Análisis de Trópico 3 (PC)
Fecha de lanzamiento: 13 de noviembre del 2009
Características: PC-Estrategia-Tiempo Real-Gestión
Distribuidor: Koch Media
Desarrollador: Haemimont Games
Precio: 39,99€
Manual: Castellano.
Textos: Castellano.
Voces: Castellano.
Web oficial: Disponible
Requisitos: CPU a 2,4 GHz· Tarjeta gráfica capaz de soportar Shader Model 3.0 (NVIDIA GeForce serie 6 o superior, ATI X1300 o superior)· DirectX 9· 1 Gb de RAM· 5 Gb de espacio libre en disco.
Requisitos recomendados: CPU Intel Core 2 Duo E6400 2,13 GHz, Athlon 64 X2 Dual Core 4800+ o superior· Tarjeta Gráfica GeForce 7600 GT 256 Mb, serie Radeon X1600 o mejor· DirectX 9· 1 Gb de RAM· 5 Gb de espacio libre en disco
Análisis publicado el 05-01-2010 por apetecan.
El pueblo no siempre sabe lo que le conviene, y tú, como cualquier buen dictador que se precie de amar a su patria, deberás hacerla florecer y mantener el yugo sobre la población, no vaya a ser que se den cuenta de que en realidad no eres tan irreemplazable. Con estas curiosas premisas jugarás en Trópico 3.
Algún veterano estratega recordará el primer título de la serie, en el que los pilares del juego ya eran los mismos, a saber: gestionar una isla tropical y hacerla prosperar, mantenerte en el poder y asegurarte una buena jubilación con fondos desviados durante tu mandato. Al que jugara al primer Trópico, puede resultarle sorpredente lo mucho que se parece esta nueva entrega, pues la mayoría de edificios a construir o edictos que aprobar ya estuvieron en su día. Ése es, sin duda, un punto que no dice mucho a favor del juego, pero mirado más de cerca, desde la perspectiva de alguien que no haya jugado una entrega anterior, puede resultar un juego de estrategia de gestión muy divertido y con enorme sentido del humor.
Al inicio de cada partida, deberemos escoger los rasgos del mandatario que vayamos a representar, pudiendo asignarle dos virtudes, con sus respectivos efectos durante la partida, aunque también, ineludiblemente, dos defectos, que también tendrán consecuencias. De cada jugador depende qué ser, si un ludópata flatulento o un mujeriego bobo, por ejemplo. También se puede escoger directamente algún personaje, con sus rasgos ya definidos, de una lista con nombres tan "ilustres" como Pinochet.
Trópico levantó en su día polémica por el planteamiento de convertirte en un dictador con una isla que manjear a su antojo. Hoy, Trópico 3 no ha suscitado debate a pesar de tener idéntico objetivo e incluir citas de personalidades tan conocidas y dudosas como Mugabe o Ahmadineyad, no se sabe si porque la sociedad es más madura y comprende que es sólo un juego o porque el mercado es mucho más amplio y hay muchos más títulos en los que fijarse. Posiblemente sea esto último...
Con nuestro avatar ya escogido, el siguiente paso será jugar la misión, que al ser superada normalmente desbloqueará otras. Cada misión se ubica en una isla diferente de un archipiélago donde podremos ver las completadas y las restantes. Cada una de las misiones tendrán objetivos diferentes, a pesar de tener idéntica mecánica del juego. Puede que se nos pida cierto número de exportaciones de alguna materia prima, o quizá lograr el mayor dinero posible para nuestra cuenta suiza cuando dejemos el cargo. Estos objetivos no son baladí, ya que habrá que centrarse en ellos para superar la misión, y no siempre conseguir el objetivo irá paralelo a la búsqueda de la felicidad y prosperidad de los tropicanos.
Con un amplio catálogo de edificios que construir y medidas a adoptar (decretos en este caso) Trópico podría parecerse a un juego de gestión como tantos hay. Sin embargo, no olvidemos que somos, al fin y a la postre, un líder autocrático que sólo se disfraza de pseudodemócrata para obtener el favor y las ayudas económicas de las grandes potencias. Por ello, tendremos herramientas especiales de las que echar mano aunque sean impopulares y alimenten el espíritu rebelde, que es el que finalmente nos puede alejar del cargo. Estas herramientas son el soborno o el asesinato de objetivos concretos, ya sean rebeldes, líderes de la oposición o generales del ejército que puedan suponer la simiente de un motín militar. También se le puede provocar un "accidente" a alguien, o hacer que la iglesia le declare hereje. En el caso de los decretos, hay abundantes medidas represivas, populistas, o incluso ecologistas, y es que en un momento dado, cualquier facción contenta de Trópico nos puede mantener en el poder.
Las facciones son los grupos de personas residentes en Trópico que tienen una marcada ideología. Aunque unas son más testimoniales que otras, en general, todas son importantes. La facción religiosa es muy numerosa, y por tanto, poderosa. Irán en contra de cualquier medida que aumente las libertades, y exigirán poder rendir culto a su Dios en instalaciones decentes. Los militaristas tienen una enorme importancia, pues es el ejército quien tiene las armas y el que te defiende de los levantamientos. No tenerles contentos es la manera más rápida de acabar con tu mandato. En un nivel quizá más bajo, ya se encuentran el resto de facciones, nacionalistas, intelectuales, ecologistas, comunistas y capitalistas. Obviamente, no es posible contentarlos a todos por lo antagónico de sus pensamientos, pero o se intenta no enojar demasiado a nadie, o directamente se toma partido por alguien y se ignoran las quejas de los grupos que no tengan tu visto bueno.
Como ya hemos dicho, esta nueva entrega de Trópico se parece asombrosamente a la primera en sus opciones, aunque el apartado técnico ha cambiado notablemente. Especialmente el gráfico, donde ahora disfrutamos de unas 3D que nos permiten manejar la cámara a nuestro antojo y hacer zoom para deleitarnos con algunos detalles de nuestras gentes, los edificios o los paisajes. En lo musical, Trópico 3 alcanza una excelente nota debido a su banda sonora, compuesta por canciones caribeñas melodiosas, pegadizas y graciosas que nos acompañan durante las misiones. Además, en la edición española los doblajes son excelentes, desde el locutor de radio Trópico que escucharemos con frecuencia dar las noticias de la isla, hasta nuestros propios discursos cuando convoquemos elecciones. Tendremos una voz asombrosamente parecida, y no por casualidad, a la de cierto líder venezolano populista y altanero que todos conocemos. Todo ello, con un sentido del humor sublime, siempre haciendo chanza de los clichés que se atribuyen a los países caribeños y a la propensión hispana a sufrir golpes de estado que, históricamente, se muestra como un hecho recurrente.
Las opciones multijugador de este título se resumen en poder enviar las puntuaciones y las islas a las que hayas jugado para entrar en un ránking. También se pueden descargar desafíos concebidos por otros jugadores con el generador de mapas, que dispone de unas plantillas a partir de las cuales crear un desafío con unas condiciones determiandas. Los desafíos son otro tipo de partidas, independientes de la campaña, que se pueden jugar en cualquier orden, y el propio juego ya incluye algunos de serie.
Conclusión
Trópico 3 es un juego de estrategia de gestión similar al resto, pero con peculiaridades que lo hacen único. Además de construir edificios, gestionar la ciudad y hacerla prosperar, siempre pendientes de la felicidad de los ciudadanos, nos encontraremos con un pueblo que gusta de convertirse en rebelde, de unos militares de voluble lealtad, y con unas herramientas a nuestra disposición que nos pueden convertir en un tirano si las utilizamos. Se puede jugar a ser "bueno", pero en un momento dado, siempre ayuda poder amañar unas elecciones o acallar a ese opositor que tanto apoyo recaba. Y en ese punto es donde acaba el juego de gestión normal y empieza Trópico 3. Además, la edición española incluye el Trópico primigenio, como guiño tanto para los nostálgicos como para los recién llegados ávidos de conocer los inicios de la serie.
Lo mejor: El sentido del humor, la fidelidad a la serie y el doblaje.
Lo peor: Que se parece demasiado al primer Trópico, dando la sensación de que sólo es una puesta al día de aquel título.
