Un multimillonario excéntrico ha desaparecido misteriosamente, dejando tras de si una enorme fortuna a por la que sus familiares, como buenos herederos, quieren abalanzarse como buitres tras la carroña. Precisamente son estos los que te han contratado para que abras 35 cajas fuertes especialmente diseñadas para poner a prueba la inteligencia de quienes en ellas buscasen las escrituras legales de la herencia.
Y no va a ser fácil. A cada cerradura le corresponde un puzzle a cual más maquiavélico. Los hay de toda clase: juntar colores, componer imágenes, mover una bola en un campo magnético… hasta una suerte de sudoku con símbolos monetarios en lugar de números. Además, el contenido de cada caja incluye objetos y claves para abrir otra caja o puerta, sin que ello implique que el avance en Safecracker sea puramente lineal. En lugar de eso, es frecuente encontrar situaciones en las que uno puede escoger el orden en el que resuelve cada enigma, lo que alivia la frustración que produce atascarse en un solo punto.
Además la dificultad está bien ajustada, logrando no desesperar al jugador ni aburrirlo por la ausencia de auténticos desafíos. Por otro lado, en ningún momento se recurre a la habilidad, si no a la inteligencia. Si buscas un subidón de adrenalina olvídate de este programa, que se presta más a ser disfrutado sin ninguna prisa, con una libreta, un bolígrafo y algo de picar en la mesa. Hasta aquí todo perfecto: un juego de puzzles con unos puzzles estupendos y que avanza con suavidad y naturalidad. Si lo más importante de un maniquí es la ropa que exhibe, este traje es de muy buena calidad. Pasemos a los complementos.
Núcleo desnudo
Para hacer un título excelente basta con divertir con inteligencia al jugador y desarrollar hábilmente la idea principal que subyace tras cada programa. Éste no es precisamente un objetivo sencillo, pero los chicos de Kheops lo han alcanzado. Otra cosa es tocar la gloria. Para eso hace falta, además, que todos los complementos brillen, y no es el caso.
No es que técnicamente hayan fallado, de hecho los gráficos son correctos, el rendimiento es bueno hasta en equipos desfasados, no hay bugs relevantes, la interfaz es elegante y los tiempos de carga son breves. Hasta han tenido el detalle de permitir que se ejecute sin necesidad de que el disco esté introducido en la unidad óptica. El problema reside, por ejemplo, en que la banda sonora resulta algo monótona, elemento que otros exponentes del género, como la saga Myst, han mimado hasta el extremo.
Tampoco se ha pensado lo suficiente en la rejugabilidad, así que no esperes ninguna opción multijugador ni nada que se salga del modo historia.
¿He dicho “modo historia”? Sí, hay una historia de por medio que no es del todo mala, pero es el aspecto más desaprovechado de todos. Además de la satisfacción de haber superado una prueba más, habría sido fantástico recibir como recompensa a cada caja abierta un avance significativo de la trama, quizá en forma de secuencia cinemática. Y también habría contribuido lo suyo el que no estuviese en inglés absolutamente todo. Vale, este no es un género en el que la localización sea imprescindible, pero no es menos cierto que en estos casos resultaría especialmente barata.
En resumen
En una época plagada de clones de clones de otros clones es refrescante comprobar que aún hay quien se atreve a nadar contra corriente lanzando títulos como este. Inspirado en una vieja gloria homónima, Safecracker es una delicia para los amantes de los puzzles, pero podría ser mejor si a tan hermosa vestidura le hubiesen añadido los complementos apropiados.
Lo mejor: Variedad de puzzles, dificultad bien ajustada, no demasiada linealidad.
Lo peor: Banda sonora, ausencia de rejugabilidad, argumento desaprovechado.
Alternativas:• Schizm 2: Camaleón
• Uru: Ages Beyond Myst