Los problemas que se sucedieron
ayer con los títulos de Ubisoft que incluyen su nuevo sistema de seguridad fueron debidos a un ataque externo. Así lo comunica la compañía francesa, que pide disculpas a todos aquellos que no pudieron jugar ayer a Assassin"s Creed II o Silent Hunter V, aunque matiza que el 95% de los jugadores no se vieron afectados. Es muy difícil de comprobar si ese porcentaje es fiel a la realidad, pero teniendo en cuenta que la caída de los servidores duró unas siete horas, se hace razonable pensar que tal vez la denegación de acceso a los juegos no fuera tan inocua. Ubisoft también recuerda una vez más, como en una campaña publicitaria contra lo que ella misma ha engendrado, que en estos momentos no está disponible ninguna versión crackeada de los mencionados juegos. Al menos, no completa.