Cuando en el año 1955 Masaya Nakamura fundaba Namco, no sabía el monstruo en lo que se iba a convertir la compañía. A día de hoy, fusionada con Bandai, sigue dedicándose en cuerpo y alma a los videojuegos. Muchos de sus títulos son de sobra conocidos por todos, y alguno de sus protagonistas ha llegado mucho más allá del cartucho original en donde se incluía.
La historia nos contempla
Pocas compañías del mundo del videojuego pueden decir que celebran su 50 aniversario. Desde Namco decidieron que había que celebrarlo de alguna manera, y que mejor forma de hacerlo que recuperar aquellos títulos con los que comenzaron su andadura y los que les catapultaron a la fama en la época de las recreativas.
Y es que, mirando ahora a esos títulos con melodías machacantes, pixelados al extremo y sin más objetivo que superar el mismo reto una vez más; se me hace difícil reconocer la de horas y monedas que pudimos haber dejado en ese lugar de perversión al que todos los fines de semana acudíamos como ratones guiados por el flautista de Hamelín. Pero la cuestión es que lo hacíamos, y ahí radica el éxito y los méritos de Pac-Man y compañía para encontrarse otra vez, muchos años después, corriendo en las consolas actuales.
Insert Coin
Esa era la premisa básica de todos estos títulos. Nada de enormes menús de configuraciones y controles. Aquí sólo había una pequeño joystick y un botón que aporrear (dos en las versiones más modernas). Se metían los “cinco duros” y empezaba la fiesta. Dependiendo de nuestra habilidad, esa fiesta duraba 5 minutos o media hora, y otra vez a empezar.
Por suerte, en esta recopilación no será necesario hacerle una abertura nueva a la Game Boy para insertar las monedar de cincuenta céntimos (madre, como se ha encarecido esto…), tan sólo con pulsar “Start” comenzaremos una nueva partida. Pero el hecho, es que ya no es lo mismo. Los años han pasado y aunque la nostalgia hace que cojamos la máquina y le dediquemos unos minutos, enseguida volvemos la cabeza hacia las nuevas generaciones.
Por descontado, que si le pasamos el juego a un crío de la “generación Playstation”, además de pensar que nos patina la neurona, pondrá cara de póker e interiormente nos hará sentirnos bastante más mayores de lo que tres minutos antes hubiésemos reconocido ser. Así que, comentarlo únicamente en los círculos de edad similares al vuestro.
En resumen
Una buena recopilación, que comparada con la de otras plataformas, se nos antoja un tanto escueta. Aún así, únicamente está aconsejada para nostálgicos; el resto, abstenerse.
Lo mejor: Todo es igual que en las recreativas originales.
