Análisis de Dark Void (Xbox 360)

Carátula Dark Void

Fecha de lanzamiento: 22 de enero del 2010

Características: Xbox 360-Acción-Aventura-Futurista

Distribuidor: Koch Media Capcom

Desarrollador: Airtight Games

Precio: 59,99€

Manual: Castellano.
Textos: Castellano.
Voces: Inglés.

Código PEGI: +16

Web oficial: Disponible

 

Imagen 11 de Dark Void

Imagen 10 de Dark Void

Imagen 9 de Dark Void

Imagen 8 de Dark Void

Imagen 7 de Dark Void

Imagen 6 de Dark Void

Imagen 5 de Dark Void

Imagen 4 de Dark Void

Imagen 3 de Dark Void

Imagen 2 de Dark Void

Imagen 1 de Dark Void

Análisis publicado el 23-07-2010 por Zarten.

Nadie dudará de que, hasta el momento de su salida, Dark Void fue uno de los juegos más esperados del año. Tres años de desarrollo, goteo de información con originales novedades que auguraban algo único, un gran derroche de medios, una amplia y costosa campaña de marketing... El estudio Airtight Games se las prometía muy felices bajo el amparo de Capcom, que no dudó en echar toda la carne en el asador confiada de que lo que tenían entre manos iba a ser un bombazo. Sin embargo, a estas alturas y a toro pasado, el gran bombazo explotó en las manos de sus desarrolladores, y por ende de Capcom, y Dark Void se convirtió en una de las mayores decepciones de los últimos años.

Se supone que el punto fuerte de Dark Void es la originalidad, que se tendría que ver apoyada por un conjunto de características sobresalientes que convertirían al juego en una de las joyas de la corona del catálogo de 2010. Sin embargo, ese toque de originalidad se quedó simplemente en eso, en un toque, y el resto de características no sólo no apoyaron, sino que acabaron de hundir lo poco bueno con lo que cuenta el título.

Buen planteamiento, mal desarrollo

El primero de los experimentos fallidos es la historia. Airtight Games presenta un guión relativamente original que nos traslada a la II Guerra Mundial, donde un piloto llamado William Gray lleva a cabo una misión, en principio, poco problemática, cuya única pega es haber sido encargada por su ex-novia (que además le acompaña). A pesar de esto, el viaje está resultando apacible y calmado hasta que sufre un contratiempo cuando el avión en el que se encuentra atraviesa una tormenta sobre el famoso Triángulo de las Bermudas. El avión se acaba estrellando, y lo hace en una selva donde cada cosa es más extraña: tribus indígenas que adoran a seres extraños, el famoso científico Nicola Tesla que realiza allí experimentos, y el descubrimiento de que la zona no es más que un portal a un mundo alternativo por el que se pretende colar una raza alienígena, llamada Observadores, que quiere destruir a la humanidad. A esto hay que añadir que parece haber un nexo entre los alienígenas y los nazis, que hay una Resistencia consciente de ello y lucha por evitar la llegada de los Observadores, y que la ex-novia de William está presente, por lo que también existe una especie de subtrama amorosa. Buen planteamiento.

Sin embargo, a pesar de contar con una mano ganadora como podría ser esta historia, el resultado ha sido nefasto. El guión está lleno de inconexiones, saltos inexplicables que dificultan la comprensión, planteamiento de detalles que luego se pierden y caen en el olvido, superficialidad, etc. Son demasiadas las ocasiones en las que el jugador debe inventar para rellenar huecos, y los personajes son tan lineales y están tan poco trabajados que es absolutamente imposible produndizar en ellos, sentirse identificado o, simplemente, simpatizar con alguno. La capacidad de sorpresa, algo que, bajo mi punto de vista, se antoja imprescindible, va decreciendo exponencialmente a medida que avanza el juego, hasta llegar a un punto en el que el aburrimiento que produce la historia obliga a dejar de tenerla en cuenta. Si se sigue jugando, será por otros motivos. Mal desarrollo.

Originalidad y pobreza a partes iguales

Lo primero es empezar comentando que Dark Void no es un título largo que vaya a dar horas y horas de juego, y no puedo hacer más que dar gracias a Dios por que sea así. Su duración ronda las 10 horas y además no dispone de ningún tipo de modo multijugador o cooperativo, algo ciertamente extraño por el tipo de juego ante el que nos encontramos. Si añadimos que la posibilidad de exploración brilla por su ausencia, ya que sólo se reduce a la búsqueda de algunos objetos de relativa importancia, tenemos que la rejugabilidad consiste únicamente en repetir lo mismo en otro nivel de dificultad, o lo que es igual, se trata de un título que, una vez jugado, está destinado a pudrirse en una estantería.

Entrando más en materia, Dark Void ofrece una especie de tres en uno: shooter + aéreo + plataformas. En realidad, el aporte del género de plataformas es básicamente anecdótico y no encontraremos más que algunas ocasiones en las que hay que saltar de una plataforma a otra, valga la redundancia, agarrarse a salientes o cosas similares. El grueso del juego se basa en el componente shooter y en las luchas aéreas, promovidas por el punto verdaderamente original del juego, el Jet Pack.

Cuando estamos en tierra, rápidamente captaremos la esencia de los grandes que revolucionaron el género en esta generación, Gears of War y Uncharted, aunque la auténtica verdad es que Dark Void no les llega ni a la suela de los zapatos. Se trata de un shooter basado en los sistemas de cobertura, y en el que podremos mejorar las armas gracias a Tecnopuntos que obtenemos de los enemigos vencidos. Ahora bien, ni el sistema de juego es lo suficientemente profundo para destacar, ni el arsenal disponible lo suficientemente amplio como para compensarlo. Es más, sólo hay disponibles seis armas, y algunas de ellas ni siquiera se usarán más allá de un par de veces en situaciones concretas, y se ha cometido el grave error de que la lucha cuerpo a cuerpo sea más rentable que el uso de dichas armas. Corres, te acercas, pegas un golpe y ya has derrotado a tu enemigo, mientras que si decides usar un arma tendrás que cubrirte, apuntar, disparar y acertar en el blanco varias veces. Y por si todo esto no desprendiera ya un ligero rechazo hacia un posible nuevo jugador, está el tema de la IA, una de las peores que hemos visto en bastante tiempo. Parece mentira que a estas alturas se puedan encontrar enemigos tan torpes y estúpidos en juegos de la actual generación. Si no fuera porque el largo proceso de desarrollo durante tres años me invita a pensar lo contrario, diría que estamos ante un juego claramente inacabado.

Pero no todo en Dark Void es malo. Al menos el hecho de que haya variedad de géneros da una oportunidad de evitar el aburrimiento y la repetitividad. Además, eso se ve potenciado si uno de los géneros adoptados es bastante original, como ocurre en los momentos en los que se tira de Jet Pack. En ocasiones deberemos superar niveles exclusivamente aéreos, donde con nuestra mochila-cohete a la espalda deberemos derrotar a todo enemigo que se ponga por delante, ya sean personajes con otros jet packs o naves. Además, también se nos da la posibilidad de asaltar esas naves enemigas, proceso que se resolverá con un Quick Time Event muy entretenido y original al principio, pero repetitivo y aburrido al final. A veces, en lugar de ser un nivel exclusivo, se produce una alternancia entre la acción terrestre y la aérea, todo seguido y sin cargas, y esto aporta un gran componente de dinamismo, a la par que originalidad por el hecho de que de repente estamos ante un shooter vertical. Como pega, bastante notable por cierto, decir que el control del personaje en vuelo es tan complicado de dominar que a veces desespera, y no digamos el tema de apuntar para disparar. Quizás no habría venido mal que hubiesen pulido un poco más este aspecto.

Mediocridad técnica

Imaginamos que para no quedar a la zaga, el apartado técnico decidió también no ser nada del otro mundo. Si quieres destacar en esta generación, no sólo tienes que tener una gran historia y una jugabilidad trabajada, sino también buenos gráficos, buenas físicas, buenas animaciones y un más que aceptable apartado sonoro. Dark Void no tiene nada de eso.

Si bien es cierto que en general aprueba, no lo hace como debería, ya que presenta unos gráficos a medio camino entre lo visto en títulos de lanzamiento de esta generación, y lo visto en varios de los títulos recién salidos. Y eso que hace uso del Unreal Engine 3, pero parece ser que disponer de ese motor no es sinónimo de una calidad gráfica excelente. Todo depende de quién lo maneje y cómo lo maneje. El caso es que el nivel de detalle es el justo, tanto en los personajes, de los que no resalta absolutamente nada, como en los escenarios, donde el reciclaje y la repetición están a la orden del día, técnica que también se utiliza excesivamente para el diseño de los enemigos. Por otro lado, las animaciones y las físicas están bastante bien conseguidas, aunque en ocasiones sobrepasan ligeramente los límites de lo que se puede considerar real, además de que en ciertos momentos de explosiones o muchos personajes en pantalla, la tasa de imágenes por segundo sufre un ligero descenso bastante notable.

En cuanto al sonido, me complace por fin poder hablar de algo que realmente está a la altura. Mientras que los efectos sonoros son como cabría esperar, y cumplen con su cometido, Dark Void cuenta con un doblaje para el protagonista principal de lujo, ya que el encargado es el mismo que también ha hecho los doblajes principales de otros juegos de primera línea como Assassin"s Creed o Uncharted. Y esto es algo que podremos apreciar en la edición española del juego, ya que Dark Void ha llegado a nuestra tierra con todos los menús e instrucciones traducidos, pero con los diálogos en inglés, eso sí, con subtítulos. Sin embargo, lo que más destaca no es eso, sino la estupenda banda sonora a cargo de Bear McReary, autor, entre otras, de la banda sonora de la estupenda serie de televisión Battlestar Galactica.

Conclusión

Nunca el autobombo fue tan malo. Se prometió el oro y el moro, y el resultado final fue una nube de humo tan grande que ni el famoso volcán finlandés de cuyo nombre nadie puede acordarse. Las razones de todo esto son muchas y variadas, pero pasan principalmente por un querer y no poder, y por dejar una sensación muy grande de que todo lo que se ha abordado se ha hecho con desinterés y poca profundidad. En definitiva, se trata de un juego realmente desaprovechado que, con un poco más de mimo, podría haber sido uno de los grandes del año. Aún así, tampoco hay que ser dramático, y si una tarde estás aburrido y tienes un Dark Void ahí parado, te hará pasar un rato entretenido.

Lo mejor: el planteamiento de la historia, las fases aéreas, la ambientación.
Lo peor: el desarrollo de la historia, el control, la IA, la superficialidad de todos los aspectos.

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Horas jugadas: más de 10

Jugabilidad: 6
Gráficos: 6.5
Música y sonido: 7.5
Edición española: 6.5
Nota final: 6.5

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