Fantasía de Fantasías, Final Fantasy X
Por Jbarrosoes, publicada el viernes 16-11-2001 a las 12:04
Ya queda menos para que la décima entrega de la legendaria saga de rol obra de Squaresoft se comercialice en la península ibérica. Tanta espera habrá valido la pena. Square se ha superado a sí misma. ¿Acaso no lo hace siempre?
Soplan vientos de renovación en nuestra vieja amiga Squaresoft, que de algún modo u otro podrían repercutir de forma negativa sobre la franquicia millonaria en el ámbito internacional que supone su saga Final Fantasy.
No pretendo decir que a partir de ahora pierda calidad o comience a sufrir un proceso de degradación, sencillamente creo que la diversidad de proyectos en los que se ha implicado la desarrolladora japonesa - Kingdom Hearts sin ir más lejos - va a restar recursos y protagonismo a los juegos que por ahora habían sido su estandarte.
Por el momento disfrutemos de las maravillas que nos ofrece Final Fantasy X, y dejemos que el tiempo ejerza de juez decidiendo si la actitud tomada por la empresa de enfocar el onceavo capítulo hacia el mercado online en detrimento de su profundidad argumental, así como su decisión de sacrificar la originalidad de sus diseños a favor de un look clásico y carente de valor artístico son las medidas apropiadas o bien el principio de la caída de una leyenda.
Final Fantasy se aposenta en la PS2 y a su vez da la bienvenida a las videoconsolas de nueva generación, recuperando la estética adulta y rabiosamente contemporánea que antaño mostraba en su octava reencarnación que películas nefastas tales como Dungeons&Dragons no podrían ni concebir en sueños.
Cabe apuntar que el décimo episodio ha congregado a la cr¨me de la cr¨me del universo artístico de Final Fantasy de todos los tiempos, especialmente pertenecientes a la octava parte. Repiten pues, el director Yoshinori Kitase, el guionista Kazushige Nojima, el director creativo Yusuke Naora y el diseñador de personajes Tetsuya Nomura.
Nomura en concreto, demuestra una vez más su pericia y su apabullante talento siendo capaz de fusionar tendencias estéticas tan dispares como la vestimenta japonesa tradicional y la moda contemporánea occidental que no solo se complementan a la perfección, sino que además nos invitan a creer en la existencia de un mundo fantástico rico en mestizaje cultural y religioso.
La historia arranca en un paisaje desolador, donde nuestros héroes han decidido refugiarse. En aquel lugar inhóspito y bajo el calor protector de una hoguera, Tidus invocará sus recuerdos revelándonos los sucesos del pasado que los han conducido hasta su situación actual.
Partiendo de un flashback del protagonista, seremos testigos de la violenta irrupción en un estadio de Blitzball - deporte extremo de corte futurista que se practica en gravedad cero en un recinto suspendido en e l agua - por parte de una fuerza arcaica y maligna denominada Sin, cuyo misterioso origen dará sentido a la odisea que emprenderán Tidus y sus compañeros. Un viaje iniciático tras la búsqueda de respuestas.
Ya es de dominio público e incluso ha despertado sendas polémicas, los severos cambios que ha sufrido el sistema de combate llamémosle tradicional de la serie a favor de uno que simpatiza con los juegos de estrategia táctica por turnos y el cual no distingue a los Guardian Force - rebautizados como Aeons - de los demás personajes, englobándolos así en un mismo equipo.
Resulta interesante el trato que reciben los Aeons, la individualidad innata que poseen. Sin embargo, su nuevo sistema de combates pese a la rotundidad de las magias pierde la emoción de la inmediatez. Me refiero a que los enfrentamientos se asemejan a los RPG tácticos al estilo Vanguard Bandits y Front Mission, excluyendo la limitación de movimientos de las casillas.
Concluyendo, el despliegue alucinante de medios técnicos y visuales de los que presume la última obra maestra de Squaresoft, hace que adquirirlo sea una obligación tanto para sus acérrimos seguidores como para cualquiera que alguna vez creyó de niño que los cuentos de hadas no eran una invención de los adultos.
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