Análisis de Dementium II (NDS)
Fecha de lanzamiento: 23 de septiembre del 2010
Características: NDS-Acción-Survival Horror
Distribuidor: Koch Media
Desarrollador: Renegade Kid
Precio: 39,95€
Manual: Castellano.
Textos: Castellano.
Voces: Desconocido.
Código PEGI: +18
Web oficial: Disponible
Apartado técnico
El contexto gráfico es uno de los dos pilares fundamentales, a los que se sumará posteriormente el apartado sonoro. El apartado técnico divide su trabajo entre dos dimensiones: la real y la demoniaca. La real ofrece lo que observaríamos en un sanatorio normal y corriente (o casi); la demoníaca nos plantea escenarios sórdidos, con personajes espeluznantes, como los aberrantes zombis con enormes y aterradoras mandíbulas que brotan de su pecho, y algunos mecanismos de torturas, como aquella cadena que atraviesa el torso de un cadáver y prosigue con su incesante movimiento, entre otros tantos detalles. Dentro de la capacidad técnica de la portátil tenemos que admitir el gran trabajo de los chicos de Renegade Kid, porque realmente es inaudito lo que han conseguido hacer con Dementium II.
Pero no sólo ha habido un gran trabajo técnico que incluye en su haber un repertorio de vídeos que se adapta a las diferentes situaciones, sino también a la hora de elegir dónde colocar cada objeto; desde los escenarios, que habremos de recorrerlos en ambos mundos, hasta la última máquina de tortura han sido ubicados a conciencia, para asfixiarnos en el espacio y no dejarnos caminar para recuperar un poco de aliento. Sobre todo en el mundo demoníaco ya que, en el mundo real, no tendremos mucho que temer.
La influencia de Silent Hill en lo artístico es inexorable. No sólo la concepción de los dos mundos es de talla "silenthiliana", sino la fisonomía de los escenarios, los tonos utilizados en ellos, el punto de guardado, cuyo color rojo intenso nos recuerda a lo visto en anteriores entregas de la saga de Capcom, los enemigos, tan descalabrados como es típico en aquella, la iluminación, los desconcertantes mensajes en las paredes… En general, la reminiscencia Silent Hill será una constante; aunque no por ello Demetium II deja de aportar en este aspecto sus puntos originales. Pues si bien toma referencias "silenthilianas", las personaliza con un estilo propio para enlazarlas con otros elementos de impronta personal que quedan lejos de la saga de terror mentada.
Apartado sonoro
La música y los efectos sonoros componen en esta obra el elemento desquiciante por antonomasia; es, sin duda, el segundo pilar de esta creación. Nos acompañan la mayor parte de nuestro trayecto, moldeando el tipo de hilo musical a medida que llegamos a puntos determinados donde nos espera una zona más horripilante o hemos de combatir contra las aberraciones de turno. En el caso de esta última la banda musical reforzará la intensidad de la situación, enervándonos lo máximo posible a la hora de apuntar o movernos para esquivar a nuestros adversarios. En los primeros compases del juego nuestra inexperiencia al mando de William Redmoor se unirá a la excitación acústica para descontrolarnos durante los tramos donde los enemigos nos acechen.
Esta secuela cuenta con un añadido asombroso que en un principio nos parecía inimaginable: voces en español que podremos complementar con subtítulos si así lo consideramos oportuno. Este inesperado doblaje raya a un nivel decente, por supuesto no encontraremos la excelencia de otros títulos con más presupuestos (y lógicamente de otras plataformas), pero que, si somos sinceros, tampoco es necesario.
Las voces no se limitarán a aparecer únicamente en los vídeos sino en el propio “in-game”, funcionando como un efecto sonoro más que en ocasiones nos inquietará por encima de lo normal. En este punto se aconseja activar los subtítulos por si los sonidos circunstanciales obstruyen el mensaje hablado. Otras voces no estarán en español, como los convalecientes de la sala de post-operatorios, lo cual nos incomodará aún más, robusteciendo el contexto paranoide que nos plantea Dementium II.
Edición española
La edición española de Dementium II ha dado un salto de gigante. De pasar de la versión íntegramente en inglés de la secuela Dementium: The Ward, ahora contamos con un juego sólido apuntalado por voces y textos en español, difícilmente superable si tenemos en cuenta las expectativas que habían levantado el lanzamiento del primero de los juegos.
Por otra parte, la portada que nos llega es digna de alabar, con grandes posibilidades de pasar a la historia por su originalidad. Una mano brotando de la boca de una persona acaba por atraparle toda la cara. El impacto es inolvidable para casi cualquier jugador que tenga en cuenta este tipo de detalles, que no son pocos.
Con mucha probabilidad sea una de las mejores ediciones españolas de un juego visto en el catálogo de Nintendo DS. Tanto por la conservación de la portada como por todos los elementos que la traducción ha traído consigo.
Conclusión
La obra de Renegade Kid es uno de esos juegos que hacen catálogo. Una pequeña joya arrojada al contenedor de cuasi infinitas obras que abundan en Nintendo DS, asimismo deslucida por los prejuicios que rodean a la mentada portátil. Dementium II explota las posibilidades técnicas de su plataforma natal como ninguna otra creación del plantel hasta el momento. Tanto en el apartado técnico como en el sonoro nos cuesta recordar algún título que consiga hacer sombra a la genuina obra de terror, pues ambos se han encargado de construir una ambientación de talla sublime dentro de las posibilidades de la portátil. La jugabilidad se hace pesada hasta que conseguimos adaptar nuestras manos a la fisonomía de la portátil, aunque hemos de admitir que esto es comprensible teniendo en cuenta la escasez de posibilidades que proyectan los escasos botones de la pequeña de Nintendo.
Este singularísimo juego de acción en primera persona, tintado con influencias de diversos “survival horror”, en especial de Silent Hill, es recomendable para cualquier jugador harto de la monotonía imperante en el catálogo de Nintendo DS, y obligatorio para el amante de las ambientaciones tenebrosas y las historias retorcidas.
