Y es que Caperucita, Blancanieves y compañía se han cansado de ser esas pánfilas que tienen que esperar medio cuento a que las salven. Ya está bien de que los honores se los lleve el estúpido príncipe, que siempre aparece al final de la historia y lo arregla todo con un casto beso en los labios. Es hora de acabar con el topicazo. Y que mejor manera de lograrlo que pasarse a cuchillo a todo lo que se ponga por delante.
Y tras esta pequeña introducción a lo que es toda la historia del juego, llega la hora de ponerse a trinchar enemigos. A lo largo de los 22 niveles que componen el juego, tomaremos el control de la dulce Caperucita, la díscola Blancanieves, el intrépido Jack (psst… ese pringao de las habichuelas, que si no le reconoces se enfada) y el brillante Emperador desnudo. Y todo para que les sean reconocidos los méritos que ellos creen tener por ser los verdaderos protagonistas de las historias que llevan por título sus nombres.
La mecánica es bien sencilla, nosotros, desde el privilegiado puesto de Narrador, dirigimos al simpático personaje por esos mundos de fantasía. Al más puro estilo de los juegos de plataformas, iremos sorteando obstáculos y troceando enemigos. Y si, hemos dicho troceando. Y es que en Fairytale Fights podemos dejar reducido a la nada a cualquiera que ose hacernos frente.
El arsenal del que disponemos es bastante variado, desde las típicas armas blancas a los más complejos sistema de disparo Y todo con un mismo fin… salpicar de sangre todo el escenario hasta dejarlo hecho un asquito.
Y para que la diversión no decaiga, podemos hacer la matanza acompañados de hasta 4 amigos en la misma consola, o por la red de redes. Pero tened cuidado, el fuego amigo existe y seguro que ninguno quiere ver a Blancanieves acuchillando a la tierna e inocente Caperucita.
Apartado Técnico
Si no fuera por el argumento y la sangre, cuando uno se acerca por primera vez a este título, inmediatamente se imagina que se encuentra delante de un producto creado exclusivamente por y para el mercado infantil. Los personajes protagonistas, quitando su sonrisa maquiavélica, son caricaturas cabezonas de los personajes a los que representan. La paleta de colores que han utilizado no conoce los tonos pastel ni los tonos suaves, al contrario, colores chillones y chirriantes. Y para rematar, el juego de texturas es igual de plano que el encefalograma de muchos de los integrantes de Gran Hermano.
En el apartado sonoro tampoco hay mucho más que rascar, cuatro chascarrillos que se repiten hasta la saciedad mientras la sangre va brotando a borbotones de las extremidades seccionadas de los maltrechos enemigos; y una banda sonora igual de machacona que los pocos efectos sonoros que aparecen.
Y ya como colofón al estupendo cuadro, tenemos ralentizaciones. En cuanto se juntan más de cuatro enemigos sangrando a la vez, la caída de rendimiento es claramente insultante. Vamos, lo que se dice el colmo de la optimización.
Conclusión
Fairytle Fights es un quiero y no puedo. Partiendo de una hilarante historia, la forma llevarla a término es un cúmulo de despropósitos. Su penoso apartado técnico lastra las pocas ambiciones que pudiera haber llegado a tener este juego.
Lo mejor: Es gracioso en pequeñas dosis.
Lo peor: Su deficiente apartado técnico.