Así lo afirma un estudio realizado por un psicólogo australiano sobre más de 600 adultos, de los cuales un 15% jugaba más de 50 horas a la semana, pero sólo un 1% denotaba dificultades en el trato social, como timidez, echando por tierra la idea de que el adicto a los videojuegos lo es por su incapacidad social. Daniel Loton, el autor del estudio, explica que los jugadores problemáticos, aquéllos a los que el juego condiciona su manera de vivir, trabajar y dormir, son los más proclives a implicarse en los juegos multijugador masivo, de los cuales World of Warcraft es el mejor ejemplo. Fuente:
Reuters.
Por cierto, ¿habéis visto qué imagen tan chula he encontrado para ilustrar la noticia? ¡¡Al más puro estilo Bioshock!!