Historia
Todo empieza el 25 de abril de 1986 en Moscú. Nosotros encarnamos a Matthew Carter, un periodista en busca del premio Pulitzer al que un informador le ha dado un chivatazo sobre una reunión secreta que va a tener lugar entre el presidente y un agente de la CIA. Sin embargo, en vez de dicho agente, se encontrará con Grushkov (jefe de su guardia personal) y Sonia Yakovleva (un agente de la KGB que parece haber descubierto algo grande). Pero no somos los únicos que lo sabemos, también está informado Barinsky, el alto mando de la KGB, que, por si fuera poco, también está al tanto de nuestra visita y no dudará en tendernos una trampa para que parezca que somos un agente especial de la CIA que ha viajado hasta allí sin otro objetivo que acabar con la vida del presidente en colaboración con los otros dos asistentes a la reunión.
Tras ser apresados comienza una lucha por intentar escapar y demostrar que somos inocentes, además de destapar toda la trama que Barinsky no quería que descubriéramos, algo gordo, sin duda. De nuestro éxito depende la paz mundial…
Jugabilidad
Nada más empezar la acción nos damos cuenta del tipo de juego que es Cold War. No es buena idea ir a tumba abierta buscando la confrontación, ya que duraremos poco si elegimos esa opción. Nuestro mayor aliado es el sigilo, y nuestras mayores amigas las sombras. Estamos, por tanto, ante un título de “infiltración” en el que el uso de la fuerza queda relegado a un segundo plano.
El manejo es sencillo, se reduce a los controles típicos de este tipo de juegos, y enseguida nos haremos con la mecánica del mismo.
En cuanto a la IA del enemigo, siempre siguen un patrón de conducta similar, con lo que con estudiarlo y actuar en el momento oportuno podemos deshacernos de ellos sin muchos problemas. Otra cosa es que nos descubran, en ese caso más vale acertarles en la cabeza a la primera, ya que si no podemos despedirnos, más aun si piden refuerzos. Para evitarlo podemos aprovechar los escondrijos que nos brinda el escenario, así como ocultarnos en las sombras, para ello contamos con un indicador de sigilo que nos indica en cada caso cómo de visibles somos para el enemigo.
Gráficos
Nos encontramos ante unos buenos gráficos, si bien en momentos puntuales se ven un tanto “cuadrados” y pixelizados. Sin duda el punto fuerte de Cold War es el uso de las luces y las sombras, de las cuales saca un gran partido, máxime cuando nos encontramos con un título en tercera persona, por lo que podemos apreciar los cambios con todo detalle sobre nuestro protagonista.
En lo referente al escenario, su representación es buena, con numerosos detalles, tanto en los interiores como en los exteriores, sin embargo no podemos interactuar con él a nuestro antojo, sólo con aquellos elementos predestinados a cumplir una función en el desarrollo del mismo, y tampoco se apreciará cambio alguno, únicamente en las puertas, cámaras y redes de vigilancia láser. El resto permanecerá impasible a nuestras acciones.
Música / Sonido
Los efectos sonoros son los típicos de este género, pisadas, alarmas, disparos, puertas que chirrían… todos bien llevados al título. Poco más se puede decir de ellos.
La música normalmente queda en un segundo plano, pero en ciertos momentos de tensión, o cuando algo importante va a suceder, se eleva haciéndonos disfrutar de una melodía detectivesca que nos sumerge, más si cabe, en la trama.
Edición española
Desgraciadamente Cold War no está doblado al castellano, si bien los menús y subtítulos sí que aparecen localizados. De todas formas, un buen doblaje habría sido un gran punto a su favor, ya que los ácidos comentarios de nuestro protagonista no son lo mismo si los leemos. Además, el juego está protegido mediante StarForce.
¿Alguien dijo Splinter Cell?
Es evidente que la referencia en este tipo de juegos es Splinter Cell. Con Cold War tenemos un título que se asemeja bastante, si bien hay un elemento que los diferencia de forma clara, y no es otro que Matthew Carter no es un agente especial, con todo lo que ello conlleva. Sin embargo tiene un punto a su favor, y es que es capaz de crear los aparatos más insólitos si tiene los elementos adecuados (al más puro estilo McGyver), lo cual será indispensable para poder llevar a cabo nuestra misión.
Conclusión
Cold War es un título de “infiltración”, con todas sus ventajas e inconvenientes. Para los que buscan un juego de acción rápida esta no es una buena elección. Por el contrario, para aquellos que están cansados de juegos en los que lo fundamental es tener el gatillo fácil y buscan una historia interesante (algo poco común en los títulos actuales) en la que la violencia pasa a un segundo plano, seguro que Cold War es lo que estaban buscando.
Lo mejor: una buena historia. Nuestro personaje es una mezcla entre Sam Fisher y MacGyver.
Lo peor: no viene doblado al castellano, con lo que se pierde ese toque irónico del que hace gala el protagonista. Trae StarForce.