El Wall Street Journal se hace eco de la decisión de la juez Claudia Wilken de denegar la apelación que interpuso la compañía japonesa para evitar tener que pagar 91 millones de dólares a Inmersion, en un caso que se remonta al 2003 (más información
aquí y
aquí). En esta ocasión, la compañía japonesa intentó invalidar las patentes basando su defensa en la persona de Craig Thorner, antiguo consultor de Inmersion, reclamando que esta compañía intentó ocultar las evidencias que aparentemente relacionaban a Thorner con el desarrollo de los inventos relacionados con el force-feedback y su desarrollo. El problema es que parece ser que Thorner recibió 150.000 dólares de Sony (además de recibir una opción de compra de otra patente), por lo que la juez Wilken creyó que la integridad de Thorner quedó seriamente comprometida y que su testimonio se decantaría claramente a favor de Sony. A pesar de esta decisión, Sony no se da por vencida y piensa presentar una nueva apelación, aunque de volver a perder, se vería obligada a ceder y obtener una licencia de Inmersion. O eso, o rediseñar el DualShock para no infringir ninguna de sus patentes. Fuente:
Next-Generation.