Análisis de Bulletstorm (PS3)

Carátula Bulletstorm

Fecha de lanzamiento: 02 de febrero del 2011

Características: PS3-Acción-Shooter-Fantástico

Productor: Electronic Arts

Desarrollador: Epic Games

Precio: 19.99€

Manual: Castellano.
Textos: Castellano.
Voces: Castellano.

Código PEGI: +18

 

Imagen 11 de Bulletstorm

Imagen 10 de Bulletstorm

Imagen 9 de Bulletstorm

Imagen 8 de Bulletstorm

Imagen 7 de Bulletstorm

Imagen 6 de Bulletstorm

Imagen 5 de Bulletstorm

Imagen 4 de Bulletstorm

Imagen 3 de Bulletstorm

Imagen 2 de Bulletstorm

Imagen 1 de Bulletstorm

Análisis publicado el 12-12-2011 por HDLL.

Acción, hombres musculados, una mujer con mala leche, enemigos hipervitaminados, monstruos gigantes, rencores enquistados, venganzas pendientes, crueles engaños, muchas palabras de dudosa sonoridad, un mundo paradisiaco endemoniado, decenas de armas, demasiada munición y un sinfín de personas volando por los aires, y no, no es una metáfora. ¿Que cómo? Pues ahora mismo lo vas a leer.

Mentiras y traición

Después de conocer que en lugar de estar sirviendo a la sociedad su escuadrón había sido utilizado para fines ilícitos, Grayson Hunt da la espalda a todo y se refugia en la navegación de la galaxia junto a una tripulación que actúa como auténticos piratas espaciales. En la órbita de Stygia la pequeña nave de Hunt encuentra el crucero del General, el mismo que tiempo atrás les había engañado para derramar sangre inocente con el falso reclamo de la honestidad. Así pues, fuera de sus casillas, Grayson Hunt decide atacar a la mastodóntica nave del General. Una acción tan temeraria no podía sino desembocar en un final desastroso: la nave de Hunt y sus hombres termina estrellándose en Stygia, un planeta otrora vacacional, que ahora encierra toda clase de peligros por descubrir. Aquí comienza nuestra historia.

El argumento de BulletStorm es una mera excusa para dar sustento a un desarrollo jugable del que a continuación hablaremos. La evolución argumental es irregular, como suele ocurrir en el género de la acción, encerrando, al menos, algún que otro giro que exprime la poca sustancia que encierra la historia, compuesta por un ligero guion que destaca por la continua articulación de palabras malsonantes, la mayoría de las veces fuera de lugar.

Jugando con la muerte

BulletStorm es un juego de acción en primera persona cuyo desarrollo se basa en avanzar por una serie de escenarios que nos ponen en diferentes tesituras, algunas de ellas muy espectaculares tanto desde el punto de vista visual como del jugable. Pero BulletStorm posee una particularidad que ningún otro título tiene en su haber. No es lo divertido que es, ni su frenetismo, compartido por otros juegos, ni siquiera sus armas, con un disparo normal y otro especial como ocurre en otras creaciones, la verdadera característica que le hace diferente a los demás es el planteamiento de los combates. En la obra que tratamos podemos eliminar a nuestros adversarios de formas muy diversas, de hecho eliminarlos de la forma más compleja es la que nos aportará más puntos.

Desde que lo encuentra en los primeros compases del juego, nuestro protagonista cuenta con un látigo mediante el cual engancharemos a nuestros adversarios atrayéndolos hacia nosotros forzando un lento viaje aéreo. Decimos lento, pues mientras nuestros enemigos vuelen se ralentizará su velocidad, dándonos la oportunidad de introducir en liza otros elementos circunstantes. Asimismo si les golpeamos con una certera patada también saldrán volando pudiendo hacer de las nuestras mientras su caída se aproxima en la medianía. En eso consiste en BulletStorm: en ser originales con las muertes que causamos, y es precisamente ello lo que hace especial el modo online, donde nos enfrentamos a hordas de enemigos. Un modo de juego que, quizá, no guste a los más puristas, más acostumbrados a enfrentamientos entre equipos que en este título no existen. También ha de olvidarse el modo cooperativo, y es realmente extraño puesto que durante la aventura nos acompaña, como mínimo, un compañero controlado por la máquina. Caso de juzgado de guardia que disminuye ostensiblemente la jugabilidad del título cuya escasa duración roza las siete horas. Por su parte, la dificultad estándar para nada nos sacará de nuestras casillas, mostrándonos una faceta asequible, poco parecida a lo que nos encontramos cuando aumentamos el grado de dificultad, notablemente más asfixiante aunque sin llegar a cotas de desesperación.

El repertorio de armas nos ofrece desde las más simples pistolas de largo alcance hasta las más sofisticadas para atacar desde posiciones alejadas, incluyendo armamento pesado. Todas poseen un disparo secundario cuya función nos es bastante útil, hasta el punto de que puede marcar la diferencia entre salir victoriosos o acabar esperando que nos cargue la partida desde el último punto de guardado automático, bien elegidos por los programadores. Con esto queremos decir que no estamos ante un disparo secundario fútil como en la mayoría de juegos sino que su potencia, efectividad y utilidad son auténticas. Dichas armas (y el látigo) pueden ser mejoradas y también comprar sus respectivas municiones en una especie de cápsula situada en varios puntos de los diferentes escenarios.

Entre maleza, pavimento y grosería

La combinación artística entre el paisaje salvaje y los vestigios de una anterior civilización dan un toque exótico que el motor gráfico proyecta con una calidad apabullante, resintiéndose poco el rendimiento general. Las físicas, factor clave en un juego donde el arte de eliminar a los enemigos es el pilar fundamental, rinden notablemente, con nimios fallos puntuales que en absoluto empañan el resultado final. BulletStorm es, en este aspecto, muy sólido. Solo hace falta echar un vistazo al derrumbamiento de la presa o a los movimientos de algunos enemigos gigantes por los escenarios y su interacción con estos para darnos cuenta de dicha solidez.

Los diseños de los personajes mantienen el ineludible y musculado sello del “Unreal Engine”, con estereotipos cercanos a los combatientes armados que encontramos en juegos de la talla de Gears of War. El punto distintivo lo marcan tantos los escenarios coloridos donde, como hemos dicho antes, la selva ha avanzado sobre las creaciones humanas, como la aparición de contrincantes gigantes retratados con un estilo sublime. Cada elemento que compone el más mínimo tramo de Stygia es tan gratificante para la vista que merece ser inmortalizado.

El doblaje en español es aceptable, con algunas intervenciones sobreactuadas pero en el cómputo global agradables al oído. Con el adjetivo agradable nos referimos al nivel del doblaje, no de las conversaciones en sí, repletas de palabras malsonantes. El guion de BulletStorm puede servir como el mejor diccionario ilustrado para todo aquel que quiera conocer un número considerable de interjecciones rocambolescas en el menor tiempo posible.

Conclusión

BulletStorm es uno de los mejores juegos de acción en primera persona que han pisado esta generación. Jugablemente es el mejor del año dentro de su género, y su apartado técnico (incluyendo el haz artístico) refulge con una luz que lo convierte en una obra maestra en este aspecto. Sus puntos débiles, una historia ligera y un multijugador sin cooperativo y sin competitivo online con el recorte en la rejugabilidad que ello supone, no superan la grandeza de un título caracterizado por la originalidad. Ponerse en el pellejo de Grayson Hunt en su paso por Stygia es una experiencia que todo jugador indómito debe y merece probar. Es sencillamente espectacular.

Lo mejor:

  •  Su brillantísima fórmula jugable.
  • Técnica y artísticamente es una auténtica obra maestra.

Lo peor:

  • Una vertiente multijugadora limitada.
  • Flojo argumento.
  • La campaña se supera en un suspiro. 

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Jugabilidad: 9
Gráficos: 9.5
Música y sonido: 9
Modo multijugador: 7.5
Edición española: 10
Historia: 6
Nota final: 9

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