Análisis de Dead Space 2 (PS3)
Fecha de lanzamiento: 26 de enero del 2011
Características: PS3-Acción-Shooter-3º persona-Futurista-Survival Horror
Distribuidor: Electronic Arts
Desarrollador: Visceral Games
Precio: 64,95€
Manual: Castellano.
Textos: Castellano.
Voces: Castellano.
Código PEGI: 18
Web oficial: Disponible
Análisis publicado el 27-01-2011 por HDLL.
La pesadilla del USG Ishimura ha acabado, pero sus secuelas no han hecho sino dar comienzo a otra mayor, mucho más dramática y cruda, en la cual cientos de familias enteras van a ser consumidas por el odio y la ambición de una persona. ¿Necesitará Isaac algo más que su experiencia para evitar que toda una sociedad sea asolada?
Historia
Meses (en realidad años) después de lo ocurrido en el USG Ishimura, la nave más grande de todas, aquella que estaba operando en el planeta Aegis 7, Isaac Clarke se encuentra en una estación espacial ubicada en la órbita de Saturno. No recuerda nada de lo que ha acaecido desde que aconteció el desastre del Ishimura, ni siquiera dónde se encuentra, tan sólo ronda por su mente la última sesión en la que el psicólogo intenta desentrañar algunas informaciones de lo que vivió en la nave maldita. Desafortunadamente para él, Isaac no tiene la posibilidad de recuperar su memoria en paz ya que los necromorfos asaltan la estación y el ingeniero se ve obligado a huir con lo puesto. Aquí es donde comienza su historia.
La gran diferencia en este punto con respecto a la trama original es su mayor solidez argumental. Esta vez no cumplimos objetivos desaliñados e insustanciales como en la primera parte sino que nuestros avances tienen un sentido que evoluciona con giros sorprendentes a lo ancho de nuestra desventura. La estructura narrativa está mejor construida, con mayor coherencia y haciendo hincapié en hacerla dinámica sin perder la profundidad que se pretende.
Los personajes están mejor definidos y tienen una mayor implicación en la historia, incluso el propio Isaac Clarke, que ahora toma partido del desarrollo argumental muy activamente. Ya no es aquel que escuchaba órdenes y las acataba sin nada que decir, inmerso en un silencio autoimpuesto.
Jugabilidad
Dead Space 2 es, como su predecesor, un juego de acción en tercera persona con implementaciones que le otorgan una gran agilidad (apuntar y recargar mientras el personaje se mueve, la ejecución de movimientos laterales…). Y como todo el mundo sabe a estas alturas, uno de sus grandes cometidos es crear un clima de terror que nos sobrecoja y nos incomode en cada tramo esquinado, y para ello, además de hilvanar una ambientación idónea, utiliza diferentes maneras de sobresaltarnos, mucho más variadas que en la primera parte. Al mismo tiempo, las alucinaciones que sufre Isaac sirven para apuntalar nuestro más que probable corte de digestión.
El juego se desarrolla dentro de un esquema con una mayor variedad (y espectacularidad) de situaciones que anteriormente, evitando lo máximo posible caer en la repetición de unas pautas desabridas. Y lo consigue ciertamente. La barrera entre los diferentes tramos está muy difuminada, puesto que las transiciones están adaptadas con una fluidez acertadísima. Debemos apuntar que los puzles ni abundan ni son complejos, todo lo contrario: su resolución se aclara nada más entrar en la estancia en cuestión. Por otro lado, si nos perdemos por los pasillos de la estación, un ligero toque de nuestro dedo hará que sobre el suelo recorra una luz azul que nos indique por dónde hemos de avanzar; otro destello del pasado.
Aparecen nuevos enemigos, como el necromorfo que huye de nosotros siempre que nos acercamos a él, para luego sorprendernos con un ataque furtivo, así como algunos enemigos que sin poder llegar a considerarlos jefes, están por encima del resto en cuanto a potencial. Por suerte, aparte de nuestro arsenal, contamos de nuevo con el estabilizador, que ralentiza el tiempo, y con la telequinesis, por si nos quedamos sin munición y cerca de nosotros ronda algún objeto punzante.
Las zonas de gravedad cero no se desarrollan ahora como en el Dead Space original, sino que nuestro personaje puede volar libremente por el escenario gracias a unos propulsores colocados en las botas de sus trajes. Esta reinvención acaba con el sopor que nos despertaba el tener que estar saltando de pared en pared y por supuesto acertando dónde íbamos a caer, pues si no lo hacíamos así éramos masacrados mediante cualquier elemento del escenario.
Las tiendas nos aportan lo que siempre (aunque con nuevas inclusiones): armas, municiones, trajes, botiquines, nodos de energía… Dependiendo, por ejemplo, las armas de que encontremos a lo largo de los escenarios tarjetas que nos permitan descargárnosla en dichas tiendas, repartidas en distintos puntos del mapa. También tenemos el banco de construcción, donde a base de nodos de energía mejoraremos nuestras armas, trajes o incluso el estabilizador.
Por otro lado tenemos el modo multijugador, inédito en Dead Space, el cual nos permite una lucha encarnizada entre dos grupos. Uno de los cuales controla a los necromorfos, dejando en manos del segundo la réplica humana. Si bien es divertido hasta ciertos límites, contradice por completo la tensión que se vive en el modo historia. No es el juego idóneo para plantear un multijugador que realmente atraiga a los jugadores, aunque, si lo miramos puramente desde la perspectiva de la jugabilidad, esta es tan versátil que cualquier planteamiento que se quiera plasmar a nivel jugable es una verdadera delicia. Aunque la duración del modo historia no es corta, sino, más bien, lo que se considera normal en este tipo de juegos, es innegable que el multijugador extiende la vida del título ostensiblemente, y ello es de agradecer.
En el bando de los enemigos necromorfos podemos optar por ser un “Lurker” (con un potente ataque a media distancia con su cola y la capacidad de recorrer las paredes), un “Pack” (esos endemoniados necromorfos bebés), un “Puker” (sólido en la lucha cuerpo a cuerpo y con un ácido letal en sus entrañas) y una “Spider” (la fémina, dedicada a escupir ácido a media distancia). Todos ellos cuentan con la “necrovision”, que sirve para conocer la posición de los humanos en el mapa.
Apartado técnico
El diseño artístico de los escenarios es sublime. Los tonos grisáceos y el juego de luces tenues y sombras intensas, que sólo pueden combatirse con nuestra linterna, en perfecta simbiosis con localizaciones inquietantes y novedosas (tales como una guardería o una iglesia iluminada por velas) robustecen una ambientación terrible, excelentemente rematada por las imprevistas aportaciones jugables en forma de sobresaltos diversos bien dosificados. Si bien es cierto que el excesivo riego de sangre, en lugar de llevarnos al clímax, lo desbarata.
La variedad de situaciones también la encontramos en el aspecto artístico pues, por ejemplo, los trajes de ingeniero que utiliza Isaac tendrán diferencias notorias, desde el color hasta el diseño, más señaladas que en la versión prístina. Los nuevos enemigos también han experimentado un proceso artístico de diferenciación respecto a los anteriores, transmitiendo la más que acertada impresión de que no son los mismos a los que hicimos frente en el Ishimura.
A nivel técnico no ha habido una mejora sustancial, pese a la estabilización en los famosos 1080p y una reducción considerable de los dientes de sierras entre otros defectos gráficos en general. Visceral Games se ha ocupado de pulir el motor gráfico que ya tenía, decidiendo no avanzar en falso hacia una tierra ignota, complicada a buen seguro, que no aportaría más a la saga de lo que ya tiene. Pues no es nuevo ni sorprenderemos a nadie si afirmamos que el fuerte de Dead Space nunca han sido sus cualidades técnicas (que no artísticas).
La música ambiental así como los efectos sonoros consolidan la atmósfera terrorífica que el planteamiento artístico se dispone a alcanzar, bien reforzado, asimismo, por un casting de dobladores muy acertado.
Edición española y contenido adicional
La edición española está compuesta por una traducción notable y un doblaje en nuestro idioma bastante lúcido en comparación con lo que es común en la industria. A esto se añade, en la edición de PS3, la remasterización de Dead Space: Extraction, el juego “on-rails” lanzado en Wii que ahonda en la historia del Ishimura. Un sobresaliente complemento que culmina una edición excepcional. El punto oscuro es que esta remasterización sólo vea la luz en PlayStation 3, negándole la experiencia a los jugadores de Xbox 360; una discriminación bastante desagradable.
Conclusión
Dead Space 2 eleva a la enésima potencia lo ya puesto en escena en su antecesor. Incluso el apartado gráfico, poco evolucionado respecto a lo ya visto, luce mejor, tanto desde la perspectiva técnica como desde la artística. La dimensión de la historia, la integración de cada uno de los personajes que aparecen y la evolución de Isaac, así como el oxígeno insuflado a la dinámica jugable y la intensificación del toque de terror, han construido una obra sublime, de las mejores que se han creado en esta generación. Solamente lo sentimos por el pobre Isaac Clarke, que tiene que repetir angustia, aunque esta vez multiplicada por cien, y a su vez superar situaciones a las que antes no había hecho frente. Ineludible título.
Lo mejor:
- Su historia, su jugabilidad, su apartado técnico... todo es destacable.
- Supone un gran salto respecto a la primera entrega en casi todos los apartados.
- Mayor variedad en la jugabilidad y en la ambientación.
- La implementación del online que sin ser excelente prolonga la vida del título.
Lo peor:
- Pocos puzles y fáciles.
- Demasiada sangre y vísceras.
- Que el Extraction no se incluya en la edición de Xbox 360.
