Quizá el inicio del juego sea un poco desafortunado, pues comienza con una de las misiones de hurtadillas de Billy, lo cual puede desanimar a los jugadores más activos y frenéticos. Sin embargo, pronto habrá acción, ya sea en forma de huida o de persecución. Si el jugador tiene paciencia, no tardará en encontrarse en misiones más movidas. Y si el jugador es un híbrido que gusta del frenetismo pero también de la cautela, encontrará en este juego un joya.
Ray tiene una habilidad especial para desenfundar. El juego ha tratado esta característica del reverendo aplicando la cámara lenta mientras desenfundamos, pudiendo apuntar mejor y derribar a nuestros enemigos antes de que nos disparen. Esto se puede hacer incluso con un revólver en cada mano, aunque, obviamente, para recurrir a esta técnica tendremos que ir con las armas enfundadas. Al principio, dada la poca dificultad inicial, parece algo anecdótico. Después, cuando la aventura se complica, tendremos que recurrir a ello constantemente y al final acabaremos curzando las puertas, sin saber qué hay más allá, con las armas enfundadas, tal es la utilidad de este don. Billy tiene una habilidad parecida, pero con el arco. Cuando tensamos la cuerda y apuntamos, la cámara lenta nos permitirá ser más precisos y ganar unas décimas de segundo con respecto al disparo del enemigo. Con esta habilidad, el arco se convierte en un arma sumamente poderosa y de munición, en ocasiones, muy escasa, por lo que haremos bien en disparar con tino y recuperar las flechas que hayamos usado para abatir a nuestros enemigos.
El escenario será a veces nuestro mejor aliado. Desde los arbustos en los que cobijarnos a las cajas que podremos coger para apilarlas y subir a más altura, habrá numerosos elementos con los que interactuar, aunque muchos no valgan para demasiado. También podremos valernos de los explosivos, evitar las llamas y utilizar los obstáculos para no ser vistos, sobre todo llevando a Billy. Y qué mejor manera de explorar los escenarios y recrearnos con la orografía del lugar y de la época que a lomos de un bravo caballo, al trote o al galope. En cuanto dominemos la equitación, será una maravilla moverse por agrestes cañones a toda velocidad e incluso mientras disparamos, a lomos de un caballo al que le cuesta frenar pero que a cambio nos proporciona velocidad asombrosa y sensación de vértigo cuando galopamos al borde de un desfiladero.
Con todas las armas que nos iremos encontrando, y con las distintas maneras de proceder de uno y otro, iremos avanzando en una historia salpicada de abundantes escenas de vídeo, que irán desentrañando no sólo el momento actual, sino también el pasado de los protagonistas. Sin ser una historia extraordinaria, la manera de contarla es muy apropiada y hace ganar enteros al argumento.
Apartado técnico
La primera versión de Call of Juarez apareció hace más de tres años. En esta versión se ha utilizado un motor capaz de funcionar con DirectX 10 y se ha introducido un nuevo doblaje. Visto lo visto, el juego no parece desfasado. Gráficamente, tiene algunas cosas buenas y otras más modestas. Los escenarios, en especial los parajes naturales, están bastante bien representados, y algunas texturas como las de la ropa de los personajes también serán sumamente realistas. Las caras están bastante bien conseguidas, al menos desde lejos, pues en cuanto nos acercamos vemos que, a pesar de su calidad, son normalmente inexpresivas, y algunas muy parecidas entre sí. Cuando cojamos un objeto, lo veremos ante nosotros, pero no veremos nuestros brazos... es como si la caja o el barril que sujetamos lo hiciéramos con brazos transparentes. Sin embargo, si miramos hacia abajo, nos veremos a nosostros mismos, nuestros pies y piernas y parte del cuerpo. Aunque no sea algo tan extraño a primera vista, hay que recordar que no es nada habitual en los shooters en primera persona. Las bestias salvajes también están muy bien conseguidas, todo un regalo a la vista para quienes nos gusta la fauna.
El doblaje es bueno en general, en especial el de los protagonistas. El del resto de personajes no tanto. Cuando matemos a alguien desde lejos y los enemigos no sepan del todo qué ha sucedido, preguntarán algo así como "¿Qué te pasa, Tim?". No habría problema de no ser porque parece que casi todos se llaman Tim. La música, por su parte, acompaña perfectamente cada momento del juego y tiene varios matices, también de música de los indios americanos cuando ésta es apropiada.
El multijugador cuenta con cuatro modos de juego. Es cierto que ninguna de ellos presenta mucha originalidad, más allá de la ambientación, pero hay que reconocerle mucha diversión y agilidad. Son variantes de los modos tradicionales de duelo a muerte, duelo por equipos y la captura de bandera, en este caso un banco que hay que proteger o robar, además de un modo para atesorar los lingotes esparcidos por el escenario. Pero está diseñado de tal manera que es muy directo y en el que no hay ni un segundo de tregua. Aunque simple, es muy divertido.
La edición española consta del doblaje moderadamente bueno, como ya hemos mencionado, además de un manual en español escueto pero útil y un tríptico con información de las armas y un mapa de la región y de la ubicación del tesoro. Lo mejor, sin duda, el precio.
Conclusión: A pesar de su edad, Call of Juarez puede pasar por un juego actual, pues muchos de los que aparecen hoy en día no son mejores gráficamente. Además, una historia convincente e inmersiva nos pondrá en la piel de los dos protagonistas, creando una dualidad en nuestro interior porque no elegiremos nuestro favorito tan fácilmente. Con una historia moderadamente larga, en comparación con otros juegos del género, y la estupenda ambientación, los pequeños fallos de Call of Juarez no ensombrecen un muy buen título.
Lo mejor: La narración de la historia, y las habilidades de los protagonistas, tan útiles y necesarias. El precio.
Lo peor: Algunos fallos en el doblaje o en los gráficos, y bugs menores (como, en un determinado punto, caerte de un elevado desfiladero y no hacerte trizas porque abajo hay un palmo de agua).