Análisis de Brave: A Warrior's Tale (Xbox 360)

Carátula Brave: A Warrior's Tale

Fecha de lanzamiento: 18 de septiembre del 2009

Características: Xbox 360-Plataformas-Exterior-Estilo Comic

Distribuidor: Koch Media

Desarrollador: Southpeak

Precio: 39,95€

Manual: Español.
Textos: Español.
Voces: Español.

Código PEGI: 7+

 

Imagen 11 de Brave: A Warrior's Tale

Imagen 10 de Brave: A Warrior's Tale

Imagen 9 de Brave: A Warrior's Tale

Imagen 8 de Brave: A Warrior's Tale

Imagen 7 de Brave: A Warrior's Tale

Imagen 6 de Brave: A Warrior's Tale

Imagen 5 de Brave: A Warrior's Tale

Análisis publicado el 22-03-2010 por jgalvan.

Allá por el 2005, salió para Playstation 2 un juego de plataformas de no demasiada calidad pero que entretenía sin demasiadas pretensiones. Acostumbrados a maravillas como Jack & Dexter, Rayman Revolution o Ratchet & Clank, este Brave: The Search for Spirit Dancer, cuyo análisis podrán ver aquí, se antojaba repetitivo, poco innovador y demasiado simple. Aún así su objetivo de entretener, especialmente a los más pequeños, estaba más que salvado. Después de 4 años después, Evolved Games saca para XBOX 360 Brave: A Warrior’s Tale.

Muchos esperábamos la evolución de este alentador personaje, que prometía un mejor control, nuevos y más niveles, una historia más robusta y mejor narrada, y un sobresaliente entorno gráfico. Desgraciadamente, a veces las ilusiones no sólo no se corresponden con la realidad sino que en este caso, la idealización del juego se convirtió en una experiencia, no solo desilusionante, sino a todas luces, evitable.
Otra vez nos encontramos en la piel de un joven indio con poderes chamanes que deberá realizar el camino de la vida y enfrentarse a diferentes pruebas para así adquirir experiencia en las diferentes situaciones que se encontrará en su camino, y de paso, ayudar a su tribu y mantenerla a salvo de las fuerzas de la oscuridad que habitan en el bosque, como el terrorífico Wendigo.
 
Enfocado como un título infantil, debe negarse absolutamente el uso de este juego a los niños, pues la cantidad de situaciones frustrantes en las que se encontrará como cuando el personaje se cae por un agujero y muere sin saber por qué o cuando la cámara nos tapa totalmente el objetivo y no encontramos el camino (eso cuando podemos controlar la cámara con cierta suerte, ya que ponerla en el sitio justo nos hará derramar sudor y lágrimas, cosa que desgraciadamente tendremos que hacer muy a menudo, pues la que por defecto nos ofrece el juego, no suele ser ni de lejos la óptima).
 
Otra cuestión por la que evitaría el uso de este juego de carácter infantil a los niños, es la insana costumbre que tiene el personaje de atacar a todo bicho viviente y en vez de convertirlo en un juego pro-ecologista en la que el personaje esté en armonía con la naturaleza, más parece la manifestación de un niño enrabietado que debe romper y matar todo lo que se haya a su paso, sean plantas o animales.

Gráficos
 
Los gráficos en sí no están mal. Sobre todo no están mal si este juego fuera para Nintendo DS o para PlayStation One. Es casi una copia a nivel gráfico del juego de PlayStation 2 y eso que el anterior estaba bastante limitado. De la casi nula carga poligonal, lo salva un acertado uso de texturas de nueva generación que hace sobresalir algunas partes del escenario del resto, como puede ser el efecto de agua en el río, el movimiento de las plantas y algunas texturas en nuestro personaje. En cambio en otros elementos del decorado, enemigos y algunos Final Bosses, el abuso de texturas de baja definición empobrece el trabajo de las otras.
 
Los escenarios, son extremadamente repetitivos y sin apenas detalles. Pasaremos casi todo el tiempo metidos en la llanura, el bosque, las cuevas y los ríos, siendo la mayoría muy monocromática y amorfa, viendo como antaño, un triángulo por montaña y un cuadrado por roca. Además la vegetación, medianamente bien diferenciada, se suele camuflar con las plantas dañinas que nos quitan energía. Así que teniendo cuatro o cinco tipos de arbustos diferentes, lo que no se puede hacer es crear un arbusto con pinchos similar al arbusto básico, pudiendo crear un modelo que lo diferencie del resto, por lo que muchas veces al pasar por entre la maleza, veremos como a nuestro personaje se le va mermando la energía porque había una planta de pinchos camuflada por el mal ángulo de la cámara. Además estos escenarios pecan de ser demasiado oscuros y de mal usar, o no usar un motor adecuado de iluminación. Esto se extrapola incluso a los escenarios abiertos y a plena luz del sol, donde la falta de iluminación hará que más de una vez nos caigamos por alguna cornisa. Desgraciadamente no tendremos ninguna opción para ajustar los niveles de brillo.
 
Entre esta magnificencia gráfica deberíamos encontrar un juego extremadamente fluido para la máquina que lo mueve, pues señores, nos encontraremos con la sorpresa, que ante la carente cantidad de personajes y de polígonos, de vez en cuando, esta maravilla nos sorprende con algún que otro frame rate que algunas veces suele ser por un poco de saturación de animales y otras veces, porque está leyendo el disco incluso en mitad de una narración.
 
Las animaciones pasan de ser agradables y simpáticas, como cuando Brave corre o escapamos del Oso y lo hace girando la cabeza aterrorizado, a torpes y mal realizadas cuando nada o salta. Estas animaciones intentan crear una cercanía a base de movimientos simpáticos y animaciones faciales, pero algunas, como la de Brave silbando cuando está parado llegan a ser totalmente cansinas por lo mucho que se repiten.

Página 1 de 2 - Ir a la página 2