Reputado anime y manga en Japón, las aventuras de Kenshiro llegan a las consolas de nueva generación para narrarnos uno de los épicos episodios del sucesor del “Hokuto Shinken” (Puño divino de la Estrella del Norte). Calienta todos los músculos que haya sido de desarrollar tu cuerpo. La pelea será (demasiado) intensa.
Después de la destrucción
Tras la tercera guerra mundial la vida de los ciudadanos más débiles que han sobrevivido a la masacre pende de un hilo. Los más poderosos se han hecho con el poder y dominan la mayoría de las tierras, incluidas las principales fuentes de abastecimiento. Los habitantes no son para ellos más que simples peones que si no encajan en sus planes son aniquilados sin meditación previa. Cuando todo parece perdido entra en escena el protagonista de la historia, Ken, que se enfunda el traje de salvador de los más desfavorecidos y presenta combate a los nuevos dueños del mundo.
El argumento se desarrolla en diversos capítulos de manera poco profunda y desarbolada. Solamente quienes conozcan de antemano la saga lograrán ubicarse. El resto de jugadores tendrá que tomarse la historia como una mera excusa, pues su proyección es sinceramente mala.
Danzando con la muerte
Nada más embarcarnos en esta aventura tenemos un solo modo desbloqueado. El modo leyenda, o en otras palabras, el modo historia, que nos narra lo que acaecido tras la tercera guerra mundial. Como buen “beat’em up”, la primera regla para avanzar por las fases que se nos presentan es repartir puñetazos y patadas a diestro y siniestro, una vez, otra, otra, otra y otra, siendo este el primer y último objetivo del juego. La mecánica se deja de rodeos: unas cantidades a considerar de enemigos vienen a por nosotros durante nuestro avance y nosotros las derrotamos para continuar. A esto hay que unir inevitablemente un sistema de combate simple y ligero, con QTE’s ocasionales, sin imprecisiones graves que ensucien el resultado final, ni añadidos en la jugabilidad que lo hagan diferente al resto de títulos del género.
Nuestro personaje también evoluciona en término de habilidades, que iremos desbloqueando con los puntos de habilidad que consigamos en las distintas fases, a través de la fiereza de nuestros ataques. No sólo podemos acceder a nuevas habilidades sino que también podemos reforzar nuestro espíritu, ataque o defensa.
Como punto fuerte (y aunque no afecte a la jugabilidad en la práctica) es de agradecer que se haya plasmado con especial cuidado la técnica basada en el conocimiento de los puntos vitales que caracteriza el estilo de lucha de nuestro protagonista (Hokuto), así como el estilo Nanto y el Único.
A medida que avanzamos en el modo leyenda, se desbloquean nuevos personajes y modos. El modo desafío nos sitúa en un asfixiante enfrentamiento contra hordas enemigas donde no solo podemos controlar a Ken sino a los personajes que hayamos desbloqueado a esas alturas. En el modo sueño se desarrollan capítulos acerca de la historia de otros personajes de la saga del puño, con sus respectivos estilos y técnicas de combate. Progresar en este modo nos abre las puertas a nuevos personajes y sus respectivas narraciones. Además de estos modos, nos aguardan otros extras de menor importancia.
Como es lógico, durante nuestro avance en el modo historia se nos van mostrando los controles básicos de Ken. Sin embargo también tenemos la posibilidad de acudir a los tutoriales referentes a las distintas técnicas de combate (Hokuto, Nanto y el estilo Único) para dominarlos en condiciones.
Entramado técnico
Tenemos que decir poco y para mal en este sentido. Los escenarios, los diseños de los personajes y las animaciones no presentan un nivel destacable. Los escenarios son sencillos, hilados con texturas de baja calidad. Los diseños de los personajes no son tan punibles como la pobreza que presentan los escenarios, pero las texturas que los componen son insuficientes. Por su parte, las animaciones no gozan de gran diversidad, dando una constante sensación de que no han sido cuidadas como debieran para aspirar a una conclusión más sólida. No obstante hemos de reconocer la destacable calidad de las escenas de vídeo, superior al resto.
Por su parte, el apartado sonoro es discreto en todos los sentidos, destacando sobre lo demás su doblaje en japonés.
Conclusión
El Puño de la Estrella del Norte es un título de calidad media en todos sus apartados, siendo el técnico el más deficiente. No posee una jugabilidad pésima, pero tampoco esta introduce alicientes para que los constantes enfrentamientos se nos hagan amenos. Asimismo, la repetitividad de la contienda y la ausencia de tramos jugables diferentes que nos oxigenen ayudan en una gran medida a convertir esta obra en un “beat’em up” más, que, sin ser malo, tampoco puede considerarse bueno.
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Jugabilidad: 6 Gráficos: 4.5 Música y sonido: 5 Edición española: 5 Historia: 3 Nota final: 4.5