Microsoft por fin reconoce lo evidente, que el poco cuidado diseño de la consola y la poca eficiencia de los disipadores hacen que todas las Xbox 360 que hasta ahora se han vendido (casi 12 millones en todo el mundo) pueden verse afectadas por el fallo de las tres luces rojas, y que precisamente por eso mismo han
ampliado la garantÃa de la consola a 3 años, pero no piensan hacer ningún programa de sustituciones. Si bien está "medio probado" que este problema afecta mucho más a las construidas durante el 2005 y 2006 y algunas de las más modernas incluso
incluyen disipadores extra, el hecho de que Microsoft reconozca que le puede pasar a cualquier consola dejará a todos los usuarios de esta consola intranquilos y casi deseando que se les estrope antes de que pasen tres años de la fecha de compra para que nos la cambién por un
modelo de 65nm. Fuente:
CNR Australia.