Sistema operativo Windows Vista Home Premium Service Pack 2 (64 bit).

Jugabilidad: 8
Gráficos: 6.5
Música y sonido: 8
Modo multijugador: 8
Edición española: 9.5
Nota final: 8

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