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Análisis de Crashday (PC)

Carátula Crashday

Fecha de lanzamiento: 24 de febrero del 2006

Características: PC-Velocidad-Coches-Arcade

Distribuidor: Atari

Desarrollador: Moon Byte Replay Studios

Manual: Castellano.
Textos: Inglés.
Voces: Inglés.

Código PEGI: +12

Web oficial: Disponible

Requisitos: Sistema operativo: Windows 2000 / XP, Procesador: 1.5 GHz, Memoria: 512 MB RAM, Espacio en disco duro: 1 GB, Tarjeta gráfica: 64MB (GeForce 3 / Radeon 8500 o similar con pixel shader y vertex shader), Direct X 9.0c.

Requisitos recomendados: Procesador: 2.5 GHz, Memoria: 1024 MB RAM, Tarjeta gráfica: 256 MB.

 

Imagen 10 de Crashday

Imagen 9 de Crashday

Imagen 8 de Crashday

Imagen 7 de Crashday

Imagen 6 de Crashday

Imagen 5 de Crashday

Imagen 4 de Crashday

Imagen 3 de Crashday

Imagen 2 de Crashday

Imagen 1 de Crashday

Análisis publicado el 20-02-2007 por mikem_33.

Por un momento, pon la mente en blanco (no soy Bruce Lee, ya lo sé) y piensa en las virtudes de todos los juegos de carreras a los que hayas jugado. A mí se me ocurrirían varias cualidades y de juegos muy distintos, como por ejemplo: los circuitos de Trackmania, las locas carreras de Flat Out, el tuning de Need for Speed: Underground y un largo etcétera… Tras esto imagina todos esos aspectos mezclados en un sólo juego y deja de imaginar, es lo que encontrarás en Crashday.

Diversión instantánea
 
Todo aquel que se digne a llamarse “jugador” tiene sus épocas. Sí, épocas en las que te apetece más jugar a un tipo de juegos que a otros, épocas en las que pasas de jugar a Oblivion o a KOTOR, o que pasas del último FPS que se haya publicado, sea Prey, sea Half-Life 4, sea Doom 5… y entonces llega el momento en el que te preguntas: ¿Por qué? Pues la verdad, a mí se me ocurre decir que hay días en que lo único que me apetece es coger el ordenador y echar una partida a un juego de carreras como Crashday.
 
Sí, sí, tachadme de consolero, de poco profundo, de lo que queráis, pero no podéis negarme, que la diversión instantánea es lo mejor que hay y todos necesitamos nuestra dósis. En esos días deseamos sentarnos ante el ordenador o la consola y empezar a jugar casi sin pensar, pasar un rato entretenido y no calentarse la cabeza con nada más. Eso es lo que antaño nos sucedía con las máquinas recreativas, cuando íbamos un sábado por la tarde a gastarnos nuestra paga de la semana y nos divertíamos como niños que éramos cuando introducíamos aquellas enormes monedas de cinco duros en aquellos “chismes del demonio”. La facilidad con la que se aprendía a jugar a cada máquina era gratificante y esa es la esencia de la diversión instantánea. Por lo tanto, se me ocurre decir, ¿a quién no le gusta conducir un coche armado con una ametralladora y un lanzamisiles e ir masacrando a tus enemigos?, o ¿a quién no le gusta estrellar su coche virtual conduciendo a una velocidad extrema? Hombre, está claro que si no te gustan los juegos de coches, pues no te gustará esto último, pero entonces, ¿qué demonios haces leyendo un análisis de un juego de carreras?
 
Infierno y destrucción

Crashday consta de varios modos de juego en los que acabarás seguramente con el coche hecho pedazos. Para implementar estas pruebas, los creadores han utilizado diversas fórmulas procedentes de otros títulos muy conocidos en el género, cosa que hace de este, un juego poco innovador, pero indudablemente divertido.

En el modo Career Mode, (modo historia para entendernos, aunque la historia brille por su ausencia) podemos encontrar el parecido más evidente a la saga Need for Speed: Underground, ya que deberás participar en diversas carreras por las cuales te recompensarán con cientos de dólares para mejorar y modificar, o incluso cambiar tu coche. Hay un total de doce vehículos que podrás dotar de los diversos extras o piezas con los que cuenta el juego, ya que hay una amplia variedad de alerones, vinilos, llantas, ruedas, capós, kits de suspensión y chasis, de los cuales podrás alardear. Dentro de este apartado de juego encontraremos varios sub-modos que podremos revivir individualmente en “Single Event”, pero que al principio experimentaremos según vayan sucediéndose las misiones.

De entre todos los sub-modos de juego destaca el llamado “Wrecking Match”, que es el que más se identifica con Destruction Derby y el título del juego: un circuito cerrado dónde varios coches armados con lanzamisiles y ametralladoras se disponen a destrozar a sus contrincantes. Ésta prueba es en toda regla un deathmatch en lo que a coches se refiere, por tanto la diversión está asegurada, sobre todo para los amantes de los FPS, que disfrutarán de las delicias del modo multijugador.

Además de este, también disponemos del modo “Stunt Show” que recordará en este caso al juego Trackmania por la temática del mismo ya que los loopings y las rampas estarán a la orden del día y de todos modos nuestro coche quedará igualmente destrozado. Nuestro objetivo será emprender la misión de recorrer tales senderos en busca de la gloria, y procurando hacer piruetas impresionantes para obtener la máxima puntuación. En cambio las carreras normales (modo “Race”), recuerdan al famoso Flatout, por sus obstáculos y sus choques espectaculares, ya sean con los mentados obstáculos o con el resto de los participantes. Cabe apuntar un pequeño defecto en éste modo de juego, el cual no es otro que la inteligencia artificial, que no está demasiado trabajada, por lo que el resultado es el de unos rivales a los que no es demasiado difícil vencer ya que cometen una y otra vez los mismos errores.

A parte de todos estos modos de juego, este título cuenta con un añadido interesante en forma de minijuegos los cuales se irán desbloqueando según avances en el modo “Career”. Encontraremos pruebas tan locas como bajar desde una rampa infinita y saltar para estrellarte lo más lejos posible, llevar una bomba e intentar chocar el coche con tus contrincantes para pasársela antes de que se acabe el tiempo y explote, y hacer un sprint para coger velocidad y volver a saltar en otra rampa con una bomba en el techo del coche y recorrer unos metros más en cuanto estalle. Seguramente será algo de lo que os cansaréis al poco tiempo de haberlo probado, pero no dejan de ser interesantes, como ya he dicho, y serán un aliciente más del juego que en general se vuelve un poco aburrido al rato de estar jugándolo. Lo que alargará la vida del mismo será el modo multijugador, ya que echarse unas partidas con los amigos es lo mejor de éste título. Además, el editor de mapas con el que cuenta, facilitará la confección de nuevos escenarios para utilizarlos a solas o en el modo multijugador.

Jugabilidad

En este apartado, aunque seguramente ya lo habréis intuido, cabe destacar que el juego es puro arcade y por tanto, la conducción realista, la influencia de las características de los escenarios en el manejo de los coches, y demás aspectos que seguramente aparecerían en otros juegos de carreras de tipo simulación, no tienen lugar en este título, algo obvio por la temática del juego. Aunque tal vez los estudios independientes de Moonbyte y Replay Studios se han tomado demasiado al pie de la letra estos aspectos, y ese haya sido el gran error que cometieron al desarrollar el juego.

Todo esto da lugar a una conducción muy poco realista y una física de la inercia muy mal conseguida, que hace que cuando cojas mucha velocidad no consigas frenar a tiempo y provoque frecuentes y repentinas salidas de pista que te hacen cometer diversos errores en la carrera o prueba en cuanto intentas derrapar o frenar para girar en una curva. Tal vez para algunos, este no sea un gran defecto dado las influencias de las que bebe este título, pero no hubiese estado de más que hubiesen trabajado ese aspecto, ya que es el que más influye a largo plazo en la jugabilidad.

Respecto a la destrucción de los coches, es bastante difícil que te quedes sin coche en mitad de la carrera, ya que puedes controlar el estado del mismo mediante una especie de barra de salud. Por tanto solo has de tener en cuenta a que nivel de destrozo se encuentra tu vehículo y prevenir los posibles choques o golpes.

También hay que destacar el sistema de turbo con el que el juego cuenta, ya que el mismo gustará a unos y por otra parte, otros lo odiaran a muerte. En cuanto empieces a utilizar el turbo aparecerá en la parte inferior de la pantalla una barra que irá llenándose según el tiempo que permanezcas pulsando el botón asignado a tal fin. Si agotas esta barra el turbo quedará inutilizado, y tendrás que esperar un pequeño período de tiempo a que vuelva a activarse. El truco para no desactivarlo reside en no agotar la barra e ir soltando el turbo un poco antes de que llegue a su límite mientras sigues acelerando. Para algunos, hubiese sido mucho más lógico poner un sistema de nitro de toda la vida, pero creo que esta decisión es la más adecuada según el tipo de título del que estamos tratando, ya que ¿cómo destrozarías tu coche sino?

A pesar de sus errores, la jugabilidad en general es correcta y la diversión estará garantizada en todos sus aspectos, gracias a las virtudes de un juego de estas características.

Gráficos

Respecto al apartado gráfico, nos encontramos con un modelado de vehículos muy conseguido que goza de un elevado nivel de detalle, un aspecto a tener en cuenta. Los reflejos y los brillos en los vehículos también son bastante buenos y hacen de este juego, un título muy bonito y agradable de ver. El nivel de destrucción de los coches también es impresionante, ya que la carrocería se estropeará de diversas maneras según sean los choques, y no faltarán cristales rotos, arañazos y pequeñas partículas de carrocería, e incluso piezas internas de los vehículos.

Pasando a los circuitos, cabe destacar, que aunque están bastante bien realizados y diseñados, las texturas son un poco escasas, y en ese aspecto el juego quedará un poco menos vistoso que otros títulos similares. También se echa de menos más variedad de mapas, ya que sólo cuenta con escenarios diurnos y carentes de efectos climáticos destacables. Además, todos están ambientados (no se sabe porqué) en parajes campestres o agrestes, y esa poca diversidad también nos aburre un poco.

Se agradece que el juego no exija requisitos demasiado altos, y su buen funcionamiento en equipos más modestos se hará notar en las “parties” caseras en las que haya algún compañero que no disponga de un equipo de gama alta.

Música/Sonido

Respecto al sonido no hay nada muy destacable que apuntar. Cuenta con varias canciones de rock duro de grupos no muy conocidos que ambientan bastante bien la experiencia del juego, pero su similar ritmo y registro hace que acabes cansando los temas. Respecto a los efectos sonoros, son simplemente correctos.

Edición Española

El juego viene en perfecto inglés, por tanto no es un punto demasiado positivo para algunos jugadores, aunque si tenemos en cuenta el género al que pertenece, esta característica no supone ningún obstáculo importante.

Conclusión

Crashday es diversión instantánea. Todo lo demás no ha de importarte demasiado ya que si lo que quieres es divertirte, desde luego que lo conseguirás. Si bien el juego podría mejorar diversos apartados que he comentado, como la IA enemiga, el manejo de los vehículos y otros pequeños detalles, nos encontramos ante un juego que gustará a todo el mundo y nos hará pasar un rato entretenido.

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Horas jugadas: 6
Version analizada: 1.0
Equipo de pruebas: AMD Athlon 64 3500+, PB Asrock 939 DualSata2, 2 Gb DDR RAM, HD SATA2 200 GB Seagate Barracuda 7200 rpm, ATI Radeon X800 GTO 256 Mb.

Jugabilidad: 9
Gráficos: 8
Música y sonido: 6
Modo multijugador: 8
Edición española: 3
Nota final: 7.5

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