Microsoft ha anunciado recientemente que la esperada actualización para Windows XP se ha retrasado de nuevo. La compañia de Redmond, que no ha dado ningún tipo de explicación al respecto, ha aplazado la producción para agosto, un mes más tarde de lo que tenía previsto. El nuevo Service Pack, que traerá importantes mejoras (sobre todo relacionadas con la seguridad) está consumiendo más recursos humanos de los que tenía previsto Microsoft, llegando al punto de que tuvo que buscar ingenieros que estaban trabajando en Longhorn (la próxima "entrega" de Windows) para poder acabar la actualización. Fuente: News.com.