Análisis de Risen (Xbox 360)

Carátula Risen

Fecha de lanzamiento: 02 de octubre del 2009

Características: Xbox 360-Rol-Medieval-Fantástico

Distribuidor: Koch Media

Productor: Deep Silver

Desarrollador: Piranha Bytes

Precio: 59,95€

Manual: Español.
Textos: Español.
Voces: Desconocido.

Código PEGI: 16+

Web oficial: Disponible

 

Imagen 17 de Risen

Imagen 16 de Risen

Imagen 15 de Risen

Imagen 14 de Risen

Imagen 13 de Risen

Imagen 12 de Risen

Imagen 11 de Risen

Análisis publicado el 04-03-2010 por jgalvan.

Después de una magnífica saga, Piranha Bytes, creadores del mítico Gothic, nos sorprenden esta vez con un juego de Rol que bebe mucho de los clásicos y se mezcla con las nuevas tendencias establecidas en los MMORPGs que populan por esos mundos de Internet.

La Historia

Tras un naufragio en el que muy pocos sobreviven, la marea te lleva hacia una isla. Tierra firme, al fin, tras el terrorífico océnao que te ha escupido, pero te hayas sin nada, desarmado y en un lugar plagado de bestias feroces y gentes no siempre amables. Así empieza Risen.

Con la introducción que precede, entrarás en la aventura de Risen. A partir de ahí, tendrás que valerte por ti mismo para salir adelante, y no siempre será fácil. Es un juego de rol, y haremos bien en recoger todo aquello que sea susceptible de llevar encima, bien sea para utilizarlo o para venderlo. En cuanto podamos, armaremos a nuestro personaje con una rama para que se pueda abrir paso por la isla, pues en cada recoveco habrá una jauría de lobos u otras bestias ávidas de atacarnos si nos acercamos lo suficiente. Una de nuestras prioridades, que aparece temprano y que no nos abandonará durante el resto del juego, será la de conseguir dinero, necesario para hacernos con objetos más útiles y comprar los favores de la gente. El dinero es tan esencial como escaso, así que será recomendable gastarlo con sensatez.

Risen aporta una historia intrincada que se va desgranando mediante los diálogos con los personajes, todos ellos con una coherencia magníficamente llevada, pues si hacemos un favor a alguien, éste, más adelante, seguro que nos ayuda, pero si le atacamos o le robamos, debemos esperar ninguna ayuda de él. Sin embargo, nos toparemos con tanta gente que no será difícil que en poco tiempo perdamos el hilo, pues cada persona puede tener una versión distinta del mismo hecho. Además, la ingente cantidad de nombres que deberemos memorizar (si queremos hacer el devenir del juego un poco más ágil) será un escollo más. Pero deberemos hablar con esas personas, ya que no sólo nos encomendarán misiones, sino que desbloquearán nuestro avance. Muchas de las misiones, no obstante, serán de dudoso honor o mérito, sobre todo las primeras. Así, nos encontraremos realizando cosas tan poco gratificantes como recoger huevos de gallina del suelo o, en no pocas ocasiones, haciendo de recadero, pasando mensajes de uno a otro personaje, con la opción eventual de traicionar a alguno de ellos y tomar partido.

Éste es un aspecto muy tedioso y se alarga bastante. Ese tipo de misiones serán las primeras que hagamos, pero si perseveramos, a medida que la historia avanza, llegan otros cometidos más heroicos o, por lo menos, dignos. A lo largo de la aventura transitaremos por una extensa isla, sobre todo porque tenemos que recorrerla a pie, y pasaremos por las ciénagas de las que se extrae oro o una ciudad costera, entre otros lugares. En el juego intervienen tres facciones y tendrás que tratar con todas ellas. Según las opciones que escojas, al final pertenecerás a una de ellas, con sus ventajas e inconvenientes.

Con dinero y experiencia, podremos ir pagando consejos de los profesionales de varios oficios, que nos enseñarán algunas habilidades, todas ellas útiles en algún momento, y algunas casi imprescindibles, como las de ladrón o las orientadas a mejorar la técnica de combate. En cuanto a esto último, nos enseñarán a realizar combos más potentes o a mejorar nuestra destreza con algún tipo de arma determinada. Mediada la aventura, la magia entrará en juego y también podremos valernos de ella para objetivos que serían imposibles de otro modo. Además, hay multitud de objetos por utilizar, en ubicaciones muy distintas, y algunas de las misiones en las que tendremos que hacernos con algún objeto en concreto sí que constituirán un buen reto.

En el devenir de la historia iremos conociendo lugares, haciendo aliados y enemigos, encontrando cofres que abrir y eliminando o eludiendo a bestias salvajes y criaturas malignas, dependiendo de si bloquean directamente nuestro camino o no. Y, aunque las primeras horas de juego pueden abrumar por la cantidad de diálogos y personajes nuevos, la inmensidad del mapa y el conocimiento de las rutas que unen los lugares de interés, poco a poco el juego se hace más accesible, aunque sólo sea por las horas invertidas. Quizá sea una sensación, pero el tramo final de la historia parece ser más directo, con más acción y menos paseos inútiles. Aunque, por las características del juego, y la libertad al escoger misiones y cumplirlas, este punto puede llegar en momentos diferentes según quién lo juegue, y es que Risen pronto se desentenderá de una pauta a seguir para el jugador y será éste quién decida adónde ir y cuándo.

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