El hombre siempre ha soñado con viajar por el tiempo: desde H.G. Welles a Julio Verne, el imaginario popular ha creado cientos de máquinas que permiten dar saltos temporales. Incluso ahora, aún hay científicos que creen que sería posible construir una artefacto con estas características. Pulsad sobre "Leer más" para ampliar esta pequeña gran editorial de nuestro compañero Xavi Robles (Bandini).
La vida en tránsito
Este impulso atemporal, más allá de sus connotaciones poéticas, tiene un trasfondo práctico. ¿Os habéis planteado cuanto tiempo pasáis en el tren? ¿En el coche? ¿En un avión? ¿En el Metro? Incluso andando. Si lo sumásemos todo, la cifra sería tan alta que nos escandalizaríamos: una enorme parte de nuestra vida es un mero trayecto, un tránsito vacío entre dos actividades.
Imaginaros ahora que alguien inventa una máquina que nos permite teletransportarnos de un lugar a otro en un sólo segundo. Sería fantástico; nos podríamos levantar varias horas más tarde, llegaríamos a casa horas antes, no tendríamos que dormir en los vagones de un tren. En definitiva: nuestros días se alargarían, y podríamos dedicar mucho más tiempo a hacer todo aquello que nos apetece. Sería un viaje en el tiempo. Perfecto.
Nuestro viaje en el tiempo
Pues ahora apliquemos esto a Internet. ¿Qué pensaríais si os digo que esta máquina ya está inventada? Se llama ADSL de más de 15 Mb/s, y la mayoría del mundo occidental ya lo disfruta. Nosotros, en cambio, tenemos que dormirnos en los vagones de nuestros 512 Kb/s (si tenemos suerte y un bolsillo generoso), esperar hora tras hora para descargarnos ficheros pesados, e incluso más para mandar aquellos trabajos que debemos entregar a tiempo.
Tampoco podemos ver la televisión online, ni bajarnos, por ejemplo, Half-Life 2 mediante Steam sin esperar varios días, ni hacer muchas otras cosas que ahora ni nos imaginamos.
Creo que sería maravilloso que las grandes multinacionales, encargadas y responsables del tema, nos dieran la posibilidad de soñar, que invirtieran en nosotros ya y no pensaran tanto en sus casitas de Marbella. Que nos regalaran un viaje en el tiempo. Esto sería perfecto.