Ya había pasado anteriormente, como recordarán algunos con Command & Conquer: Generals. Pero China (sede de los Juegos Olímpicos de 2008) ha vuelto a confiscar un juego, ya que no le gustaba la imagen que ofrecía de su país. Se trata de IGI 2: Covert Strike, el programa de Innerloop distribuido por Codemasters que no deja títere con cabeza en lo que se refiere al ejército chino (al que roban y sabotean), lo que no ha hecho ninguna gracia a los mandatarios del lugar. ¿La solución? Cortar por lo sano y prohibir su venta, argumentando que "daña la dignidad e intereses nacionales". Si esto no es un recorte de libertades, que venga Dios y lo vea. Fuente: BBC.