Reinventando la saga
Si echamos la vista atrás, descubriremos que la saga Need For Speed lleva ya más años entre nosotros de los que creemos recordar. Desde su primera entrega apostaron por grandes bólidos corriendo fuera de los trazados de competición. Añadieron la presión extra de llevar a la poli pegada al trasero como si de un molesto grano se tratara. Se atrevieron, y con gran éxito por cierto, a homenajear a una gran marca como es Porsche. Y en sus dos últimas ediciones se entregaron a la moda de las carreras nocturnas y el tunning en cuerpo y alma.
Ahora han decidido meter todo lo bueno de cada una de ellas en una coctelera y del resultado ha nacido Most Wanted. En esta nueva entrega vuelve la policía, las persecuciones y sus bloqueos. No se olvidan de los tuneros, que van a poder seguir “modificando” el coche, ya no tanto como antes, pero si lo suficiente como para dejarlo irreconocible. Pero aún así, sigue habiendo alguna pega, y es que, aunque han vuelto los grandes bólidos, inalcanzables para la gran mayoría de los mortales, se notan mucho algunas más que destacadas ausencias.
Jugabilidad
De sobra es conocido que los NFS nunca han gozado del calificativo de realistas en la conducción, y desde luego que Most Wanted tampoco lo llevaría. Para eso existen otros productos. Desde EA lo saben y tampoco les importa, porque lo que les interesa es hacer un muy buen arcade de coches; y desde luego que lo han conseguido.
La curva de aprendizaje es muy sencilla y en apenas 2 minutos seremos capaces de exprimir todas las características de nuestro vehículo. El sistema de juego tampoco es nada complicado. Han optado por repetir la configuración de ciudad libre que ya vimos en NFSU2. La única novedad es que ya no hace falta recorrérsela de punta a punta para llegar a una prueba, porque han introducido un sistema que nos lleva directamente a ellas.
Si hablamos de las pruebas debemos distinguir entre estas y los hitos. Las primeras son los sistemas de carrera de siempre: sprint, aceleración, eliminación, circuito…; y un par de ellas nuevas: cabinas de peaje (contrarreloj para los amigos) y radar (el propio nombre creo que lo deja claro); mientras que las segundas son las que, aparte de ser la novedad, a nuestro gusto resultan más divertidas. Estos hitos siempre están relacionados con las fuerzas de seguridad. Generalmente consistirán en buscarles las cosquillas. Golpearles un número determinado de coches patrulla, atravesar ciertos bloqueos, mantenerles a nuestra zaga un determinado tiempo o perderles antes de otro.
Si mientras nos persiguen nos dedicamos a romper mobiliario urbano, atentamos contra el resto de transeúntes y les perdemos, conseguiremos que su interés por nosotros aumente. Cuando esto ocurre aumentan también el número de unidades que van en nuestra busca y captura, y las técnicas que utilizan para lograrlo empiezan a ser más… expeditivas. Para ayudarnos existen lo que llaman las “pausas de la persecución”, que no son más que puntos donde podemos desencadenar un alboroto lo suficientemente grande como para que la poli se entretenga en arreglarlo, pero puede que esto tampoco de resultado y la persecución siga su curso hasta que les consigamos perder de nuevo o nos paren definitivamente. Cuando esto sucede, que sucede, nos detendrán, nos harán hacer frente al pago de las infracciones cometidas y puede que nos requisen nuestro preciado vehículo.
Según vamos avanzando en estas pruebas, conseguiremos que los miembros de la Blacklist se fijen en nosotros, permitiéndonos retarles uno a uno. La Blacklist es nuestro objetivo, la posición primera es la ansiada, ya no por la fama y el respeto, sino por motivos personales. Una vez vencidos, entre las cosas que pueden suceder, es que nos quedemos con su cochecito., sino mejoras o una recompensa extra están garantizadas.
El punto discordante le pone la nula física de deformaciones que presenta el juego. Nuestro coche sólo se raya. Da igual que te estampes en 4 controles y te lleves por delante 20 coches. Nuestro chiquitín sólo sufrirá desperfectos en cristales y pintura.
Gráficos
Los NFS siempre han hecho gala de unos más que buenos gráficos, y esta vez tampoco iba a ser menos. Aunque en apariencia recuerden mucho a los de NFSU2, están mucho más elaborados que estos sin que por ello el rendimiento general se repercuta.
Vehículos y entornos están detallados minuciosamente, estos últimos además con elementos destruibles por el usuario. La meteorología también hace acto de presencia con una naturalidad asombrosa. Por cierto, ya que hablamos del tiempo, parece ser que los de EA han olvidado que por las noches también se puede correr, porque a aparte de mañanas soleadas o tormentosas y atardeceres de película, lo que ocurre a la caída del sol debe de ser que todo el mundo se va a dormir ya que no existe ninguna carrera nocturna.
Música/Sonido
Aquí seguimos acordándonos de EA, para bien eso si. Y es que otra vez han vuelto a demostrar como se debe ambientar un juego. La banda sonora va que ni pintada para la ocasión. En cuanto a los sonidos propios del juego sólo se puede decir una cosa, excelentes. Acelerones, frenazos, chirriar de ruedas, el soplado del turbo… todo, absolutamente todo se ha incluido para darle más consistencia al título. Y desde luego que lo han conseguido.
Edición española
Como era de esperar, soberbia. Textos y voces han sido doblados de una manera realmente buena. El manual por su parte es muy completo y nos explica todos los pormenores del juego.
En resumen
Si lo que buscas es un juego de coches que te permita soltar adrenalina en cantidades industriales, aparte de grandes dosis de diversión; entonces NFSMW es tu juego. Si por el contrario lo que buscas es un simulador de conducción realista al 100% opta por otro título que colme tus expectativas.
Lo mejor: Facilidad de manejo y la posibilidad de probar un gran elenco de vehículos.
Lo peor: La falta de una física de deformaciones adecuada y la falta de algunas grandes marcas del sector.