Análisis de Dissidia: Final Fantasy (PSP)

Carátula Dissidia: Final Fantasy

Fecha de lanzamiento: 04 de septiembre del 2009

Características: PSP-Lucha-Estilo japonés

Distribuidor: Koch Media

Desarrollador: Square-Enix

Precio: 39,99€

Manual: Castellano.
Textos: Castellano.
Voces: Inglés.

Código PEGI: +12

Web oficial: Disponible

 

Imagen 10 de Dissidia: Final Fantasy

Imagen 9 de Dissidia: Final Fantasy

Imagen 8 de Dissidia: Final Fantasy

Imagen 7 de Dissidia: Final Fantasy

Imagen 6 de Dissidia: Final Fantasy

Imagen 5 de Dissidia: Final Fantasy

Imagen 4 de Dissidia: Final Fantasy

Imagen 3 de Dissidia: Final Fantasy

Imagen 2 de Dissidia: Final Fantasy

Imagen 1 de Dissidia: Final Fantasy

Análisis publicado el 25-04-2011 por Zarten.

Como todo el mundo sabe, el factor económico y ganar dinero es el primer objetivo de una compañía, pertenezca a la industria que pertenezca. Siguiendo este principio, en el mundo de los videojuegos no iba a ser diferente, y una buena prueba de ellos es lo que ha decidido hacer Square Enix con este Dissidia: Final Fantasy.  Si tienes una saga que lleva cosechando éxitos desde tiempos inmemoriables, ¿qué es lo mejor que puedes hacer desde el punto de vista comercial? Pues explotarla lo máximo posible y de todas las maneras posibles. Así, una opción muy lógica para sacarle jugo a tantos años de Final Fantasy es desarrollar un juego en el que se junte a la mayoría de los personajes más carismáticos de la franquicia.

Digamos que, aunque técnicamente el juego se encuentra situado dentro de la cronología de Final Fantasy, se trata de una especie de spin-off que, además, cambia de género con respecto a lo que nos tienen acostumbrados. Todo lo que no sea un JRPG en Final Fantasy se sale de la norma, y en este caso han optado por hacer un juego de lucha, no en el sentido tradicional, pero que sí se ajusta mucho a la temática, el estilo y la idea de meter a tanto personaje reconocible.
Pero para explicar un poco de qué va esto de Dissidia, porque ya nos estabamos yendo por las ramas, os diremos que todo esto se centra en una historia en la que el equilibrio que mantienen los dioses Caos y Cosmos parece haberse roto a favor de Caos, lo que obliga a que diez héroes se tengan que enfrentar a diez villanos para poder salvar el mundo. En total, tenemos a 20 personajes míticos de Final Fantasy que han aparecido desde el primer juego de la saga hasta Final Fantasy X, y que si no los conoces, te aguantas; porque en Dissidia prácticamente no se explica de dónde vienen ni por qué, y apenas se explica cuál es su historia. Es más, diríamos que la historia en general cojea bastante, y todo se centra en algún detalle de ciertos personajes (que como dijimos, si no conoces por sus respectivos títulos, estás apañado) y en un pequeño hilo conductor central que sirve para ir hilando los combates.

Y es que de eso trata Dissidia, de librar combates. Aunque mantiene ciertos toques de RPG, como pueden ser la mejora del personaje y su equipación, el desbloqueo de nuevas técnicas, la compra de objetos y armas, el uso de objetos repartidos por el escenario, etc., el título se basa principalmente en los enfrentamientos directos entre los distintos personajes, y no por turnos, sino en tiempo real.

Sin embargo, tampoco son combates al uso, no es como un Street Fighter, sino que la mecánica es otra, y muy original y válida, por cierto. Obviamente, el combate consiste en atacar, golpear y derrotar al contrario, pero, generalmente, no lo consigue el que haga los mejores combos o ataques, sino el que más puntos de impacto tenga. Está claro que una cosa implica la otra, y es que el sistema de lucha se ha desarrollado de forma que según tus acciones vayas acumulando unos puntos de impacto que, cuando llegas a cierto número, te permiten realizar un ataque espectacular que casi siempre resulta definitivo.

Pero también están los puntos de bravura, puntos que permiten hacer mejores ataques y especiales. ¿Y estos cómo se consiguen? Pues hay dos opciones: esperando a ciertos objetos que aparecen de vez en cuando repartidos por el escenario, y por los que tendrás que luchar con tu contrincante, o bien golpeando al rival y robándole sus puntos. Es decir, si golpeas le robas puntos a tu rival, y si te golpea te los roba él a ti.

Además de los golpes simples (desbloqueables, combinables y distintos para cada personaje) y de los golpes de bravura que se pueden realizar cuando se va llenando la barra correspondiente, cada personaje puede entrar también en el llamado modo EX, un estado en el que sufre una transformación que le otorga más fuerza y agilidad, y que permite nuevos movimientos y técnicas más devastadoras, destacando la posibilidad de sacrificar algunos puntos de bravura para realizar supermovimientos.

Todo esto tiene lugar en unos escenarios 3D bastante grandes, y por los que nos podremos mover libremente a lo ancho y a lo alto. Esto, sumado a la mecánica de los puntos de coraje, puede ocasionar que a veces los combates sean bastante largos, algo que tampoco tiene por qué ser necesariamante malo. Ya que no podemos disfrutar del modo historia porque es una pantomima, al menos que podamos disfrutar de los combates sin que se terminen a los 30 segundos.

Otro detalle a tener en cuenta es que los combates no tiene lugar uno tras otro. No se trata de que vemos una cinemática de la historia y acto seguido llega el combate, y así sucesivamente. Entre medias existe una especie de tablero con varias casillas, situándose en un extremo nuestro personaje y el otro nuestro rival, y por el que habrá que moverse por turnos hasta que se produzca el inevitable encuentro. Entre ambos, habrá tesoros, pociones, objetos, dinero y otros elementos que nos darán ventajas, pero no podremos acceder a todo porque tan solo disponemos de un número limitado de movimientos.

Al menos existen alternativas para intentar alargar la vida del juego, que básicamente residen en la gran cantidad de objetos y logros a desbloquear, y la notable diferenciación entre personajes (cada uno con sus técnicas, golpes, estilo de lucha y equilibrio). Cada personaje tiene su modo historia, catalogado con un nivel de dificultad según su estilo de lucha. Además, podremos ir variando ese estilo de lucha según los golpes y las armas/objetos que vayamos desbloqueando, algo para lo que necesitaremos dinero (Guiles, cómo no). ¿Y de dónde se saca el dinero? Pues influye todo un poco: el tiempo que duren los combates, cómo se ganen, los golpes que se den, cómo se den, etc. Y ojo, porque no solo hay objetos para desbloquear, sino también personajes y escenarios. Por otro lado están los logros, unos 150, que consisten en hazañas o acciones que habrá que realizar durante los combates.

De todos modos, que sepáis que este juego, por mucho añadido que tenga, no va a poder quitarse la lacra de ser uno de esos que coges con muchas ganas, que al principio disfrutas como un enano y que con el paso de las partidas se va desinflando poco a poco hasta caer en el más absoluto de los olvidos. Y además, para ayudar un poco, y por incomprensible que parezca, Dissidia no dispone de un modo Arcade que te permita ir directamente a disputar un combate, por lo que si quieres jugar tienes que tragarte otra vez el modo Historia. Al final, si piensas en echar una partidita rápida, la pereza puede contigo y pasas del juego.

Supongo que, una vez leído esto, muchos estaréis pensando que el modo multijugador de Dissidia es lo que podría salvarle de ser un juego de corto recorrido (obviando la gran cantidad de horas que supone desbloquear todo el material incluido), pero va a ser que no.

Como comentamos antes, el modo historia es un poco pobre, pero suficiente para mantenerte entretenido gracias al material desbloqueable y a los logros. Pero sin duda, lo que más podría hacer que la rejugabilidad estuviese ya a un nivel sobresaliente sería el modo multijugador. O al menos eso cabría esperar, porque lo que se nos presenta aquí es un tanto descafeinado, principalmente por la falta de posibilidad de disputar combates online, permitiendo solamente partidas ad-hoc contra otros jugadores. Al menos, de esta posibilidad sale la necesidad de jugar al juego para desbloquear detalles que luego se puedan utilizar en estos combates, y eso son horas extra de vida que le vienen al juego como maná caído del cielo.

Gráficamente el juego está a un nivel notable, siempre teniendo en cuenta las posibilidades de una consola como PSP. Los diseños de los personajes, los movimientos, los golpes, las técnicas, las transformaciones, las invocaciones, etc., todo está muy, muy cuidado, y eso se nota. También los menús, las interfaces y las escenas no jugables del modo historia dejan muy buen sabor de boca, y es que en esto Square Enix sabe lo que se hace. Sin embargo, no todo podía ser bonito como una soleada mañana de primavera, y la de cal se la llevan los escenarios, que sí, serán grandes y todo lo que tú quieras, pero son excesivamente pobres en detalles, decoración, ambientación y originalidad. Además, sufren de una lacra aún mayor, y es la cámara, el clásico lastre del 90% de los juegos de hoy en día. Generalmente, la cámara funciona decentemente, pero en determinados escenarios cubiertos, la cámara falla tanto que el combate se vuelve algo desesperante e insufrible.

Del sonido no hay mucho que decir, pero no por mal, sino por todo lo contrario. Como en el apartado gráfico, el sonido es algo que Square Enix siempre cuida muy bien, y aquí tenemos una serie de sonidos carácterísticos y reconocibles que se ven arropados por una banda sonora lograda y acorde con la épica del título. Si algo cabe destacar como negativo, es el tema de los diálogos en inglés, aunque subtitulados al castellano, pero esto es algo habitual en los títulos de la compañía y que además tampoco molesta demasiado vista la poca importancia que tiene el modo Historia. El resto del juego sí que está completamente traducido, así que se nos presenta una edición española muy bien equipada, salvo por el detalle de las voces.

En definitiva, a pesar de este análisis tan crítico, y es que siempre me ha gustado resaltar los fallos y errores por encima del resto de cosas, Dissidia: Final Fantasy es un juego que roza el sobresaliente, y se convierte en una compra obligada para los fans de la saga Final Fantasy y para los poseedores de una PSP en general. Nos presenta un estilo de lucha original, dinámico y divertido, y nos proporciona una buena cantidad de horas gracias a tanto contenido desbloquable y tanto logro. Bien es cierto que a la larga puede acabar aburriendo, pero ahí ya entra el afán de cada uno por completar el juego. Lo cierto es que si Dissidia contase con una historia robusta, unos escenarios más cuidados, una mejor cámara en los combates y un modo multijugador como Dios manda, estaríamos hablando de un juego que rayaría la perfección, pero no se puede tener todo.

Lo mejor: La cantidad de contenido desbloqueable.

Lo peor: la cámara, el modo multijugador, los escenarios, la historia. 

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Horas jugadas: más de 40

Jugabilidad: 8.5
Gráficos: 8.5
Música y sonido: 8.5
Modo multijugador: 4
Edición española: 7.5
Historia: 6
Nota final: 8

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